La disbiosis vaginal es el desequilibrio de las comunidades de microorganismos que habitan en la vagina. Esta condición puede asociarse a picor, ardor, aumento de secreción y otros síntomas recurrentes.
El microbioma vaginal, un ecosistema complejo de bacterias, hongos y otros microorganismos, tiene un papel bastante importante en la salud de las mujeres.
Este conjunto de microorganismos además de proteger contra infecciones, también regula el pH vaginal y contribuye a mantener un equilibrio que, cuando se altera, puede tener consecuencias graves.
La Dra. Josefina Romaguera, catedrática de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas, menciona que, uno de los aspectos más relevantes es la relación entre el microbioma vaginal y el virus del papiloma humano (VPH).
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"Se ha documentado que las pacientes que tienen un desbalance en el microbioma vaginal, pueden estar más susceptibles a que este virus infecte las células del cuello de la matriz", explicó la Dra. Romaguera. Además, añadió que "este desbalance puede estar asociado a que el virus persista en el cuello de la matriz y pueda causar lesiones premalignas y malignas".
La razón detrás de todo esto, es que porque el microbioma provoca cambios en el pH vaginal, lo que genera un ambiente propicio para infecciones. "Este cambio en el pH también se asocia y se ve en pacientes en donde va a haber más inflamación asociada a la infección", afirmó.
Esta inflamación puede debilitar la barrera protectora del cuello del útero, facilitando que el virus se integre al genoma de la mujer.
La disbiosis vaginal es el desequilibrio de las comunidades de microorganismos que habitan en la vagina. Esta condición puede asociarse a picor, ardor, aumento de secreción y otros síntomas recurrentes.
En palabras de la experta "aquí están más predominantes los anaeróbicos y las bacterias que no producen este ácido que protege la vagina".
Por ejemplo, "cuando aparecen algunos lactobacillus como Lactobacillus iners, puede haber un poco más de disbiosis", aunque aclaró que no solo los lactobacilos están implicados, sino también bacterias anaeróbicas.
Los lactobacilos buenos, que producen ácido láctico, son esenciales para mantener un microbioma saludable. Sin embargo, su reducción favorece infecciones como la vaginosis bacteriana. "Se ha visto que en pacientes con condiciones premalignas del cuello de la matriz, suelen tener más disbiosis".
Para este punto, es normal preguntarse si la vacuna contra el VPH puede protegernos al 100% de contraerlo. Pues si bien es una herramienta para la prevención, la experta explica que:
"Tenemos que recordar que el virus del papiloma humano son más de 100 especies, de las cuales se estima que aproximadamente 15 son las que tienen la capacidad de causar lesiones premalignas y malignas", dice.
"La vacuna no cubre todos los serotipos, cubre solo nueve. Así que en términos generales, las pacientes que están vacunadas van a protegerse contra los serotipos que más comúnmente cubren, pero no van a estar cubiertas a todos los serotipos del virus de papiloma humano".
Sin embargo, la Dra. Romaguera aclaró: "No estoy consciente de que haya un estudio específicamente asociando el microbioma vaginal en pacientes que estén vacunadas y que no estén vacunadas" , limitándose a referirse a la vacuna de manera general.
En cuanto a los probióticos y prebióticos, la Dra. Romaguera se mostró cautelosa sobre su efectividad. "Muchos de esos estudios son usándolos oralmente y son muy pocos los estudios que han enfatizado el uso vaginal".
Explicó que el impacto de los probióticos orales es mayor en el sistema digestivo que en la vagina debido a la proximidad del ano y la vagina, aunque este impacto es menor. Sin embargó dijo que:
"Al día de hoy, no hay un estudio que tenga evidencia científica donde usando los probióticos sí vayamos a bajar la infección asociada al VPH o a otras bacterias que pueden afectar a la mujer en el sistema genital".
El uso indiscriminado de antibióticos también representa un problema enorme. "Al usar antibióticos erráticamente, sin una condición específica recetada por un médico, traemos muchos problemas, especialmente la resistencia de los organismos a largo plazo", advirtió la experta.
Además hizo un llamado a usarlos bajo supervisión médica y evitar alteraciones graves en el microbioma corporal.
En cuanto a las duchas vaginales, hizo un llamado a la prudencia. "Cuando se usan las duchas vaginales, especialmente las que tienen betadine o olores, eso también puede alterar significativamente el microbioma vaginal".
Recomendó evitar su uso, a menos que sea indicado por un médico.
Finalmente, la Dra. Romaguera también reveló detalles sobre investigaciones en curso: "Hemos tenido varias publicaciones, recientemente sacamos una con nuestras primeras 250 pacientes, donde estamos evaluando cómo es el microbioma de nuestras mujeres y el impacto que pueda tener el virus del papiloma humano".
Aunque son preliminares, los hallazgos muestran una alta prevalencia de disbiosis en mujeres puertorriqueñas.