Palpitaciones cardíacas, problema normalmente inofensivo, escondería enfermedades graves

Es muy usual que en algún momento de su vida, la mayoría de las personas puedan experimentar palpitaciones cardíacas.

Pedro Felipe Cuellar

    Palpitaciones cardíacas, problema normalmente inofensivo, escondería enfermedades graves

    Las palpitaciones cardíacas, se refiere a la sensación de que el corazón va rápido o late fuertemente, en la mayoría de los casos, no resulta preocupante, sin embargo, es de vital importancia conocer cuándo se trata de un fenómeno inofensivo y cuándo puede ser un signo de algo más grave.

    ¿Qué son las palpitaciones?

    Habitualmente, las personas no percibimos nuestro ritmo cardíaco. Sin embargo, determinadas alteraciones del mismo pueden hacer que lo notemos de manera consciente: por ejemplo, cuando late más rápido, más lento, más fuerte o más irregularmente de lo común. Se trata de una sensación que puede ser molesta y preocupante, pero en la mayoría de los casos no es grave.

    De hecho, las palpitaciones pueden estar ocasionadas por emociones fuertes, como pánico, miedo, estrés o ansiedad; por trastornos psiquiátricos como la depresión o la ansiedad; por realizar actividades físicas intensas; por el consumo de estimulantes como la cafeína, la nicotina, la cocaína, las anfetaminas, los medicamentos para el resfriado, los que contienen pseudoefedrina y otras sustancias como el cannabis; o, también por la fiebre.

    En ocasiones, no obstante, las palpitaciones pueden evidenciar problemas más graves, como problemas en la glándula tiroides (hipotiroidismo e hipertiroidismo) o afecciones cardíacas con alteración del ritmo cardíaco (arritmia).

    ¿Cómo distinguir si hay una enfermedad grave?

    Cuando la palpitación es el único síntoma, dura poco, es ocasional, y no existe un diagnóstico previo de problemas cardiovasculares o de tiroides, lo más seguro es que no nos esté sucediendo nada grave. En otras circunstancias, no obstante, si se vuelve conveniente buscar atención médica.

    Así, deberemos actuar si las palpitaciones se vuelven frecuentes, persistentes o empeoran; o, también, si van acompañadas de otros síntomas como dolor en el pecho, desmayo, falta grave de aire o mareos intensos.

    ¿Cómo calmarlas?

    Si las palpitaciones se deben a que padecemos otra enfermedad de fondo, la manera de atajarlas es tratar dicha condición, ya que las palpitaciones son únicamente un síntoma de la misma.

    Si, por el contrario, aparecen sin motivo aparente, la forma más adecuada de tratarlas es evitar sus desencadenantes: evitando situaciones de estrés (o poniendo en marcha estrategias para combatirlo cuando surja, como meditación profunda o yoga), evitar el consumo de sustancias estimulantes y drogas ilegales, moderar la intensidad de la actividad física.

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