Se está explorando dos vías principales de aplicación: La primera consiste en cultivar el diente completo en laboratorio antes de su implantación, la segunda implica colocar células en etapa temprana de desarrollo en la mandíbula para crezcan in vivo.
Por: Katherine Ardila
Un equipo de investigadores del King's College London en colaboración con el Imperial College ha logrado un avance revolucionario en el campo de la odontología regenerativa al desarrollar dientes humanos en laboratorio utilizando células del propio paciente.
Según informó The Telegraph, este innovador método, resultado de más de diez años de investigación, ofrece una alternativa biológica y personalizada que podría reemplazar los implantes artificiales tradicionales.
¿Cómo funciona?
La técnica se basa en un material especial que simula el entorno natural necesario para el desarrollo dental, permitiendo que las células interactúen y formen una pieza dental completa capaz de integrarse orgánicamente en la mandíbula del paciente.
El investigador Xuechen Zhang explicó a The Telegraph las ventajas de este enfoque: "Los dientes cultivados en laboratorio se regenerarían de forma natural, integrándose en la mandíbula como dientes genuinos. Serían más fuertes, duraderos y sin riesgos de rechazo, ofreciendo una solución más duradera y biológicamente más compatible que los empastes o los implantes".
Esta tecnología promete superar las limitaciones de los tratamientos actuales al proporcionar una solución biocompatible que mantiene la capacidad de regeneración y se adapta al entorno bucal, reduciendo además la necesidad de procedimientos invasivos.
Dos enfoques de aplicación
Actualmente, los científicos están explorando dos vías principales de aplicación. La primera consiste en cultivar el diente completo en laboratorio antes de su implantación, mientras que la segunda opción implica colocar células en etapa temprana de desarrollo directamente en la mandíbula para que completen su crecimiento in vivo.
Ambas estrategias buscan ofrecer soluciones personalizadas según las necesidades específicas de cada paciente. Aunque la técnica aún se encuentra en fase experimental, sus potenciales aplicaciones podrían extenderse más allá de la odontología, abriendo nuevas posibilidades en el campo de la medicina regenerativa para la creación de otros tejidos y órganos funcionales.
Los investigadores continúan trabajando para perfeccionar la tecnología y llevarla a la práctica clínica, lo que podría marcar el inicio de una nueva era en la atención odontológica.
De consolidarse, esta innovación no solo mejoraría la calidad de vida de millones de personas, sino que transformaría radicalmente el enfoque terapéutico en odontología, reemplazando gradualmente los métodos artificiales por soluciones biológicas autólogas que imitan perfectamente la estructura y función de los dientes naturales.