La AR puede acelerar la progresión de la demencia, posiblemente debido a los procesos inflamatorios crónicos asociados.
Por: Katherine Ardila
Un estudio reciente publicado en la revista Neurology el 7 de febrero de 2023, dirigido por Minjia Mo del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, ha revelado que los pacientes con demencia que también padecen artritis reumatoide (AR) experimentan un deterioro cognitivo más acelerado y un mayor riesgo de mortalidad en comparación con aquellos que solo tienen demencia.
Este hallazgo deja ver que se necesita un manejo clínico integral para este grupo de pacientes, que enfrentan desafíos únicos debido a la coexistencia de estas dos condiciones crónicas.
Estructura del estudio
La investigación se basó en un diseño de cohortes retrospectivo, utilizando datos del Registro Sueco de Trastornos Cognitivos/Demencias entre 2007 y 2018, e incluyó a casi 1,700 pacientes con demencia y artritis reumatoide, así como a más de 5,000 pacientes con demencia sola.
Ambos grupos fueron emparejados por puntuación de propensión para garantizar la comparabilidad en términos de edad, sexo y otras características basales. La edad media de los participantes fue de 80 años, y el 73% eran mujeres.
Los investigadores analizaron más de 111,000 mediciones del Mini-Examen del Estado Mental (MMSE), una herramienta ampliamente utilizada para evaluar la función cognitiva, durante un seguimiento promedio de 2.6 años para el grupo con AR y 2.9 años para el grupo sin AR.
Deterioro cognitivo y alta mortalidad
El criterio principal fue el deterioro cognitivo, medido por cambios en las puntuaciones del MMSE, mientras que el criterio secundario fue la mortalidad por todas las causas.
Los resultados mostraron que los pacientes con demencia y artritis reumatoide presentaron un deterioro cognitivo significativamente más rápido (ß, -0.24 puntos/año; p = 0.001) y un 15% más de riesgo de mortalidad (hazard ratio, 1.15; p = 0.001) en comparación con los pacientes que solo tenían demencia.
Esto sugiere que la AR puede acelerar la progresión de la demencia, posiblemente debido a los procesos inflamatorios crónicos asociados con la AR.
Además, se observó que una mayor duración de la artritis reumatoide antes del diagnóstico de demencia (5-10 años) se asoció con un deterioro cognitivo más acelerado (p = 0.001).
¿Los fármacos para el tratamiento reumático aceleran el deterioro cognitivo?
El uso de fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME), tanto con como sin corticoides, también mostró una relación significativa con un mayor deterioro cognitivo (p < 0.03 y p < 0.001, respectivamente).
El uso de corticoides se vinculó adicionalmente con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas en pacientes con AR (p < 0.001). Asimismo, se identificaron interacciones significativas entre la artritis reumatoide, las puntuaciones iniciales del MMSE, las condiciones de vida y el deterioro cognitivo (p para la interacción < 0.05), lo que resalta la complejidad de los factores que influyen en la progresión de la demencia en pacientes con AR.
Recomendaciones
Los investigadores mencionan que estos hallazgos crean la necesidad de un manejo adecuado y personalizado para los pacientes que padecen tanto demencia como artritis reumatoide.
La coexistencia de estas condiciones no solo acelera el deterioro cognitivo, sino que también aumenta el riesgo de mortalidad, lo que requiere un enfoque clínico integral que considere tanto la salud cognitiva como la inflamación sistémica.
Se recomienda un monitoreo estrecho del deterioro cognitivo en pacientes con AR, especialmente en aquellos con una larga duración de la enfermedad, así como una revisión cuidadosa del uso de corticoides y FARME en pacientes con demencia, considerando los posibles efectos adversos sobre la cognición y la mortalidad.
Además, es crucial adoptar un enfoque personalizado que tenga en cuenta las condiciones de vida y otros factores individuales al diseñar planes de tratamiento para estos pacientes.
Este estudio aporta evidencia para mejorar la atención de un grupo de pacientes particularmente vulnerable, resaltando monitorear y ajustar los tratamientos en función de las comorbilidades presentes. Los investigadores concluyen que se necesitan más estudios para explorar los mecanismos subyacentes que vinculan la AR con el deterioro cognitivo y para desarrollar intervenciones que mejoren los resultados en este grupo de pacientes.