Adicionalmente, la FDA aprobó colector boricua de saliva para pruebas de COVID-19.
Puerto Rico continúa a la vanguardia de la ciencia y la medicina en contra del COVID-19, así lo confirmó la doctora Carmen Zorrilla, infectóloga y catedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, espacio donde se desarrollan diferentes investigaciones para contrarrestar los efectos del COVID-19.
En primer lugar, la doctora indicó que la prueba de la vacuna Novavax que se realizó en Puerto Rico el año pasado fue exitosa y comenzará a utilizarse en el mercado estadounidense pronto.
El proyecto ejecutado en la Isla entre otras jurisdicciones es uno de las decenas de estudios por científicos boricuas que solo en el caso del Recinto de Ciencias Médicas llegaron a recibir diez millones de dólares en aportaciones de fondos para investigación, dijo la Doctora Zorrilla.
La destacada infectóloga dijo que la vacuna diseñada con una proteína que se parece a la usada en la vacuna de hepatitis, brindó seguridad a los voluntarios y les dio la confianza de que participaban en un experimento que no fue extremadamente nuevo.
"La vacuna ya ha sido probada en su tercera dosis en los pacientes que participaron en la prueba del año pasado con una efectividad muy buena y un éxito probado de 90 a 95 por ciento", declaró la científica en una entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública
El diseño del experimento mantuvo una extraordinaria conciencia social dijo la experta al agregar que esta vacuna es un esquema más tradicional y no la técnica del "mensajero" que emplean las vacunas de Pfizer y Moderna.
"La vacuna RNA manda un mensaje para que el cuerpo construya la proteína y esta estimula el sistema inmune. Aquí tenemos la proteína metida en una capa de líquido microscópico que produce una partícula similar a la espiga del virus para que el cuerpo desarrolle inmunidad", dijo.
La Doctora Zorrilla recordó que el estudio en cuestión que ayudó a administrar reclutó a treinta mil personas en un número similar a la cantidad de voluntarios que lograron en Pfizer y Moderna.
"Los voluntarios en el caso de Moderna y Pfizer se les dio a la mitad la vacuna y al resto placebo, pero en el caso de Novavax a dos terceras partes se les puso vacuna, lo que significa que hay más oportunidad de tener un resultado positivo real", indicó.
El estudio de Novavax realizó un cruce, administrando vacunas a todo el que había tomado placebo de forma "ciega". En nuestro estudio todo el mundo al final al cabo de seis meses recibieron la vacuna", agregó.
Zorrilla admitió que resultó frustrante que la compañía no tuvo la cantidad de productos necesarios el año pasado para pedir la autorización a la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA).
El mes pasado comentó Zorrilla, la autorización se pidió y estando ya aprobada en Europa, la vacuna podrá ser usada en Estados Unidos y Puerto Rico. "La experiencia anecdótica me dice a mí que tuvimos menos infección de COVID que las otras vacunas", dijo la especialista.
Colector de saliva para pruebas de COVID-19 creado en Puerto Rico
Por otra parte, científicos puertorriqueños desarrollaron un colector de saliva en las pruebas de COVID que permite ejecutar análisis más cómodos que sustituyen la incómoda muestra desde la nariz o la nasofaringe, confirmó una de las principales investigadoras de la Isla.
La misma doctora Carmen Zorrilla ofreció el dato en una entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública al repasar los éxitos boricuas en la realización de proyectos de investigación en el transcurso de la pandemia. Expertos puertorriqueños han logrado realizar múltiples estudios usando donativos de 10 millones de dólares para investigación
"Estas pruebas de saliva se pueden dar utilizando muestras pequeñas y facilita tomar muestras en grupo y en escuelas"dijo la experta al agregar que este es uno de los adelantos que tenemos que tener en la isla gracias al esfuerzo de investigadores locales.
"Las pruebas son muy buenas, queremos extenderlas porque ya están aprobadas por la Agencia Federal de Drogas y Alimentos", dijo al tiempo que indicó que hay expertos que sostienen que la prueba de saliva es más sensitiva y eficiente para detectar la variante de Ómicron.
Zorrilla dijo que desde el inicio de la pandemia, científicos, médicos y tecnólogos médicos intentaron contribuir al esfuerzo de detectar la incidencia de COVID en la Isla, pero al principio tuvieron dificultades porque aunque tenían el equipo en el Recinto de Ciencias Médicas no tenían el número adecuado de reactivos para las pruebas diagnósticas.
Los científicos crearon entonces un pote de fondos para la investigación biomédica que logró reunir los recursos para comprar los reactivos. "Fue un trabajo muy bonito porque reunió a científicos que conocemos y somos amigos, pero cada cual trabajaba por su lado en su propio mundo y de momento trabajamos todos juntos", dijo Zorrilla.
Agregó que luego el grupo logró reunir los recursos para establecer un servicio de pruebas moleculares por servicarro que aún está vigente y ha sido muy útil en el reciente repunte de casos de COVID-19 bajo la variante del Ómicron.
Vea la entrevista completa: