HPA es una enfermedad crónica poco común que involucra al sistema circulatorio pulmonar afectando el corazón y los pulmones. Mientras que la FPI se describe como la cicatrización progresiva o engrosamiento de los pulmones.
En Puerto Rico una de las condiciones con mayor incidencia entre niños y adultos es el asma.
Para el año 2014, el Departamento de Salud reportó alrededor de 117,413 (13.8%) casos en niños y aproximadamente 298,155 (10.6%) casos en adultos.
Sin embargo, aunque esta condición es la más que se proyecta ante la opinión pública existen enfermedades respiratorias crónicas como la Hipertensión Pulmonar Arterial con mayor tasa de mortalidad en la isla.
Así lo informó hoy, el doctor Álvaro Aranda, presidente de la Coalición de Asma y otras Condiciones Respiratorias Crónicas, en conferencia de prensa celebrada en el Hospital Auxilio Mutuo en San Juan.
HPA es una enfermedad crónica poco común que involucra al sistema circulatorio pulmonar afectando el corazón y los pulmones. Mientras que la FPI se describe como la cicatrización progresiva o engrosamiento de los pulmones. Tanto la HPA como la FPI son enfermedades crónicas y catastróficas, debido a que su morbilidad y mortalidad pueden ser peor que muchos tipos de cáncer, entre otras enfermedades.
“Queremos concienciar tanto a médico como pacientes para que estén atentos a cada uno de sus síntomas, ya que en la mayoría de los casos son difíciles de detectar. HPA se caracteriza por la falta de aire lentamente progresiva reflejando estudios negativos (radiografía de pecho negativa, laboratorios normales y ecocardiograma del lado derecho normal). Por otra parte, la persona con FPI refleja síntomas de restricción del aire que entra a los pulmones lo que dificulta la salida del dióxido de carbono. En algunos casos ambas enfermedades, requieren oxigenoterapia”, explicó el Dr. Aranda.
De acuerdo con el Centro de Hipertensión Pulmonar, registros publicados en el año 2012, en el congreso celebrado por la American College of Chest Physicians, reflejó que Puerto Rico es uno de los países con mayor incidencia de esta enfermedad. La data existente indica que hay entre 10 y 50 pacientes por millón de habitantes en este momento; y en PR hay en este momento más de 500 pacientes diagnosticados y bajo tratamiento.
“Las personas que no reciben tratamiento el promedio de sobrevivencia es de 2.8 años. La mortalidad a cinco años de 34% y la mortalidad de un pacientes clase IV es de 6 meses. Un tratamiento temprano es la mejor herramienta para detener esta condición. Aunque en la actualidad existen medicamentos que controlan la enfermedad y aumentan las expectativas de vida a por lo menos cinco a siete años” informó Aranda.
El galeno, explicó que la Coalición de Asma y otras Condiciones Respiratorias Crónicas, trabaja arduamente para lograr que los médicos tengan la educación adecuada para identificar estas enfermedades pulmonares que afectan tanto nuestra calidad de vida como la economía en una etapa más temprana.
Para más información puede acceder a www.prasma.org o por teléfono 787-513-9777.