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Por: Paula Alejandra Rojas Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
El hospital materno infantil de Sant Joan de Déu en España, usará el primer exoesqueleto pediátrico portable del mundo para ensayar terapias en pacientes con atrofias musculares, y así retrasar las complicaciones derivadas de la pérdida de fuerza y movilidad. El sistema consiste en unos largos soportes, llamados órtesis, que se ajustan y adaptan a las piernas y al tronco del niño. En las articulaciones, una serie de motores imitan el funcionamiento del músculo humano y aportan al pequeño la fuerza que le falta para mantenerse en pie y caminar. El exoesqueleto ATLAS 2020 lo ha desarrollado Marsi Bionics, en colaboración con la empresa de ingeniería Escribano. Según los creadores, es un robot que se acopla al cuerpo del niño de tal manera que hay una interacción entre la persona y el robot. Durante un año, los pequeños seleccionados realizarán tres entrenamientos semanales de una hora, consistentes en caminar usando el exoesqueleto, y se controlarán varios parámetros para determinar si en ese tiempo ha mejorado la calidad de vida del paciente, cómo tolera su cuerpo el uso continuado de este aparato y si realmente se han frenado los efectos secundarios de la atrofia muscular. El objetivo es que en el futuro haya un exoesqueleto para cada enfermedad que lo pueda requerir. De hecho, un nuevo consorcio liderado por Marsi Bionics en el que colaboran Escribano, Sant Joan de Déu, el CSIC y Eurecat ya está trabajando en un nuevo modelo para la distrofia muscular de Duchenne, la enfermedad neuromuscular más frecuente en la infancia.