Durante el mes de septiembre es el mes donde se celebra la prevención del este grupo de patologías
La enfermedad arterial periférica ocurre cuando hay un estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón, y, entre los factores de riesgos más allá de la arteriosclerosis, figura la hipertensión, confirmó el Dr. Rafael Santini, cirujano vascular del Centro Médico Episcopal San Lucas de Ponce.
Las expresiones del cirujano se dieron durante su intervención especial con el programa Conéctate Con Tu Especialista, un producto original de la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) que nació de la necesidad de conectar a los pacientes con distintas especialidades médicas ante la fragmentación social provocada por la pandemia COVID-19.
Este programa sale en vivo todos los jueves a las cinco de la tarde y es un médico el que directamente le habla a la comunidad de pacientes que día a día consumen la programación especializada en medicina, salud pública e investigación.
Aunque la acumulación de las placas provocan que las arterias se estrechen o se obstruyan puede provocar la obstrucción del flujo sanguíneo y causar la muerte de los tejidos y, a veces, la amputación del pie o la pierna, el Dr. Santini sostuvo que, la alteración de la presión sanguínea puede contribuir al desarrollo de la enfermedad periferovascular hasta en un 5% de los pacientes que la padecen.
“En el caso de la enfermedad periférica arterial, puede tener complicaciones como úlceras, gangrenas y amputaciones de las piernas. La estadística dice que alrededor de entre un 10 a un 14% de la población norteamericana padece de la enfermedad periférica arterial. Si lo extrapolamos a Puerto Rico, podemos decir que puede haber entre 300 a 400 mil personas que padezcan de esta enfermedad, siendo una estadística alta ante los pocos especialistas vasculares que pueden tener práctica en Puerto Rico”, explicó.
Al tiempo que añadió que muchas veces está enfermedad es silenciosa y por ello se debe hacer seguimiento si el paciente ha tenido algún dolor por mínimo que sea relacionado con una presión en el tobillo, punto en el que se realiza la prueba para diagnosticar.
“La enfermedad periférica vascular puede estar asociada a las arterias del corazón, arteria del abdomen, aorta y las carótidas. Es decir, tener uno de estos problemas de vasos sanguíneos relacionados con la hipertensión puede predisponer a problemas en otros lugares del cuerpo”, explicó.
En cuanto a los síntomas que pueden aparecer, el doctor Santini señaló la claudicación es uno de ellos, el cual trae como consecuencia dolor al caminar distancias cortas, en la batata o en los pies y se dan con frecuencia después de que ya se ha iniciado el deterioro de la zona afectada.
“Esto es un síntoma temprano que de tratarse a tiempo evitaría la gangrena, la cual podría terminar en la amputación del miembro. Una de las cosas que nosotros tratamos de evitar es llegar al punto de que la persona pierda una parte de su cuerpo, de allí la importancia de un diagnóstico temprano y de que la persona pueda prestarle atención a los cambios en su cuerpo”, explicó.
Incluso, agregó que al menos el 25 por ciento de los pacientes a los que se les realiza una amputación por encima de la rodilla fallecen entre los primeros doce meses luego de realizada la cirugía, por ello los especialistas insisten en la necesidad de las revisiones periódicas luego del diagnóstico.
En el caso de los pacientes que tienen retinopatía diabética o neuropatía perifiral, el doctor precisó que es imperativo que mantengan seguimiento por parte del especialista, ya que el riesgo de amputación es mayor.
Factores de riesgo
El principal factor de riesgo de la enfermedad arterial periférica es el fumar. Otros incluyen el envejecimiento y afecciones como la diabetes, colesterol alto, presión arterial alta, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.
Muchas personas que tienen enfermedad arterial periférica no presentan síntomas. Si usted tiene síntomas, estos pueden incluir:
*Dolor, entumecimiento, molestia o pesadez en los músculos de las piernas. Esto ocurre al caminar o subir escaleras
*Pulso débil o ausente en piernas o pies
*Heridas o llagas en los dedos de los pies, pies o piernas que tardan en sanar, no sanan o sanan mal
*Color pálido o azulado de la piel
*Temperatura más baja en una de las piernas comparada a la otra
*Poco crecimiento de las uñas de los pies o del pelo en las piernas
*Disfunción eréctil, especialmente en hombres diabéticos
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