La vacuna contra la fiebre amarilla tiene una efectividad comprobada y una tasa muy baja de efectos adversos serios (0.00001 %), pero está contraindicada en personas inmunocomprometidas.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Colombia ha registrado recientemente un aumento significativo en los casos de fiebre amarilla, una situación que ha despertado preocupaciones sobre su relación con el turismo y la posibilidad de que la enfermedad pueda llegar a otros países, incluyendo Puerto Rico.
Para abordar este tema, el Dr. Héctor Meléndez, infectólogo y consultor clínico del Departamento de Salud de Puerto Rico, ofreció a Revista Medicina y Salud Pública una serie de consideraciones clave sobre los riesgos y las medidas de prevención.
"Estamos en un mundo globalizado. En menos de 24 horas uno puede estar en África. Tenemos vuelos tan cercanos a Colombia, que ahora mismo atraviesa una emergencia nacional por fiebre amarilla", explicó. Recordó también que, hace unos meses, se presentó una situación similar con el virus Oropouche. "Todos estamos a riesgo. Y sí, si en Puerto Rico está el mosquito que transmite la fiebre amarilla, es una posibilidad", advirtió.
¿Podría llegar la fiebre amarilla a Puerto Rico?Aunque señaló que es poco probable que el virus se establezca en la isla, insistió en la importancia de estar atentos ante la llegada de personas infectadas. Si bien la fiebre amarilla no se transmite por el aire, puede propagarse si el mosquito Aedes aegypti, presente en Puerto Rico, entra en contacto con personas portadoras del virus.
¿Quiénes deben vacunarse?
El infectólogo también se refirió a la vacuna como una herramienta eficaz de prevención, aunque no necesaria para todos los viajeros. En los últimos días se ha observado un aumento en la demanda por parte de personas que viajarán a Colombia, lo que ha generado cierta confusión. Sin embargo, aclaró que destinos como Bogotá o Medellín no requieren vacunación, ya que no son zonas endémicas.
"Hay mucha gente queriendo vacunarse antes de viajar, pero no todo el mundo la necesita. Solo quienes van a zonas de riesgo. Por ahora, quienes viajan a Bogotá y Medellín, que son los destinos más comunes, no requieren la vacuna", puntualizó.
Seguridad y efectos secundarios
Añadiendo que se trata de una inmunización con más de 50 años de historia, segura y bien conocida, aunque no exenta de posibles efectos secundarios. "Es importante tener esa conversación con un médico infectólogo, para evaluar beneficios y riesgos", añade.
El galeno explicó que, aunque cualquier medicamento puede tener efectos secundarios, estos son más comunes en los extremos de edad. "Todo puede tener efectos secundarios, desde un acetaminofén hasta un ibuprofeno. Las reacciones inmediatas suelen ser más frecuentes en infantes y personas mayores de 65 años. En la población general no se presentan con frecuencia, pero la mortalidad asociada a la fiebre amarilla es elevada", afirmó el especialista.
Aunque es poco probable que la fiebre amarilla llegue a Puerto Rico, el riesgo aumenta si muchos viajeros infectados llegan a la isla. Aclaró que quienes viajan a Bogotá o Medellín no requieren la vacuna, pero aquellos que viajan a otras zonas de Colombia deben inmunizarse.
En cuanto a la vacuna, Meléndez destacó que el riesgo de efectos adversos serios es muy bajo, con una tasa de 0.00001%. Sin embargo, alertó que la vacuna está contraindicada en personas inmunocomprometidas, como aquellos con VIH o en tratamientos de inmunosupresión. Esta es una vacuna viva atenuada y podría ser perjudicial para su salud.
Comparación con la vacuna del COVID-19
Respecto a la polémica en torno a la vacuna contra el COVID-19, el infectólogo aclaró que fue desarrollada durante una emergencia global con un virus completamente nuevo, para el cual nadie tenía inmunidad. "La vacuna del COVID es un outlier. Fue una respuesta a una enfermedad grave que cobró muchas vidas, especialmente en los primeros brotes. Aunque como cualquier otra vacuna puede tener efectos secundarios, los beneficios de inmunizarse son mucho mayores que los riesgos", explicó.
El Dr. Meléndez también subrayó la responsabilidad de los médicos en la explicación de los posibles efectos secundarios de cualquier vacuna. "No podemos decir que no hay efectos secundarios. La decisión debe tomarse de forma conjunta con el paciente, evaluando si el beneficio es mayor que el riesgo", agregó.
Consejos prácticos para viajeros
Asimismo, destacó la importancia de la preparación para los viajeros, diferenciando entre quienes tienen condiciones médicas preexistentes y quienes están saludables. Para aquellos con condiciones de salud, recomendó llevar un suministro extra de medicamentos y conocer los centros médicos en el destino. "Si va por una semana, lleve medicamento para dos o tres semanas. Es fundamental estar preparado", aconsejó.
El experto también alertó sobre un factor poco conocido que afecta la salud de los viajeros: los accidentes de tránsito. "Es sorprendente, pero los accidentes en tránsito son la principal causa de efectos adversos en los viajeros. En algunos países, los sistemas de transporte colectivo son eficientes, pero en otros, la conducción es más peligrosa", agregó.
Impacto de decisiones políticas en la salud pública
Sobre el impacto que tuvo la decisión de la administración del expresidente Donald Trump de cortar las relaciones entre el CDC de Atlanta y la Organización Mundial de la Salud (entidad que históricamente ha suministrado información clave sobre enfermedades infecciosas emergentes), el infectólogo advirtió que las decisiones políticas pueden tener consecuencias profundas en la salud pública, tanto a nivel local como global.
Cuando la salud depende del apoyo internacional
Citó como ejemplo el caso del VIH, particularmente en países donde los sistemas de salud son deficientes y la transmisión del virus sigue siendo elevada. En muchos de estos lugares, el acceso a tratamientos antirretrovirales ha dependido del apoyo internacional, especialmente de agencias como USAID. La suspensión de ese tipo de ayudas no solo tiene implicaciones éticas y humanitarias, sino también consecuencias sanitarias directas para todos. En un mundo tan interconectado, las enfermedades no respetan fronteras.
Desde su perspectiva, si bien no se puede controlar por completo el comportamiento individual (como las relaciones sexuales casuales) sí se pueden implementar estrategias de prevención para reducir el riesgo de transmisión. Y esto no aplica únicamente al VIH, sino también a muchas otras enfermedades infecciosas que pueden cruzar continentes en cuestión de horas.
Además, el especialista llamó la atención sobre las repercusiones que este tipo de políticas tienen en el intercambio científico. Destacó que la cooperación internacional es fundamental para el avance del conocimiento médico, y que la posibilidad de compartir investigaciones y experiencias fortalece a todos los sistemas de salud. Sin embargo, relató que algunos profesionales han dejado de asistir a congresos internacionales por temor a perder sus visas, lo que ha limitado el flujo de información y la colaboración entre expertos.
Para él, estas decisiones trascienden lo político: afectan la ciencia, la salud y la preparación colectiva frente a futuras amenazas sanitarias. En un mundo globalizado, aislarse científicamente es también renunciar a herramientas fundamentales para proteger la vida.