El trasplante de corazón es un procedimiento quirúrgico en el que se extirpa un corazón con dificultades o fallas y se reemplaza por el corazón sano de un donado por alguien más.
La donación de órganos se ha convertido en un reto para los sistemas de salud. Concientizar a las personas sobre la posibilidad de ayudar a otros si está a nuestro alcance con un noble gesto es un ideal que se busca fortalecer.
La donación de este órgano y quizás la más compleja, ya que para que esta se pueda realizar es necesario que el donante esté clínicamente muerto y que este dependiendo de un soporte vital.
Debe asegurarse de que el corazón no esté enfermo y deben hacerse pruebas para determinar si el tipo de sangre y el tejido de quien dona y de quien va a recibir el trasplante es lo más compatible posible para que el cuerpo no lo vaya a rechazar.
¿En qué consiste el procedimiento?
El paciente es completamente anestesiado y posteriormente todo el procedimiento se realiza a través de un corte que se realiza en el esternón.
-Mientras el cirujano trabaja en su corazón una máquina es la encarada de “sustituir sus funciones” y la de los pulmones suministrando correctamente sangre y oxígeno al resto el cuerpo.
-Luego de unas horas, se extrae el corazón y se ubica el donado en su posición. Posteriormente la máquina de circulación extracorpórea se desconecta y el corazón trasplantado empieza a bombera la sangre y a enviar el oxígeno.
-El paciente es entubado para facilitar la expulsión del aire, líquidos y sangre acumulados, hasta que los pulmones recuperan su estado natural y vuelven a actuar con normalidad.
