Estudios estiman que el 70% de los pacientes que tienen isquemia crítica en cinco años ya han tenido un infarto masivo
Estudios estiman que el 70% de los pacientes que tienen isquemia crítica en cinco años ya han tenido un infarto masivo
Doctor Eric Carro, cardiólogo intervencional y especialista en medicina vascular
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
“La enfermedad arterial periférica comprende cualquier vaso sanguíneo que esté obstruido fuera del corazón”. Así afirmó en entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) el doctor Eric Carro, cardiólogo intervencional y especialista en medicina vascular sobre esta afección que podría alterar en gran medida la calidad de vida de quienes la padecen.
Según indicó el galeno, la enfermedad arterial periférica, (PAD, por sus siglas en inglés) afecta en Estados Unidos a entre ocho y nueve millones de personas.
Adicionalmente, la enfermedad afecta generalmente las arterias de las piernas y su síntoma característico es el “dolor que afecta a la persona cuando camina o realiza algún ejercicio: le da dolor, ya sea en los músculos, en las pantorrillas; lo que lo hace detenerse”, indicó el cardiólogo. Sin embargo, resaltó que, en la mayoría de las personas los síntomas son atípicos.
Algo muy importante es que (en la enfermedad arterial periférica) esa tapadura de las arterias -que limita el flujo a distintas áreas, en este caso a las piernas- podría llevar a úlceras y es una de las razones principales por las cuales una persona podría presentar gangrena y, por ende, requerir amputación.
“Aunque a veces nos enfocamos primordialmente en los síntomas de la enfermedad arterial periférica, en el dolor en las piernas y en la importancia de evitar una amputación en los pacientes que la padecen, realmente eso no es lo más importante”
declaró el doctor.
Al respecto, aseveró que lo más importante en el proceso de la PAD es la aterosclerosis. Este es un proceso, según indica el cardiólogo, en el cual “las arterias se tapan con grasa, con calcio y ese proceso no ocurre solamente en las arterias de las piernas”.
Y es que en este proceso se tapan además las arterias del cuello, del corazón y del cerebro, lo que provocaría ataque cardíaco o derrame cerebral.
“Cuando una persona es diagnosticada con enfermedad arterial periférica ya uno sabe que ese riesgo de tener un infarto o a morir de causas cardiovasculares puede ser tan alto como el que ya ha tenido un infarto en el pasado”
resaltó el doctor a MSP.
“Toda persona mayor de 65 años tiene un muy alto riesgo de padecer esta enfermedad. Se estima que más de una quinta parte de la población de más de 65 años tiene enfermedad arterial periférica”.
Además, existen algunas condiciones que propician esta afección que, a su vez, coinciden con las que promueven los infartos del corazón, los derrames cerebrales y la enfermedad coronaria: “son la diabetes, la alta presión, el colesterol alto, el historial de enfermedad cardiovascular temprana (antes de los 55 años en el caso de los hombres y, en cuanto a las mujeres, antes de los 65 años de edad)”.
Por otro lado, el doctor señaló el hábito de fumar como uno de los principales riesgos asociados a la PAD, así como “el sobrepeso y el estilo de vida sedentario”.
Por ello, la importancia de atender estas condiciones y controlar la diabetes, la presión, hacer ejercicio, mantener un peso adecuado y no fumar.
En cuanto a los profesionales de la salud, el galeno indicó la importancia de realizar un examen exhaustivo a cada paciente en el cual se ha de incluir el análisis del pulso en los pies: “Cuando la persona tiene ausente el pulso en los pies, eso es un hallazgo que nos podría hacer pensar en la enfermedad arterial periférica”.
En este sentido, el doctor señaló que existe un sencilla prueba llamada índice tobillo-brazo en la cual se compara la presión del brazo con la presión en el tobillo, donde se supone que sean muy similares. Con este estudio, si la presión del tobillo es más baja que la del brazo, se podría diagnosticar PAD.
Algunas alternativas de tratamiento incluyen la sonografía vascular o el ateriograma, un proceso mediante el cual se determina si las arterias están tapadas. Por otro lado, existen dos medicinas aprobadas en la prevención del infarto, el derrame cerebral y la progresión de la condición: los antiplaquetarios, específicamente la aspirina que, desde su baja dosis de 81 mg, puede ayudar al paciente en la prevención de estos eventos.
Además, se encuentran las estatinas o medicamentos para disminuir el colesterol. Estas deben ser usadas en el paciente con enfermedad arterial periférica aunque este tenga el colesterol normal. “No es para bajar el colesterol, es para disminuir el riesgo de un infarto o un derrame”, afirmó el galeno a MSP.
En cuanto a las terapias el doctor refirió que “la gran mayoría, más de la mitad de los que vienen a verme con dolor en las piernas al caminar, solamente con las cosas que yo he dicho hasta este momento, incluyendo el caminar y medicamentos, se le quitan los dolores al caminar”, indicó el doctor.
Son pocos los pacientes a los cuales es necesario destapar las arterias del corazón, afirmó el doctor. Sin embargo, hay alternativas que mejoran calidad de vida, entre ellas la angioplastia o los bypass.
“Lo más importante en esta condición, aparte de los cambios de estilo y tener una vida saludable, es el ejercicio”, comentó el doctor. Carro recomienda 30 minutos de ejercicio continuo cinco veces a la semana para mejorar la circulación.
Por otro lado señaló que el grupo de mayor riesgo son aquellos con “isquemia crítica o los que tienen ya úlceras que no sanan o poseen riesgo de una amputación, ese es el paciente que hay que darle más prioridad. Porque de no atenderlo no solamente puede perder su pierna, sino perder su vida”, comentó a MSP el doctor Carro.
Según el Dr. Carro, estudios estiman que el 70% de los pacientes que tienen isquemia crítica en cinco años ya han tenido un infarto masivo, un derrame cerebral masivo o han muerto. Esta mortalidad es tan inquietante que el doctor incluso la compara con los peores cánceres.
Finalmente, el doctor señaló la necesidad de atender esta condición y tener en cuenta todas las alternativas que la medicina propone actualmente y que siguen desarrollando con el fin de disminuir el riesgo de infarto y muerte en esta condición.