Trasplante de médula ósea: la historia de la puertorriqueña que venció el linfoma

Pese a todos los pronósticos, Marilyn López Torres salió victoriosa del linfoma no Hodgkin diagnosticado en dos ocasiones y un trasplante de médula ósea para tratar esta anomalía.

Belinda Burgos Belinda Burgos
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Trasplante de médula ósea: la historia de la puertorriqueña que venció el linfoma

Pese a todos los pronósticos, Marilyn López Torres salió victoriosa del linfoma no Hodgkin diagnosticado en dos ocasiones y un trasplante de médula ósea para tratar esta anomalía. 

Marilyn es una puertorriqueña de 34 años, madre de dos pequeñas que le contó su emotivo testimonio a la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) en donde exhorta a los pacientes a confiar en Dios para superar situaciones tan difíciles como el cáncer.


“Para el año 2016 yo fui diagnosticada con linfoma no Hodgkin, recibí el tratamiento y en el 2019 nuevamente fui diagnosticada con linfoma. Al haberme vuelto el cáncer por segunda vez, mi oncólogo Fernando Cabanillas decide pausar la quimioterapia para sanarme de este nuevo linfoma y decide transferirme al oncólogo Alexis Cruz para realizarme el trasplante de médula ósea para tratar que en próximos años no me vuelva otra vez el linfoma”, narró a MSP Marilyn.

Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, el linfoma no Hodgkin es un término que se utiliza para muchos tipos de linfoma que todos comparten las mismas características. Hay otro tipo principal de linfoma, denominadolinfoma de Hodgkin, que es tratado de manera diferente. 

Antes del trasplante


Mayo Clinic define el trasplante de médula ósea como un procedimiento que infunde células madre sanas que forman sangre en el cuerpo para reemplazar la médula ósea dañada o enferma. Previo a la realización del procedimiento se debe realizar una quimioterapia para que el procedimiento sea exitoso. 


“El día antes del trasplante te dan una quimio muy fuerte que te borra todo el sistema inmune y te borra tanto el sistema inmune que entonces mata las células del cabello y las que uno tiene en el cuerpo. (...) Antes del trasplante tu estas cinco días con quimios, luego te dan el trasplante y luego los otros días que restan son simplemente tu estar hospitalizado para la recuperación, para ver que haya aceptado el trasplante”, contó la paciente.

 

¿Miedo durante el trasplante?

Los trasplantes de médula ósea pueden beneficiar a personas con diversas enfermedades cancerosas (malignas) y no cancerosas (benignas). Este procedimiento podría causar algunos efectos secundarios que podrían generar pánico en los pacientes y al estar en una pandemia, podría haber más miedo: ¿qué sintió Marilyn? 



Marilyn celebrando que salió bien del trasplante.


Cero efectos secundarios 

Algunas personas experimentan problemas mínimos con un trasplante de médula ósea, mientras que otras pueden tener complicaciones graves que requieren tratamiento u hospitalización. El caso de Marilyn fue particular. 

“Yo no duré ni una hora en mi trasplante y antes, durante y después Dios estuvo conmigo en todo momento. He estado en la oficina con otros pacientes que también se han trasplantado y han tenido varios efectos: vómito, les da diarrea, les dan calambres y Dios ha estado conmigo allí en ese momento y yo no sentía absolutamente nada. Yo pienso también que como uno lo tome lo positivo, que cada uno tome la situación y uno se encomiende a Dios y diga: ‘vamos a empezar esto y es algo tranquilo y rápido’ y así mismo fue”, dijo emocionada.

La fe: indispensable en el tratamiento de Marilyn

Marilyn está infinitamente agradecida con el personal médico que la asistió. Sin embargo, según ella, la fe le permitió seguir avante de esta difícil situación de la que muy pocas personas logran salir sin complicaciones. 

“Yo soy bien cristiana y bien creyente, siempre confiaba en que Dios estaba utilizando a los doctores para que todo este proceso surgiera como él quería y siempre confié. Siempre estuve bien firme en mi fe y siempre tuve esa certeza de que iba a ser y de que iba a salir bien”, dijo la paciente.

Apoyo familiar

Su esposo y sus pequeñas hijas fueron una luz al final del camino. El apoyo familiar, según ella, fue indispensable para enfrentar el trasplante de médula ósea y las complicaciones que en ocasiones puede desarrollar el linfoma

“Los papás, los abuelos, personas allegadas y las amistades que son vínculos de esa familia, ese apoyo es épico y te dan esa tranquilidad de que todo va a estar bien, de que cuando tú regresas vas a tener que ayudar en esta tarea porque uno no puede hacer todo lo que hacía antes. En lo que uno se recupera son un apoyo vital”, dijo López.

 Marilyn junto a su familia.

Después del trasplante

Según MayoClinic, en los días y las semanas posteriores al trasplante de médula ósea, se realizarán análisis de sangre y otras pruebas para controlar la afección. Es posible que necesite medicamentos para controlar las complicaciones, como náuseas y diarrea. ¿Cómo fue el caso de Marilyn?

“La semana pasada me dieron permiso para limpiar mi casa poco a poco. Ellos te dan un formulario con todas las instrucciones y te dan un calendario por mes para saber las actividades que puedes ir haciendo. Tan pronto sales del trasplante no puedes limpiar la casa, no puedes estar donde hay olor fuerte, ni químico fuerte, no puedes comer frutas y vegetales. He podido empezar a limpiar mi casa, pero no puedo bregar con plantas, no puedo meterme a una piscina pública ni acercarme a alguna bacteria o infección”, ahondó.

Exhortación a quienes se enfrentan a este proceso

Esta paciente le recomienda a las personas que serán trasplantadas que confíen en Dios y se mantengan positivos para que todo salga bien y eviten complicaciones.

“Mi recomendación es que no teman, que no vean mucha cosa en las redes sociales, a veces uno lee tantas cosas de páginas que no son fiables. Confíen en Dios y en las herramientas que usan los doctores para salvarlos y sigan todas las indicaciones de los doctores”, concluyó Marilyn López en diálogo con MSP.

Periodista y MPH, Bachillerato en Periodismo y Prejurídico de la Universidad del Sagrado Corazón y graduada de la Maestría en Salud Pública, de la Escuela de Medicina San Juan Bautista, Jefa de Redacción con 11 años de experiencia y líder de Redacción de la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP).