A pesar de los retos en su diagnóstico y tratamiento, expertos advierten hay esperanza en el tratamiento de esta condición mental severa
A pesar de los múltiples retos que acompañan el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia, hay opciones que podrían encaminar la funcionalidad y productividad de estos pacientes con la identificación temprana de síntomas y la adherencia a terapia.
Esa fue la conclusión de tres expertos en salud mental que ofrecieron un panorama de esta condición como preámbulo al Día Mundial de la Esquizofrenia que se celebra todos los 24 de mayo para darle visibilidad y educar sobre el tema.
"Es importante exponerla y visibilizarla. Esta población es muchas veces olvidada", lamentó la doctora Catherine Oliver Franco, administradora de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca).
En conferencia de prensa para hablar del tema, el Departamento de Salud, la Assmca, la Comisión para la Prevención del Suicidio y el Hospital San Juan Capestrano formaron un frente colaborativo para ofrecer el cuadro de esta enfermedad en la isla, algunos retos y recomendaciones para mejorar su manejo y el bienestar de estos pacientes.
"La esquizofrenia es una enfermedad mental grave, crónica y compleja que provoca que las personas pierdan el contacto con la realidad. Afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Y su manejo requiere un enfoque multidisciplinario que combine tratamiento farmacológico, terapias psicosociales y un entorno de apoyo", sostuvo Oliver Franco.
Se estima que a nivel mundial la esquizofrenia afecta a 1% de la población, lo que representa a sobre 24 millones de personas. En Puerto Rico, mientras tanto, su prevalencia se estima entre 3 a 10% de los habitantes, lo que podría representar uno de cada 15 personas, aunque no todas lo conocen o están en tratamiento.
Debido a que el último análisis de prevalencia de esta condición en Puerto Rico data de uno sobre salud mental que se realizó en el 2016 por la doctora Glorisa Canino sobre la salud mental del país, Oliver Franco anunció que junto al Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico se realiza un estudio multitudinario de más de diez años que debe estar finalizado para principios del 2027.
Aunque aún no hay datos preliminares sobre este esfuerzo, la funcionaria anticipó que es muy probable que se note un aumento en la prevalencia de estos casos, especialmente después de dificultades vividas en los últimos años.
Entre una variedad de retos en torno al diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia en Puerto Rico, la funcionaria mencionó factores socioeconómicos y falta de acceso a medicamentos, lo que agrava los síntomas.
También, advirtió, la estigmatización y el rechazo familiar retrasa el diagnóstico.
Además de fuga de profesionales de la salud, particularmente de psiquiatras, Oliver Franco también señaló cómo el uso de sustancias como la marihuana, cocaína y el fentanilo complican la detección. También lamentó las limitaciones por parte de las aseguradoras en la aprobación de medicamentos, especialmente los más modernos.
Por su parte, la doctora Nayda Román, directora de la Comisión para la Prevención del Suicidio, destacó la vulnerabilidad de estos pacientes debido al riesgo de suicidio.
En Puerto Rico, sostuvo, se reportan unos 286 suicidios al año, aunque desde el 2014 se ha notado una tendencia a la disminución. La mayoría de este tipo de muertes (80%) es cometido por hombres de 50 años o más. El área rural es la más impactada en cuanto a las tasas más altas de suicidio, particularmente los municipios de Aibonito, Adjuntas, Orocovis, Barranquitas, Naranjito, Camuy, Rincón, Vieques y Culebra.
Por otra parte, informó que los tres diagnósticos de salud mental más prevalentes, dentro de las muertes por suicidio, son: depresión, ansiedad y esquizofrenia. Según datos del 2022, dijo, entre las muertes por suicidio de ese año se registraron 13% de hombres que tenían esquizofrenia y 11% mujeres.
"El diagnóstico de esquizofrenia no descarta que una persona pueda contemplar el suicidio y tomar acciones firmes para acabar con su vida", advirtió.
La psicóloga clínica resaltó la importancia de que allegados a familiares de estos pacientes busquen ayuda.
"Hay dignidad en el ser humano, independientemente de los diagnósticos que tengan. Hay humanidad detrás de cada diagnóstico psiquiátrico", indicó.
Puntualizó que "es posible tener una vida plena con este diagnóstico", especialmente con un diagnóstico temprano y adherencia a tratamiento.
Mientras, el doctor William Lugo, director médico del Hospital San Juan Capestrano, enfatizó que hay que derribar una serie de mitos que rodean esta condición. Comentó, por ejemplo, que estos pacientes no son más violentos que una persona sin esquizofrenia.
"Es importante estabilizarse. Hay que ser bien proactivos con ese primer episodio sicótico porque en cada episodio el cerebro se va a dañar más", indicó.
A modo de anécdota, el psiquiatra indicó que recientemente atendió a un joven con este cuadro clínico que logró mejorar con medicamentos. Advirtió, no obstante, que muchos de estos pacientes abusan de sustancias controladas.
En cuanto al aspecto terapéutico, Lugo explicó que dentro de la nueva cepa de medicamentos destaca un enfoque integral que atiende los síntomas positivos, negativos y cognitivos.
"En mi rol de psiquiatra forense también lo vemos en las cárceles. Muchos no reciben tratamiento y terminan haciendo actos violentos. Luego entran al sistema judicial y eventualmente reciben tratamiento", dijo al coincidir en la importancia del apoyo familiar de estos pacientes.
Por otra parte, comentó que muchos pacientes no se toman sus medicamentos según la indicación médica y vuelven a recaer. Comentó que hay opciones terapéuticas de larga duración que ayudan grandemente a la adherencia a tratamiento.
"Estos pacientes pueden ser funcionales y productivos, pero tienen que tomarse los medicamentos", insistió.
Lugo coincidió en que es muy probable que haya un aumento en la prevalencia de esta condición cuando termine el estudio que realiza la Assmca junto al RCM.
Entre los retos, mencionó las preautorizaciones con los planes médicos para la cobertura de los medicamentos más modernos. Señaló, además, que hay psiquiatras que no aceptan planes médicos y que cobran entre $300 y $400 por una visita inicial a un paciente.
"Con intervención temprana, acceso a servicios adecuados y apoyo familiar, las personas con esquizofrenia pueden mejorar significativamente y llevar una vida plena y significativa. En Puerto Rico, abordar los retos estructurales y sociales es fundamental para mejorar el diagnóstico y tratamiento de esta condición", concluyó, por su parte, la doctora Oliver Franco.