Los probióticos también pueden ayudar a reducir la duración de la diarrea infecciosa pediátrica aguda en algunos casos, pero no todos los estudios han respaldado su eficacia.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Los probióticos, microorganismos vivos como bacterias y levaduras, son consumidos por sus beneficios para la salud, según la Oficina de Suplementos Dietéticos (ODS), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.
Estos probióticos, que incluyen lactobacilos, bifidobacterias, saccharomyces, estreptococos, enterococos, escherichia y bacilos, ejercen sus efectos principalmente en el aparato digestivo, donde pueden influir en el microbioma intestinal, compuesto en su mayoría por bacterias que residen en el intestino grueso.
Proteger el sistema digestivo
Se ha observado que el consumo adecuado de probióticos puede proteger el sistema digestivo, mejorar la digestión y la función intestinal, así como proporcionar otros posibles beneficios para la salud.
¿En dónde encontrar estos probióticos?
Los probióticos se encuentran de forma natural en algunos alimentos fermentados y se agregan a algunos productos alimenticios, además de estar disponibles en forma de suplementos dietéticos.
Por ejemplo, el yogur se fabrica al añadir microorganismos vivos como lactobacilos o estreptococos a la leche, aunque la efectividad de estos microorganismos depende de los tipos y cantidades utilizados. Otros alimentos fermentados, como el vinagre de manzana, el kimchi y el chucrut, también contienen microorganismos, pero su efectividad aún no ha sido ampliamente estudiada.
Algunos alimentos no fermentados, como cereales, jugos, leches, barras nutritivas y fórmula para bebés y niños pequeños, también pueden contener microorganismos agregados, cuya eficacia como probióticos depende de su tipo y cantidad.
Beneficios comprobados
La ODS respalda la existencia de ciertos beneficios de los probióticos respaldados por evidencia científica. Estudios han sugerido que el consumo de estos durante el embarazo y la infancia podría reducir el riesgo de dermatitis atópica y disminuir la gravedad de los síntomas, aunque los efectos varían según la cepa probiótica y el momento de consumo.
Los probióticos también pueden ayudar a reducir la duración de la diarrea infecciosa pediátrica aguda en algunos casos, pero no todos los estudios han respaldado su eficacia. Asimismo, se ha observado que ciertas cepas de estos microorganismos podrían reducir el riesgo de diarrea relacionada con antibióticos en personas menores de 65 años, pero no en personas mayores. Además, pueden tener un efecto beneficioso en la colitis ulcerosa y el síndrome de intestino irritable, aunque la respuesta puede variar según la cepa probiótica y otros factores.
Posibles efectos perjudiciales
En cuanto a los posibles efectos perjudiciales, la ODS señala que, en general, los probióticos han sido utilizados en la fermentación de alimentos durante milenios y rara vez causan problemas en personas sanas, aunque pueden provocar gases.
Sin embargo, en personas gravemente enfermas o con un sistema inmunológico debilitado, existe un mayor riesgo de infecciones bacterianas u otras complicaciones. Dado que no existen recomendaciones oficiales para el uso de probióticos, la ODS sugiere que las personas interesadas en probarlos consulten a un profesional de la salud.
Fuente consultada aquí.