La psoriasis continúa sin cura, pero la investigación está consiguiendo que cada vez haya fármacos más eficaces y seguros para controlarla. Solo en el Hospital General de Alicante
La psoriasis continúa sin cura, pero la investigación está consiguiendo que cada vez haya fármacos más eficaces y seguros para controlarla. Solo en el Hospital General de Alicante, donde Isabel Belinchón, coordinadora de Grupo de Psoriasis de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), trabaja, se están llevando a cabo cuatro ensayos clínicos. Pero la experta no solo destaca la mejora farmacológica; también el mejor conocimiento de los dermatólogos a la hora de manejar esta enfermedad y de saber los riesgos que engloba. Para mejorar aún más este manejo, reivindica la figura del psicólogo de referencia.
¿Cuáles han sido las últimas actualizaciones en el tratamiento de psoriasis?
Lo más importante, desde mi punto de vista, no solo son los nuevos tratamientos que afortunadamente están apareciendo, sino el mejor conocimiento de la psoriasis como enfermedad inflamatoria crónica con repercusiones generales o sistémicas. De esta manera, hemos aprendido que necesitamos manejar bien a nuestros pacientes no solo de la piel, sino de forma general. Nos preocupamos de que la salud cutánea esté bien, pero también de que el paciente lleve una vida más sana por lo que implica la propia enfermedad en el riesgo cardiovascular, obesidad, diabetes, sistema metabólico…
Asimismo, los nuevos tratamientos están permitiendo un buen control de la psoriasis. Hemos avanzado desde los tratamientos sistémicos clásicos, por ejemplo metotrexato, hasta conseguir el desarrollo de fármacos de tecnología avanzada como son los fármacos biológicos, que iniciaron su trayectoria con los anti-TNF, siguiendo en los últimos años con losfármacos anti-IL 17 y con los anti-IL-23, en la actualidad.
De hecho, la progresión en el tratamiento de esta enfermedad ha sido imparable en los últimos 15 años, partiendo desde el mejor conocimiento de la enfermedad hasta el manejo integral del paciente atendiendo a los aspectos cutáneos, sistémicos y de calidad de vida, con fármacos muy eficaces.
Sobre todo dice que mejoran las terapias biológicas.
"La progresión en el tratamiento de la psoriasis ha sido imparable en los últimos 15 años"
Sí, pero también es importante esto: el conocimiento de la propia inflamación de la enfermedad, que no solamente se centra en la piel, sino que también hemos aprendido a manejarla. Es una enfermedad con ciertos riesgos cardiovasculares, que en sí mismos son las primeras causas de fallecimiento en la población general. Si nosotros tenemos una enfermedad que es muy prevalente,que tiene un riesgo aumentado de enfermedad cardiovascular y estamos aprendiendo a manejarla, porque es posible que el dermatólogo sea el único médico que atiende a ese paciente, supone un adelanto. Luego también hay que ver las relaciones que tiene la psoriasis con otras enfermedades de tipo inflamatorio, que son las frecuentes en estos pacientes.
Y, sin ninguna duda, hemos adquirido la visibilidad de tratar a los pacientes con fármacos altamente eficaces respecto a lo que había previamente, ya que son seguros aunque sean inmunosupresores. No van dirigidos hacia un órgano concreto.
¿Qué hay de la fototerapia?
Es un arma muy importante en el manejo de los pacientes con psoriasis porque permite el control de la enfermedad psoriásica cutánea con muy pocos riesgos. También es verdad que puede tener inconvenientes, en el sentido de que el paciente tiene que desplazarse al hospital al menos dos o tres veces por semana. Pero tiene unos índices de respuestafrancamente muy buenos. Suele ser utilizados después de los tratamientos tópicos. Y el paciente cumple siempre que le sea posible desplazarse a los centros.
Aparte, la enfermedad fototerapeuta también tiene una ventaja: que el dermatólogo, a la vez que atiende al paciente y le proporciona este tratamiento puede hacer educación de salud y apoyo psicológico.
¿Qué impacto tiene esta enfermedad a nivel mental?
Hemos hablado de la eficacia, la frecuencia y el riesgo cardiovascular, pero no podemos olvidar el impacto en calidad de vida que tiene la psoriasis. De forma clásica, en el año 1999 apareció una publicación en la cual se dice que la psoriasis se equipara a enfermedades tan conocidas como el cáncer o la depresión en cuanto a la afectación de la calidad de vida.
Esto ha ido acrecentándose en cuanto al conocimiento y, actualmente, incluso se están desarrollando medidas, conocidas como las reportadas subjetivamente por el paciente (TRO, por sus siglas en inglés). No hay ninguna perfecta, pero en el mundo de la Dermatología estamos intentando constantemente llegar a desarrollar aquella que nos permita percibir esa afectación de la calidad de vida de los pacientes. Porque la tienen que contar ellos.
Pero el impacto es muy alto, la verdad. Es una enfermedad muy visible y llega a ser francamente llamativa cuando se tiene en zonas que se ven o que son delicadas; cuando el paciente tiene lesiones en los pliegues o en los genitales, o cuenta con lesiones en las uñas. El paciente lo sufre enormemente, tanto por lo que piensen los demás como por la incomodidad.
Hay personas que tienen una psoriasis muy descamativa. Se acuestan en la cama y por la mañana la tienen llena de escamas. Pero no solo eso. Cuando se sientan en una silla, se quejan de que dejan un residuo de escamas. Siempre están barriendo, les preocupa mucho lo que piensen los demás. Su vida personal y de contacto, así como su vida sexual, se ven afectadas, por no hablar de la comorbilidad más común en psoriasis que es la artritis psoriásica. Alrededor de entre un 20-40 por ciento de los pacientes pueden tener alguna sintomatología que conlleva dolor e imposibilidad para el movimiento. Eso al final afecta no solo a la propia enfermedad de la artritis, sino que no puedesnhacer deporte, ni caminar, ni ir al trabajo…
Supongo que lo ideal es trabajar codo con codo con un equipo de psicólogos.
Desgraciadamente, en el sistema público no disponemos de esto. Es una de las reivindicaciones que debeos tener. En mi opinión, deberíamos contar con ellos como en toda enfermedad crónica con repercusión de la calidad de vida y aspectos psicológicos.
La pregunta del paciente sigue siendo la misma: "¿Hay cura?"
Además, la psoriasis tiene comorbildiad psicológica asociada independientemente. Así que sí, habría que tener un psicólogo de referencia. Yo creo que eso sería el siguiente punto de manejo estrictamente necesario.
Pero el sistema público permite lo que permite. Ojalá manifestando estas necesidades se cree la figura del psicólogo de enfermedad crónica. Me encantaría.
Sobre la visibilidad de la enfermedad, con estos tratamientos que comenta, ¿se ha conseguido mejorar el aspecto?
Como tenemos tratamientos eficaces, en las zonas visibles también logran resultados. El paciente cuando consigue resultados tan óptimos gracias a los últimos tratamientos logran mejorías en alrededor del 90 por ciento de la enfermedad.
Y la verdad es que mejora la visibilidad y en general su estado de ánimo, calidad de vida… Es verdad que son fármacos caros cuando haces la inversión, pero si lo analizas todo en conjunto, ahorras tiempo de pérdida de trabajo, el paciente se muestra mucho mejor y es más activo… Sin ninguna duda, lo que revierte económicamente se supera.
¿En qué punto está ahora la investigación de la psoriasis?
Tenemos fármacos excelentes, pero la pregunta del paciente continúa siendo la misma: ¿la psoriasis se cura?, y lo cierto es que la respuesta sigue siendo que todavía no hemos llegado a la meta. Y esto debemos explicarlo bien, ya que en la actualidad no existe la cura definitiva pero si contamos con medicamentos muy eficaces capaces de controlar la enfermedad cuando se usan de forma continua.
Los pacientes con psoriasis, que son alrededor de un millón de personas en España, son los primeros interesados en la mejora de su enfermedad, quieren participar de forma activa en su desarrollo, colaborando en estudios y estrategias de mejora.
En el momento actual se siguen desarrollando nuevas vías de estudio para continuar avanzando en la terapéutica, con la constante investigación en ensayos clínicos de nuevas moléculas, por ejemplo las anti IL 23 e IL-17, entre otras. Así mismo, se está investigando acerca de la afectación de la calidad de vida, y en la detección de las preferencias de los pacientes, tratando de situarlos en el centro de su enfermedad.
En definitiva, la meta final está por llegar, sigue siendo una utopía, pero hoy día contamos con fármacos seguros, con resultados muy adecuados y que permiten a nuestros pacientes alcanzar un grado de satisfacción elevado con su tratamiento, atendiendo de forma integral los aspectos físicos, psíquicos y de calidad de vida.