El coronavirus puede afectar no solo el sistema respiratorio de los pacientes sino a órganos como el hígado, los riñones, los intestinos, el corazón y el cerebro.
Con información de BBC
Pese al poco tiempo que lleva circulando el COVID-19, la preocupación respecto a su complejidad es cada vez mayor, especialmente cuando aumentan las cifras de contagios y fallecimientos.
Este nuevo virus no solo afecta el sistema respiratorio de los pacientes sino que además, compromete órganos como el hígado, los riñones, los intestinos, el corazón y el cerebro.
Una de las complicaciones más preocupantes es la inusual formación de coágulos sanguíneos en muchos pacientes con COVID-19 , incluso aquellos que estaban recibiendo anticoagulantes.
Estos coágulos pueden llegar a órganos como el pulmón, el corazón o el cerebro, y causar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares (ACV), con consecuencias fatales.
Hace unos días, los médicos de la cadena hospitalaria Monte Sinaí en Nueva York publicaron estudios que sugieren que los coágulos, especialmente en los pulmones, juegan un papel importante en los casos más graves de COVID-19 .
Los expertos también revelaron que los coágulos pueden estar relacionados con la incidencia de ACV en pacientes jóvenes infectados con el coronavirus.
Médicos en varios países informan problemas similares.
Un análisis de 183 pacientes de covid-19 realizado por científicos chinos reveló que el 71% de los que murió tenía coágulos.
En Países Bajos, un estudio de 184 pacientes con covid-19 ingresados en terapia intensiva descubrió que un tercio tenía coágulos.
En Estados Unidos, el principal epicentro de la pandemia, donde esta semana ya se habían confirmado más de un millón de casos y más de 65.000 muertos, muchos médicos ya ubican a los coágulos entre las principales causas de muerte en pacientes con COVID-19, detrás del síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés).
Aunque la formación de coágulos no es infrecuente en pacientes críticos, los médicos se sorprenden de la magnitud del problema en los casos de coronavirus.
"Esto es muy diferente de lo que estamos acostumbrados a ver en las unidades de cuidados intensivos", le dijo a BBC Brasil el cirujano Craig Coopersmith, especialista en terapia intensiva y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory en Atlanta (EE.UU.).
"Estamos muy acostumbrados a tener pacientes graves en la UCI, pacientes con respiradores, con insuficiencia orgánica múltiple", describe.
"Pero lo que es muy diferente acerca de la COVID-19 es que estamos viendo una carga de coágulo mucho mayor y muchos más pacientes están muriendo debido a esos coágulos".
Coopersmith dice que la formación de coágulos en pacientes con COVID-19 comenzó a llamar su atención hace aproximadamente un mes.
Intercambiando mensajes con otros médicos de cuidados intensivos de la red de 10 hospitales universitarios en el estado de Georgia, se dio cuenta de que todos observaban el mismo fenómeno.
"Claramente es algo que está sucediendo en todo el país y en todo el mundo", detalla.
Según los médicos, los coágulos en las piernas se observan con más frecuencia de lo normal en pacientes con COVID-19 .
Estos coágulos pueden soltarse y migrar a los pulmones. Dependiendo del tamaño del coágulo, la circulación pulmonar puede interrumpirse por completo y provocar la muerte.
El doctor Gregory Piazza, especialista en medicina cardiovascular en el Hospital Brigham and Women's de Boston y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, le dice a BBC Brasil que también comenzó a observar la formación de coágulos principalmente en pacientes con covid-19 que estaban en cuidados intensivos, en estado grave y con respiradores.
"Estamos encontrando coágulos en las piernas, lo que llamamos trombosis venosa profunda, muchos coágulos en los pulmones, lo que llamamos embolia pulmonar", describe Piazza, que está realizando un estudio sobre las complicaciones cardiovasculares de COVID-19, centrándose en investigar la frecuencia de estos coágulos.
Según Piazza, se cree que muchos de los pacientes con COVID-19 que mueren repentinamente pueden haber sido víctimas de embolia pulmonar.
Pero también se han visto coágulos en otras partes del cuerpo de los pacientes.
"En algunos casos, vemos la formación de coágulos grandes en las arterias", detalla Piazza.
"Puede ser en las arterias del corazón, lo que causa un infarto, en las arterias del cerebro, que causa un derrame cerebral, o, en ocasiones, en las arterias de las extremidades, lo que puede provocar los brazos y las piernas del paciente estén en riesgo y crea la posibilidad de que sea necesaria una amputación", afirma.
Uno de los casos que atrajo la atención recientemente en Estados Unidos fue el del actor Nick Cordero, de 41 años, que fue hospitalizado después de contraer el coronavirus y le amputaron la pierna derecha después de complicaciones relacionadas con la formación de coágulos.
"También estamos viendo muchos pacientes sanos que sufren accidentes cerebrovasculares", asegura a BBC Brasil el especialista en enfermedades pulmonares Hooman Poor, profesor de la Escuela de Medicina Icahn, el brazo académico del sistema hospitalario Monte Sinaí en Nueva York.
La semana pasada, los médicos de ese hospital dieron a conocer detalles sobre cinco pacientes infectados con coronavirus que sufrieron un ACV.
Tenían entre 33 y 49 años, muy por debajo del grupo de edad común en estos casos, y solo tenían síntomas leves o no tenían señales de covid-19.
Algunos no sabían que estaban infectados ni se dieron cuenta de que estaban sufriendo un derrame cerebral, y no pidieron ayuda por temor a una infección en el hospital.
Muchos de los pacientes que tenían problemas con los coágulos tomaban medicamentos anticoagulantes, lo que, según los médicos, hace que la imagen sea aún más inusual.
Uno de los fenómenos observados es el de las máquinas de diálisis, utilizadas para filtrar impurezas de la sangre, bloqueadas por coágulos.
Coopersmith dice que aproximadamente el 20% de los pacientes con covid-19 tienen insuficiencia renal y necesitan diálisis.
"Estábamos viendo muchos casos de obstrucción de la máquina de diálisis. Así que cambiamos a un tipo diferente de anticoagulante, el tipo con el que nunca se ve la formación de coágulos", apunta.
"Pero todavía estábamos viendo las máquinas bloqueadas, tres veces al día, que es algo totalmente diferente de lo que estamos acostumbrados", describe.
Los médicos también han informado de la presencia de grandes cantidades de microcoágulos en los pulmones de pacientes con covid-19.
Todavía no hay consenso sobre qué está causando coágulos en pacientes con covid-19. "En este momento, hay mucha especulación", señala Coopersmith.
Dice que hay múltiples factores que deben estar presentes para que la sangre coagule y que el cuerpo busca constantemente un delicado equilibrio entre la coagulación y el sangrado.
"Lo que sabemos hasta ahora es que esto está muy desequilibrado en pacientes con covid-19. Y hay varios informes sobre por qué sucede esto, pero cada informe es diferente", afirma.
No se sabe si los coágulos son causados por el coronavirus o por una respuesta del sistema inmune para combatir el virus. Además, muchos de los pacientes están inmovilizados, lo que también aumenta el riesgo de coagulación.
Según Poor, del hospital Monte Sinaí, aún no se sabe si los coágulos son solo un efecto secundario de lo que les está sucediendo a los pacientes o si están causando insuficiencia orgánica.
"No sabemos si hay un proceso que está causando daño a los pulmones y luego algunos pacientes también están experimentando la formación de coágulos, o si los coágulos juegan un papel más importante", dice Poor.
"Existe una alta probabilidad de que, en muchos casos, los coágulos estén causando insuficiencia orgánica. Pero no sabemos el porcentaje de casos".
Algunos hospitales administran anticoagulantes a todos los pacientes hospitalizados con covid-19.
Pero los expertos advierten que este tipo de tratamiento requiere mucho cuidado ya que puede aumentar el riesgo de sangrado y enfatizan que se necesitan más estudios.
Coopersmith señala que la pandemia tiene solo unos pocos meses y aún queda mucho por descubrir sobre el coronavirus. "Estamos aprendiendo un poco más cada día", concluye.