La esquizofrenia es una condición crónica y severa, su diagnóstico no es inmediato, requiere una evaluación detallada y un enfoque multidisciplinario para asegurar una intervención efectiva.
Durante una conversación exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con la Dra. Anabelle Rodríguez Llauguer; psiquiatra y directora médico de Sima; Jazmín Jiménez Montes; paciente, y la Lcda. Ginger Santiago Matos, trabajadora social clínica. Se conversó sobre el diagnóstico diferencial de esquizofrenia y alternativas de tratamiento.
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta las funciones cognitivas, emocionales y sociales de quienes lo padecen. Según la Dra. Rodríguez, "puede ser hereditaria, es una condición crónica de salud mental, es de las condiciones que pueden llevarnos a unos niveles de severidad muy malos y a un nivel de disfuncionalidad muy grande si no se atiende a tiempo y si no se maneja y no se trata".
La especialista explicó que la esquizofrenia se caracteriza principalmente por dos tipos de síntomas: los síntomas positivos y los síntomas negativos.
Síntomas positivos: Son aquellos que "aparecen" cuando la condición se establece y son los más visibles. Entre ellos se incluyen las alucinaciones (como oír o ver cosas que no existen) y los delirios, que son pensamientos confusos o erróneos donde la persona no puede discriminar la realidad. Además, pueden manifestarse movimientos estereotipados y conductas atípicas o extrañas.
Síntomas negativos: Por otro lado, los síntomas negativos son aquellos que implican pérdida de habilidades previas. Las personas afectadas pierden su capacidad para realizar actividades cotidianas como; socializar, trabajar o estudiar. Según la Dra. Rodríguez, una persona que antes llevaba una vida normal puede experimentar un cambio drástico, aislándose y perdiendo habilidades cognitivas, lo que afecta significativamente su calidad de vida.
Vea programa completo aquí
El diagnóstico de esquizofrenia no es algo que se realice de manera apresurada, señaló la Dra. Rodríguez. No se puede hacer un diagnóstico de esquizofrenia simplemente porque alguien haya escuchado voces o visto algo que otros no ven. "La esquizofrenia no se diagnostica de la noche a la mañana". Según la psiquiatra, es un proceso que requiere observar una pérdida significativa en el funcionamiento normal de la persona durante un período prolongado, normalmente más de seis meses.
"Generalmente, hay unos síntomas que son lo que le llamamos los síntomas prodromales, que son esas reacciones emocionales que yo estoy sintiendo, estos cambios en los procesos de pensamiento, en mi forma de ver el mundo". Pueden ser cambios emocionales como tristeza, ansiedad o preocupación. Estos síntomas suelen ser los primeros indicios de que algo no va bien en los procesos mentales del individuo.
La Dra. Rodríguez también abordó el impacto de los antecedentes familiares en el diagnóstico de la esquizofrenia. "Hay un 40% de probabilidades de que alguien con antecedentes familiares de esquizofrenia la desarrolle, pero también existe un 60% de casos donde no hay antecedentes familiares", afirmó la psiquiatra. Por tanto, la presencia de la enfermedad en un familiar cercano puede ser solo un indicio de riesgo, pero no un diagnóstico definitivo.
Uno de los aspectos más importantes que se discutieron en la conversación fue el diagnóstico diferencial. La esquizofrenia comparte síntomas con otras enfermedades psiquiátricas, como los trastornos afectivos o el abuso de sustancias. Sin embargo, la esquizofrenia se distingue por su carácter persistente y la pérdida de funcionalidad continua a lo largo del tiempo.
Cuando una persona tiene psicosis debido al uso de sustancias, como el alcohol o drogas, según la doctora poniendo un ejemplo: "bajo el uso de sustancias, yo puedo perder mi noción de la realidad porque estoy intoxicada con sustancias, pero cuando la toxicidad baja, se me quita, y eso no me hace esquizofrénica." En el caso de la esquizofrenia, esos síntomas son persistentes, no desaparecen.
Así mismo, resaltó que algunos trastornos afectivos, como la depresión, también pueden desencadenar síntomas psicóticos, pero en estos casos, los síntomas desaparecen cuando el trastorno específico se trata.
Importancia del apoyo familiar
La Lcda. Ginger Santiago Matos, trabajadora social clínica, subrayó la relevancia del apoyo familiar en el tratamiento de la esquizofrenia, tanto para los pacientes como para sus seres queridos.
"Bueno, en el rol de también nosotros los trabajadores sociales (...) buscamos primero que todo psicoeducar, que conozcan el diagnóstico, la sintomatología, y los retos que conlleva la enfermedad" Así mismo añade que: "les vamos dando herramientas de comunicación para que puedan ser entes de apoyo, porque también el familiar o el entorno se afecta con un diagnóstico de lo que es la esquizofrenia". afirma la licenciada.
El diagnóstico de esquizofrenia afecta no solo al paciente, sino también al círculo cercano, que puede sentirse perdido o confundido. Por lo cual a través de estas terapias personales y familiares se busca mejorar el entorno y crear una mayor cohesión familiar, lo cual facilita que el paciente se sienta respaldado y comprendido.
Para la paciente con esquizofrenia que participó en la conversación, Jazmín Jiménez el apoyo de los seres queridos es fundamental: "El apoyo familiar lo significa todo para el paciente una vez esta persona reconoce que tiene una condición, debido a que esta puede sentirse solo(a), no solo por la mente sus sentimientos que esté teniendo al momento"
Un obstáculo adicional, según la licenciada, es el estigma asociado al diagnóstico de esquizofrenia. Este estigma no solo dificulta la aceptación del tratamiento, sino que también puede llevar a los pacientes a desconectarse de su comunidad y de su propia función dentro de la sociedad. "El estigma crea una gran barrera, especialmente cuando los pacientes sienten que son juzgados por su enfermedad", comentó la doctora. Además, el miedo a ser estigmatizados puede contribuir a que algunos pacientes no busquen ayuda, se queden callados o abandonen su tratamiento, lo cual puede ser perjudicial para su bienestar.
Uno de los mayores desafíos en el tratamiento de la esquizofrenia es la adherencia al tratamiento farmacológico. Como explicó la doctora, muchos pacientes abandonan la medicación debido a pensamientos distorsionados sobre los efectos de los medicamentos, lo que agrava los síntomas.
"Porque el enemigo común aquí no son los medicamentos, no es el médico que me quiere poner un sello, no es el paciente que no me quiere hacer caso, es la enfermedad. La enfermedad es el enemigo común y la enfermedad es la que tenemos que trabajar para ponerla bajo control para que tú puedas tener la vida plena que te mereces dentro de las circunstancias, ¿verdad?" Concluye la Dra. Rodríguez.
A pesar de las dificultades, los pacientes con esquizofrenia pueden llevar una vida normal si reciben el tratamiento adecuado y el apoyo familiar necesario. "Mi familia me ha apoyado mucho, igualmente los médicos, desde el primer día siempre me han hecho sentir que yo pueda ventilar con confianza todo lo que me está pasando" Afirma la paciente.
"Así que cuando la licenciada en una oportunidad me ofreció llevar una charla sobre tratamiento farmacológico, especialmente la adherencia, yo estuve bien encantada porque fue un proceso difícil en lo personal." concluyó, reiterando que la educación es clave para derribar barreras y estigmas en torno a la esquizofrenia.