Descubren que el hígado graso causa daños a otros órganos

Medicina y Salud Pública

    Descubren que el hígado graso causa daños a otros órganos

    Investigadores de la Universidad de Tübingen, Alemania, han descubierto, tal y como recoge la revista Diabetologia and Diabetes Metab Res Rev, que la enfermedad del hígado graso no alcohólico, también conocida como esteatosis hepática, puede causar daños a otros órganos.

    El hígado de estos pacientes produce más glucosa, grasas y proteínas desfavorables, como la hepatokina fetuína-A, las cuales se liberan en el torrente sanguíneo. Así, las sustancias secretadas del hígado graso entran en otros órganos y provocan reacciones.

    No obstante, hasta ahora no se sabía qué efectos tiene esta diafonía de órganos, qué órganos son los más afectados y cuál es el daño causado por la hepatokina fetuína-A.

    Con el fin de responder a estas preguntas, los científicos analizaron la influencia de fetuína-A en el tejido adiposo pancreático. Y es que, aproximadamente un tercio del tejido adiposo pancreático se compone de células precursoras adiposas (un tipo de células madre) además de las células adiposas maduras.

    Si las células adiposas pancreáticas son tratadas con fetuína-A en cultivos celulares, las células precursoras adiposas que entran en interacción con las células de los islotes, producen marcadores de inflamación y factores de atracción de células inmunes.

    En este sentido, los investigadores analizaron muestras de tejido de 90 pacientes y encontraron que la proporción de la grasa pancreática variaba enormemente. De hecho, el número de células de defensa del sistema inmunológico (monocitos/macrófagos) se incrementó significativamente en áreas donde se habían acumulado muchas células adiposas.

    Asimismo, en una cohorte de 200 sujetos con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, en los que el contenido de grasa pancreática se midió mediante resonancia magnética, los científicos encontraron que en personas que ya habían experimentado un empeoramiento en la regulación de la glucosa en sangre, el aumento de la degeneración grasa pancreática ocasionaba una secreción de insulina reducida.

    "El factor que conduce a cambios patológicos es la fetuína-A, que es producida por el hígado graso. Como resultado, en lugar de proteger el tejido como antes, el tejido adiposo provoca procesos inflamatorios, lo que conduce a una restricción de la función renal", explicaron los expertos.

    Jano.es.

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