Estudios han demostrado que cuando una persona no recibe las vacunas contra una enfermedad grave, solo podrá adquirir inmunidad en el momento de contraerla, lo que puede llegar a ser peligroso, porque el niño puede tener problemas de salud a largo plazo o de difícil tratamiento.
Diana Castañeda
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Entre tantas inquietudes que rodea a los profesionales desde el inicio de la pandemia, está la falta de continuidad en las citas médicas y vacunas que necesitan los pacientes en edad pediátrica.
Ante esta importante prevalencia, la presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Pediatría, doctora Carmen Suárez mencionó durante entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) que, los pacientes no están llegando a las oficinas médicas para realizar sus exámenes de rutina, algo que se ha establecido como protocolo desde que nacen los niños.
“Hay muchos padres que están preocupados en sacar a sus bebés de sus casas y llevarlos a un hospital, por miedo a que sean contagiados por COVID-19. Sin embargo, nosotros los pediatras estamos muy bien organizados y tenemos todas las medidas de precaución para evitar contagios en las oficinas”, aclaró la doctora Carmen Suárez.
A su vez, la galena aclaró que dentro de los protocolos de salubridad para la atención de pacientes se encuentra el atender un paciente a la vez, limpiar todas las superficies en cuanto se termine la consulta, hay control de número de personas en la sala de espera y, aun así, los niños no están llegando a sus controles médicos.
Aquí la entrevista con la doctora Carmén Suárez, presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Pediatría:
Asimismo, se encuentra el proceso de vacunación que deben tener los niños desde que nacen hasta los cinco años, algo que, según lo que comenta la presidenta de esta asociación es lo más importante de prevención de enfermedades que pueden ocasionar padecimientos graves para el resto de sus vidas, incluso llevarlos a la muerte.
“No se puede detener la vacunación, tenemos gran preocupación por esa causa”, agregó la doctora Suárez.
Y es que, ante la situación actual pareciera como si el mundo estuviera paralizado por el COVID-19, a la espera de una vacuna para contrarrestar este nuevo virus que, ha generado pánico en la mayor parte de la población.
Estudios han demostrado que cuando una persona no recibe las vacunas contra una enfermedad grave, solo podrá adquirir inmunidad en el momento de contraerla, lo que puede llegar a ser peligroso, porque el niño puede tener problemas de salud a largo plazo o de difícil tratamiento.
Estas inmunizaciones ayudan a controlar las enfermedades e impiden que tengan una recaída cuando estén controladas.
“Después de casi 100 años estamos viviendo lo que es tener una enfermedad sumamente contagiosa que afecta a muchas personas de la cual no tenemos ningún armamento”, aduce la pediatra.
Entre tanto, la galena argumenta que se ha comprobado el método efectivo que tienen las vacunas para enfrentar ciertas enfermedades, por lo que insiste en la gravedad actual de que los padres no estén llevando a los niños a ponerse las vacunas.
Entre tanto, el Dr. Lorenzo González, secretario de Salud de Puerto Rico comentó durante una entrevista para nuestro aliado Revista de Medicina y Salud Pública sobre los riesgos que puede desencadenar omitir la inmunización.
“Definitivamente, la vacunación es una parte bien importante para Puerto Rico para la prevención. Nos tenemos que preparar para la vacunación que venga para el COVID-19, así que definitivamente es bien importante. La preocupación que tenemos es que los padres no entiendan que el posible retraso que pueda haber en el inicio de las clases sea una obstrucción o un bloqueo al esfuerzo de vacunación, que si los padres tienen que cumplir con la vacunación como dice la ley”, advirtió el secretario González.