PrEP: alternativa complementaria al condón para mantener la seronegatividad del VIH

Es un tratamiento preventivo para personas que no tienen VIH pero que están en alto riesgo de contraerlo. Actúa como una barrera que impide que el VIH se propague por el cuerpo si la persona llega a estar expuesta al virus.

Katherine Ardila

    PrEP: alternativa complementaria al condón para mantener la seronegatividad del VIH

    En un reciente podcast del programa "Expertos en Salud", Andrés Vázquez, activista, paciente con VIH y embajador de los CDC; compartió su experiencia viviendo con VIH, abordando temas como el diagnóstico, los tratamientos disponibles, y la importancia de la prevención.

    Uno de los enfoques principales del podcast, fue la profilaxis preexposición, mejor conocida como PrEP. "Este es un medicamento que previene el VIH. Pocas personas conocen sobre él y es importante que hablemos sobre este método de prevención alterno al condón", reflexionó Andrés. 

    ¿Qué es y en qué consiste la profilaxis preexposición?

    Es un medicamento antirretroviral que, aunque aún es desconocido para muchos, se ha consolidado como un método efectivo para prevenir la infección por VIH.

    La PrEP se presenta como una alternativa complementaria al uso del condón, especialmente para personas que, tras obtener un resultado negativo en la prueba de VIH, desean mantener su estado seronegativo. 

    Andrés explicó que la PrEP no previene otras infecciones de transmisión sexual (ITS), por lo que su uso en combinación con el condón es recomendado. "Si se rompe el condón, tienes una protección adicional", comentó. 

    Este tratamiento es particularmente útil para personas con múltiples parejas sexuales o que tienen una pareja con VIH que aún no ha alcanzado un nivel de indetectabilidad en su carga viral. Además, recalcó la importancia de iniciar este tratamiento bajo la supervisión de un médico, quien realizará una serie de exámenes previos, incluyendo pruebas para detectar ITS.

    VIH y sida, ¿son lo mismo?

    Andrés también aclaró una distinción fundamental entre el VIH y el SIDA: "No son lo mismo. Para evitar llegar a una progresión de la infección, y que esta llegue a la fase SIDA, lo importante es iniciar el tratamiento lo antes posible y cuidar nuestras defensas, que es lo que el VIH ataca". 

    El VIH, que significa virus de inmunodeficiencia humana, es el agente que causa la infección conocida por el mismo nombre. Cuando alguien se infecta con VIH, el virus ataca y debilita el sistema inmunológico, específicamente las células CD4, que son cruciales para defender al cuerpo contra infecciones y enfermedades.

    Las siglas "VIH" se utilizan tanto para referirse al virus en sí como a la infección que provoca. Si la infección no se trata, el VIH puede progresar hasta convertirse en SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que es la etapa más avanzada de la enfermedad. En esta fase, el sistema inmunológico está tan debilitado que el cuerpo se vuelve vulnerable a una amplia gama de enfermedades y complicaciones que normalmente podría combatir.

    Para evitar que el VIH progrese a SIDA, es crucial comenzar el tratamiento lo antes posible, ya que esto ayuda a proteger las defensas del cuerpo. Aunque el tratamiento no aumenta el conteo de estas células, sí impide que el VIH las destruya, lo que es clave para mantener la salud.

    Tratamientos disponibles para el VIH 

    El tratamiento del VIH ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. "Antes se esperaban a que hubiese un conteo bajo de células CD4 para comenzar el tratamiento. Ahora ha cambiado la guía para comenzar el tratamiento, se ha actualizado y esto beneficia a las personas que tienen un diagnóstico de VIH". 

    Esta actualización ha permitido que muchas personas eviten la progresión a SIDA, algo que, históricamente, era muy común. De hecho, Andrés comenta que "históricamente desde 1981, según datos del Departamento de Salud, la mayoría de las personas en más del 70% de casos, han llegado a la infección en fase SIDA". 

    Es por esto, que, en comparación a varios años atrás, los avances médicos y los esfuerzos de detección temprana han cambiado este panorama, permitiendo a más personas vivir con VIH sin desarrollar SIDA.

    El tratamiento mejora la calidad de vida de los pacientes con VIH 

    Andrés, quien actualmente se encuentra bajo tratamiento, describió cómo este ha mejorado su calidad de vida. "Estoy en  tratamiento actualmente y ha sido una bendición... Siento libertad en el sentido de que no tengo que estar pendiente todos los días de una pastilla, si tengo una reunión, si me voy de viaje, si tengo una vida ajetreada; pues me desprendo de eso sabiendo que ya tengo mi inyección y conozco cuándo es mi próxima cita, voy me aplico el tratamiento y no estoy pendiente hasta 2 meses más". 

    Las inyecciones, que se administran cada dos meses, son una opción para quienes ya han alcanzado un estado indetectable con el tratamiento oral.

    Sin embargo, también reconoció que las inyecciones no son adecuadas para todos. "El tratamiento en pastillas también puede ser un beneficio, lo puedes combinar como parte de tu rutina y de tu día a día para que no sea una carga", agregó, siempre recalcando lo importante que es adaptar el tratamiento a las necesidades y rutinas de cada individuo.

    Finalmente, Andrés también comentó sobre la importancia del apoyo psicológico para quienes viven con VIH. "No se trata solo de tomar una pastilla diaria o estar en un tratamiento", afirmó. "Esa ayuda psicológica de un profesional de la salud mental, puede ayudar a dar herramientas de cómo manejar el estrés, la ansiedad y los miedos que puedas tener en este proceso de recibir un diagnóstico que puede ser todavía estigmatizado".

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