Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dicen que se debe vigilar a las mujeres embarazadas porque se sabe que corren riesgo de contraer enfermedades virales graves.
Publicado en MayoClinic
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dicen que se debe vigilar a las mujeres embarazadas porque se sabe que corren riesgo de contraer enfermedades virales graves.
“A las mujeres embarazadas, ahora hay que ponerlas dentro de la categoría de alto riesgo y seguir con ellas las mismas recomendaciones que aplican en las personas mayores y la gente que tiene otras comorbilidades y problemas de salud”, asegura la Dra. Nipunie Rajapakse, experta en enfermedades infecciosas de Mayo Clinic.
Añade que las mujeres embarazadas también deben seguir las recomendaciones hechas para el público en general, que incluyen distancia social o física, excelente higiene de las manos y ningún contacto con personas enfermas.
“Es lo más seguro para ellas hasta entender mejor los riesgos y saber si necesitan tomar algunas precauciones específicas”, dice la Dra. Rajapakse.
Pese a que por el momento no se sepa si las mujeres embarazadas tienen mayor probabilidad de enfermar de COVID-19 o de que la enfermedad sea grave en ellas, las mujeres encinta corren más riesgo de contraer enfermedades graves por otras infecciones respiratorias, como la gripe.
Tampoco se sabe si la COVID-19 causa problemas durante el embarazo o afecta la salud del bebé después del nacimiento. En los bebés nacidos de madres con resultado positivo para COVID-19 durante el embarazo, se ha informado uno que otro problema, como parto prematuro, pero estos problemas podrían no estar relacionados con la infección de la madre.
En un estudio pequeño con recién nacidos de madres infectadas con COVID-19, ninguno de los niños obtuvo resultado positivo para la enfermedad y tampoco se encontró el virus en el líquido amniótico ni en la placenta.
La Dra. Rajapakse anota que los primeros datos aportan noticias algo tranquilizadoras y comenta lo siguiente:
“En las mujeres embarazadas que se infectaron cerca del momento del parto, los resultados para los bebés fueron buenos en general, y no se encontró ninguna señal del virus al hacer la prueba en los niños, en ciertos líquidos como el líquido amniótico, en la sangre del cordón umbilical, en muestras de la garganta de los bebés y en la leche materna”.
No obstante, un informe sobre 33 recién nacidos de madres con pulmonía por COVID-19 mostró que tres de ellos obtuvieron resultado positivo para el virus dos días después de nacer, pese a las precauciones tomadas para evitar la infección.
En otro estudio de seis recién nacidos de madres con síntomas leves de COVID-19, los niños no mostraron síntomas de la enfermedad y obtuvieron resultado negativo en la prueba.
“Se ha informado sobre algunos recién nacidos que tienen la infección, pero no se sabe si fue por el contacto estrecho con la madre infectada después del nacimiento o si la infección se produjo dentro del útero o se transmitió a través de la placenta”, añade la Dra. Rajakapse.
La médica asevera que con base en lo que se sabe acerca de otros coronavirus, se considera menos problable una transmisión a través de la placenta porque parece que los virus respiratorios no se transmiten de esa manera. Sin embargo, destaca el hecho de que continúan los estudios para entender mejor si este riesgo realmente existe.
Comuníquese de inmediato con su proveedor de atención médica si presenta síntomas de COVID-19 o si estuvo expuesta a algún enfermo. Antes de acudir a la cita, llame al proveedor de atención médica para informarle sobre sus síntomas y la posible exposición, incluido un viaje.
Si contrae COVID-19 y está encinta, el objetivo del tratamiento será aliviar los síntomas, lo que podría incluir beber mucha cantidad de líquido, hacer reposo y tomar medicamentos para reducir la fiebre, aliviar el dolor y disminuir la tos. Si está muy enferma, tal vez necesite recibir tratamiento en el hospital.
El esfuerzo de la comunidad por controlar la propagación de la COVID-19 podría cambiar el acceso habitual a los cuidados prenatales. Consulte al proveedor de atención médica si la atención prenatal por vía virtual es una alternativa válida para usted, si la ofrecen en su área y cómo funciona. Pregunte al proveedor de atención médica si hay algo que podría resultar útil tener en casa, como un tensiómetro para medir la presión arterial. A fin de obtener el máximo beneficio de las visitas virtuales, prepare anticipadamente una lista de preguntas y tome notas detalladas durante la sesión. Además, investigue las alternativas por Internet para clases prenatales.
Si usted padece alguna afección de alto riesgo durante el embarazo, las visitas virtuales podrían no ser una alternativa. Hable con el proveedor de atención médica para saber cómo afectará esta situación a su cuidado prenatal.
Si está sana y se acerca al final del embarazo, hay algunos aspectos del trabajo de parto y del nacimiento del bebé que podrían mantenerse como siempre. No obstante, prepárese para ser flexible. A fin de proteger su salud y la del bebé, algunas instituciones de salud restringen la cantidad de personas que pueden estar presentes en la habitación durante el trabajo de parto y el nacimiento del bebé. Esto también podría afectar a las visitas que se presenten después del nacimiento. Consulte al proveedor de atención médica acerca de las restricciones aplicables, pese a que posiblemente varíen a medida que la tasa de infección por COVID-19 cambia en su área. El tiempo que permanezca en el hospital puede ser más corto de lo habitual.
Si tiene COVID-19 o espera el resultado de la prueba porque presenta síntomas, esa situación posiblemente afecte el contacto con el bebé después del nacimiento. No se sabe si los recién nacidos con COVID-19 tienen más riesgo para complicaciones graves y, además, preocupa que se enfermen después del nacimiento por entrar en contacto con las gotitas que una persona infectada despide al aire. A los recién nacidos de madres con COVID-19 se los podría atender en otra habitación y permitir que solamente alguien sano los visite, sea el padre o la persona encargada de su cuidado.
Las instituciones médicas también pueden instalar temporalmente a las madres con COVID-19, o bajo investigación para el virus, en una habitación separada del bebé hasta terminar con todas las precauciones de transmisión. El equipo de atención médica hablará con usted respecto a los riesgos y las ventajas de la separación temporal y las medidas pertinentes.