Las alternativas terapéuticas para la cardiomiopatía hipertrófica están enfocadas en aliviar síntomas y evitar la muerte cardíaca súbita.
La cardiomiopatía hipertrófica no suele presentar síntomas, sin embargo, los pacientes pueden tener dolor en el pecho, pérdida de conocimiento, falta de aire y muertes repentinas a causa del engrosamiento del músculo del corazón.
De acuerdo con el Dr. Francisco Merced, cardiólogo y especialista en fallo cardíaco, la miocardiopatía hipertrófica “es una condición asociada a una mutación en los genes que codifican las proteínas que componen las fibras musculares”.
La cardiomiopatía hipertrófica no tiene cura
Pese a que es una afección incurable, los tratamientos actuales permiten controlar los síntomas y disminuir el riesgo de muerte súbita cardíaca en los pacientes con alta predisposición. Cabe mencionar que las alternativas terapéuticas dependen de la gravedad de los síntomas, por lo que los especialistas pueden optar por brindar tratamientos orales o intervenciones quirúrgicas.
“Desafortunadamente, no tiene cura y todos nuestros esfuerzos están enfocados en manejo de síntomas del paciente y prevención de muerte cardíaca súbita. Para ello tenemos medicamentos, intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas, especialmente pruebas genéticas para identificar a los pacientes”, indicó el experto durante una entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública.
Tratamientos orales: betabloqueadores
La literatura médica refiere que los medicamentos pueden ayudar a reducir la fuerza con la que el músculo cardíaco se contrae y la frecuencia cardíaca para que el corazón pueda bombear mejor la sangre.
Algunos medicamentos que cumplen esa función son los betabloqueadores, bloqueadores de canales de calcio, medicamentos para el ritmo cardíaco y anticoagulantes en caso de fibrilación auricular, una condición que puede aumentar el riesgo de muerte súbita.
“Generalmente, usamos medicamentos que nos ayuden a modular esa contractilidad y a controlar un poco el pulso, tenemos los betabloqueadores y los diuréticos que hay que utilizar con mucha cautela”, informó el cardiólogo acerca de estos fármacos.
“También tenemos medicamentos más novedosos como uno que sé aprobó recientemente, que está dirigido directamente a trabajar las fibras del miocardio y de esa manera modular la contractilidad del corazón y reducir los síntomas de obstrucción”, complementó.
Es importante aclarar que la expectativa de vida de los pacientes con cardiomiopatía hipertrófica no es igual a las personas sin la condición. Los medicamentos ayudan a disminuir los síntomas, pero no a lograr el desempeño normal del paciente y es allí cuando los especialistas acuden a intervenciones invasivas.
Intervenciones percutáneas y quirúrgicas
“Tenemos una alternativa quirúrgica que se conoce como una miectomía con un cirujano experto en cirugía cardiaca y él lo que va a reducir el espesor del músculo del corazón y liberar esa obstrucción”, recalcó Merced.
Por lo general, esta cirugía a corazón abierto se puede recomendar si los medicamentos no mejoran los síntomas en los pacientes.
“También hay intervenciones percutáneas como la ablación septal con alcohol que las hacen los cardiólogos intervencionistas, donde por medio de catéteres pueden ir directamente a la arteria coronaria que le suple sangre al miocardio e inducir cierto tipo de infartos controlados, de tal manera que ese tejido que está creciendo anómalamente muera”, añadió.
Desfibrilador cardioversor implantable
Otra opción conocida en la medicina cardiovascular es el desfibrilador cardioversor implantable, un pequeño dispositivo que controla continuamente los latidos del corazón y se implanta en el pecho como un marcapasos.
Finalmente, el médico indicó que cuando el paciente no responde a los tratamientos médicos y no es candidato a la alternativa quirúrgica, “tenemos que pensar en una medida de avanzada, que es el trasplante”.
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