En torno al 15 % de todos los casos de cáncer de pulmón corresponde a no fumadores.
Por: Mariana Mestizo Hernández
La contaminación del aire por partículas finas puede promover el aumento de mutaciones genéticas, especialmente en el cáncer de pulmón, lo cual se ha podido evidenciar tras la incidencia en pacientes con una mayor progresión de los tumores pulmonares.
Ahora bien, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. De hecho, se calcula que este grave padecimiento, caracterizado por su difícil detección en etapas tempranas y cuyos síntomas se hacen notables a medida que avanza la enfermedad, es la responsable de aproximadamente 1,8 millones de muertes cada año a nivel global.
Ciertamente, la causa más común en el desarrollo del cáncer de pulmón se encuentra el tabaquismo, la exposición al humo de los fumadores o la exposición laboral a sustancias cancerígenas como el asbesto.
Contaminación atmosférica y el cáncer de pulmón
Asimismo, se ha asociado la contaminación atmosférica con una mayor incidencia de cáncer de pulmón, no obstante, hasta hace poco los mecanismos mediante los que esta contaminación interactuaba con las células pulmonares era desconocido por la ciencia.
Por ello, un equipo de investigadores del Instituto Francis Creek de Londres y la Universidad de California en San Francisco, ha hallado una de las claves, relacionando a este tipo de cáncer con el material particulado (PM), lo que significa, la contaminación por partículas.
Partículas como el polvo o el hollín, son lo suficientemente grandes para ser detectadas a simple vista. Pero existen otras como las PM 10 o las PM 2,5 (con tamaños de 10 y 2,5 micrómetros respectivamente) las cuales son solo detectables mediante el microscopio.
Por consiguiente, estas partículas, especialmente las más finas (PM 2,5), pueden ingresar y viajar profundamente a los pulmones de las personas, por estas razones, el médico especializado en oncología, Charles Swanton, junto a su equipo de colegas, decidieron investigar la conexión entre la exposición a estas partículas y la mutación de dos de los genes asociados con mayor frecuencia en el cáncer de pulmón: los llamados genes EGFR y KRAS.
Hallazgos del estudio
El estudio se basó en los casos de 32.957 de pacientes con cáncer de pulmón provocados por la mutación del gen EGFR en cuatro países diferentes, encontrando una relación directa entre este tipo de cáncer y las PM 2,5.
Los autores se enfocaron en personas que tienen una mutación en el gen EGFR, un marcador típico del cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado o que lo han hecho de forma muy esporádica.
Además, emplearon modelos de ratón para investigar los procesos celulares que podrían ser la base de la progresión del cáncer en relación con la contaminación del aire, encontrando que las PM 2,5 desencadenaron una afluencia de células inmunitarias y la liberación de interleucina-1ß (una molécula de señalización proinflamatoria) en las células pulmonares responsable de un agravamiento de la inflamación pulmonar y el desarrollo tumores.
En esta misma línea, los investigadores hallaron que el bloqueo de la interleucina-1ß durante la exposición a PM 2,5 previene el desarrollo de cáncer impulsado por EGFR. También identificaron las células alveolares tipo II (AT2) como las células en las que posiblemente se producen tumores pulmonares provocados por la presencia de PM 2,5.
En conclusión, los hallazgos sugieren que las PM 2,5 podrían actuar como promotores de tumores, agravando aún más las mutaciones cancerosas existentes, por lo que los autores coinciden que una mejor comprensión de esta relación puede abrir caminos para la prevención y disminución de este tipo de cáncer.
Del mismo modo, proporcionar un argumento a favor de las iniciativas para abordar la calidad del aire como una prioridad para la salud pública.