La hepatitis C es una enfermedad silente que puede tardar hasta 30 años en manifestarse y, en la mayoría de los casos
Angélica Claudio Merced
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
La hepatitis C es una enfermedad silente que puede tardar hasta 30 años en manifestarse y, en la mayoría de los casos, los pacientes no reciben un tratamiento adecuado. Realizar la prueba de esta enfermedad al menos una vez en la vida, particularmente en aquellas personas con factores de riesgo como los nacidos entre 1945 a 1965, es el llamado de alerta que hicieron tres médicos puertorriqueños para crear conciencia en la población sobre esta condición.
La hepatitis C es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis C y ocurre generalmente a través del contacto con sangre infectada. Contrario a las hepatitis A y B, la hepatitis C no tiene vacuna para prevenirla. Aunque, desde el 2014 las terapias a estos pacientes atacan de manera más efectiva el virus, y es potencialmente curada en la mayoría de los casos.
La prevención primaria no se puede hacer con este tipo de virus porque no existe una vacuna. Es un virus que se replica rápidamente. El virus se adapta al cuerpo y al sistema inmunológico y por eso es que necesita intervenciones adicionales para poder eliminarlo del sistema. La mayoría de estos pacientes deben tener algún tipo de tratamiento buscando la cura biológica en ellos”
explicó Fernando Aponte, generalista y director médico de la compañía farmacéutica AbbVie.
Las personas que poseen mayor riesgo de un contagio con Hhpatitis C son aquellos nacidos entre 1945-1965 o los llamados Baby Boomers, personas que hayan recibido algún tipo de transfusión de sangre o trasplante antes de 1992 (año en que se establecieron guías para hacer un diagnóstico adecuado para esta condición), personas con tatuajes o piercing realizados en lugares no regulados y aquellos expuestos a agujas que pueden haber estado infectadas. Se recomienda que por lo menos una vez en la vida estos pacientes deben realizarse al menos una prueba de sangre de la hepatitis C.
Por su parte, el gastroenterólogo y hepatólogo Federico Rodríguez-Pérez señaló que la hepatitis C no muestra ningún síntoma de dolor:
Muchas de las personas ni tienen síntomas, ni tienen a veces laboratorios que indiquen que tienen la hepatitis. Esto es una enfermedad que se debe de sospechar en base a riesgos y a cuáles son las poblaciones de más alta en prevalencia”,
dijo el galeno
Además, el doctor Rodríguez-Pérez expresó sobre la idea errónea de que esta enfermedad no tiene cura.
Hay una idea de que la hepatitis C no se cura y eso es erróneo. Ya la hepatitis C se cura y no es que el virus se queda latente o le vuelve a salir. Todos los medicamentos que tenemos ahora son capaces de curar estas personas. La mayoría de los pacientes se pueden tratar por 8 semanas”,
agregó el especialista.
Mientras, el doctor Rafael Pastrana, gastroenterólogo especialista en trasplantes, habló sobre complicaciones catastróficas que podrían llevar a un paciente con esta condición a ser considerado para un trasplante de hígado:
La hepatitis C es la causa mundialmente más común para un trasplante de hígado. El paciente que llega para trasplante -por lo general- presenta algún tipo de complicación de su enfermedad del hígado, por lo que vemos una condición más avanzada con descompensación. Este es un paciente que ha tenido el virus a lo mejor por 25 años y viene esta primera descompensación de su condición de hígado. Pueden ser pacientes que se hincharon y hay que hacer un procedimiento para sacarles agua o que en algún momento tuvieron episodios de vómitos con sangre o incidencia de cáncer”,
indicó Pastrana.
En Puerto Rico, entre el 2.2 y el 2.3% de la población o aproximadamente 40 mil personas tienen hepatitis C. La Organización Mundial de la Salud estima que, para el año 2030, la hepatitis C podría estar erradicada en todo el mundo en un 90 % de casos nuevos.