El estudio indicó que conocer la memoria inmunitaria es esencial para la lucha contra el COVID-19.
El estudio indicó que conocer la memoria inmunitaria es esencial para la lucha contra el COVID-19.
Katherine Trujillo Useche
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Un estudio publicado en la revista Science analizó la respuesta inmunitaria del COVID-19 varios meses después de la infección y descubrió que la inmunidad protectora es robusta y medible hasta 8 meses después de la aparición de los síntomas.
El estudio indicó que conocer la memoria inmunitaria es esencial para la lucha contra el COVID-19, ya que con ella se logran mejorar los diagnósticos, las vacunas contra el virus y las evaluaciones sobre la involución de la pandemia. No obstante, aún los expertos se preguntan si la infección inicial conduce a una inmunidad protectora duradera.
La investigación que es liderada por La Jolla Institute for Immunology en los Estados Unidos, estudió la respuesta de anticuerpos y células inmunitarias en 188 hombres y mujeres que se recuperaron de COVID-19. En su mayoría habían tenido síntomas leves, aunque el 7% fueron hospitalizados.
Los resultados reflejaron que hubo una respuesta inmunitaria de estos pacientes al virus, en todos los tipos de células estudiadas, y que es medible hasta 8 meses después de la aparición de los síntomas.
Los autores agregaron que “la inmunidad duradera contra una segunda infección por COVID-19 es una posibilidad en la mayoría de los individuos”.
Durante el estudio los investigadores rastrearon anticuerpos y las células B que son las que más producen anticuerpos, además de dos tipos de células T que combaten a las células infectadas. Los anticuerpos incluyendo a los que están al frente de la proteína skipe o S, mostraron disminuciones moderadas a los seis u ocho meses de la aparición de los síntomas.
Las células T, por su parte, tuvieron un pequeño declive en el cuerpo. Mientras que, las células B que reconocieron las características del virus de coronavirus crecieron en número en algunos casos, aclararon los expertos.
Los autores advierten que no se pueden sacar conclusiones directas porque los mecanismos de inmunidad protectora contra el COVID-19 aún no están definidos en los seres humanos. Y consideran que dicha inmunidad varía drásticamente de una persona a otra.
Los especialistas indicaron que son necesarios más estudios sobre el tema, y aclararon que se pueden hacer varias interpretaciones razonables a raíz de esta investigación como por ejemplo: los comportamientos de memoria en reposo que pueden contribuir de manera significativa a la inmunidad contra la neumonía o el COVID-19 secundario grave, concluyeron los autores.