Diagnosticando las Enfermedades Inflamatorias del Intestino: sin una cura pero con múltiples tratamientos

“En los últimos años, hemos logrado que las medicinas ayuden a más pacientes a entrar en remisión”, indicó la Dra. Suzette Rivera, gastroenteróloga.

Luisa Ochoa

    Diagnosticando las Enfermedades Inflamatorias del Intestino: sin una cura pero con múltiples tratamientos

    Las Enfermedades Inflamatorias del Intestino (EII) suelen confundirse con otros procesos inflamatorios del intestino o del colon, debido a su sintomatología. La Dra. Suzette Rivera, gastroenteróloga, dialogó con Medicina y Salud Pública sobre la importancia de discernir en particular estas manifestaciones, “las inflamaciones causadas por bacterias, envenenamientos o cosas isquémicas son limitadas, es decir que pasan después de unos días o semanas, pero las EII como Crohn o colitis ulcerosa se pueden controlar; sin embargo, son permanentes, una vez que se expresa esa enfermedad la persona la va a tener siempre”.

    Para la especialista, los síntomas son un punto neurálgico de estas condiciones, por lo que es importante acudir al médico ante cualquier indicativo de alerta, “muchas veces el paciente no llega a cuidado médico hasta que tiene alguna complicación”. Las manifestaciones con bastante comunes, diarrea, diarrea con sangre, pérdida de peso e incluso fiebre, son algunas de ellas.  

    Diagnóstico de la enfermedad

    La detección de estas patologías requiere de varios estudios radiológicos y endoscópicos realizados por el especialista, en palabras de la experta, identificar lo infeccioso es lo primero que se debe hacer, mediante pruebas de laboratorio que permitan descartar si hay factores inflamatorios en la sangre o si la persona ha tenido anemia. 

    También se hacen procedimientos para verificar el estado de los intestinos, “por ejemplo, en el caso de la colitis ulcerosa, que solo afecta el intestino grueso y el colon, se hace una colonoscopia” señaló Rivera, este procedimiento consiste en introducir un instrumento dentro del intestino grueso.

    En el caso de la enfermedad de Crohn, que puede afectar desde la boca del estómago hasta el tracto digestivo, el avance de la medicina ha sido fundamental para la detección de anomalías. Al respecto, la especialista afirma que “por medio de la colonoscopia, los resultados pueden salir normales, ya que la enfermedad de Crohn se encuentra en el intestino delgado; para esos casos se hacen estudios radiográficos, como tomografías y resonancias magnéticas con el fin de entender donde está el proceso inflamatorio”.

    Según los resultados se pueden realizar biopsias para llegar a un diagnóstico más apropiado, además de los diferentes estudios endoscópicos y radiológicos disponibles para los pacientes. 

    La Dra. Suzette es clara en afirmar que no se puede diagnosticar la enfermedad antes de la manifestación de síntomas, “en el caso del cáncer de colon se hace un discernimiento para evitar que desarrolle cáncer, interviniendo temprano, pero para la gastroenterología, hasta que no haya alguna manifestación o una evaluación endoscópica no hay un discernimiento preventivo”.

    Incidencia en la población y consecuencias emocionales del diagnóstico

    En cuanto a la prevalencia de estas condiciones, no hay una preferencia de sexo o edad, aunque son más los pacientes jóvenes, señala la especialista. “Puede afectar a niños desde los dos años hasta los 21, después de esa edad se hace la transición a un gastroenterólogo para adultos”.

    Esas manifestaciones generan afecciones de acuerdo a la edad en la que se presenten, en los niños, causa que no alcancen los perfiles de crecimiento adecuados, desarrollan anemia y diarrea y en los adultos mayores de 65 años, la sintomatología es clásica; diarrea, bajo peso o diarrea sanguinolenta.

    Otra consecuencia de ello es el impacto en la autoestima y estabilidad emocional que genera el recibir el diagnóstico, “estas condiciones conllevan algunas diarreas profusas, a veces con incontinencia. Algunos incluso llevan ropa extra para cambiarse, esto no solamente afecta la parte física, sino también la parte emocional”, afirmó Rivera.

    “Es importante el acompañamiento multidisciplinario, porque está el aspecto psicológico, el acompañar al paciente en su tratamiento”, y enfatiza en que también los dietistas sugieran las recomendaciones para una adecuada nutrición, ya que la misma condición genera una deficiencia nutricional, por la pérdida de peso.

    Con sus años de experiencia en esta área, dice que el impacto del diagnóstico es grande, puesto que hay que entender que no hay una cura para estas enfermedades, aunque sí tratamientos, para ello se utiliza la medicina disponible que ayude a intervenir en la inflamación.

    Por lo anterior, resaltó la importancia del diagnóstico temprano, es decir, que el paciente acuda al médico y sea diagnosticado en los primeros meses de las manifestaciones, para evitar que sufra más durante el proceso. “Pese a los avances médicos, es mejor prevenir y diagnosticar la enfermedad inflamatoria del intestino de forma temprana”, agregó.

    Factores de riesgo asociados 

    Las indicaciones a seguir para evitar padecer una enfermedad inflamatoria del intestino son básicamente las mismas para cualquier tipo de condición, según la experta, entre esas están: no fumar, mantener un peso estable, hacer ejercicio y llevar una alimentación saludable.

    En este punto es clave mencionar que estas patologías tienen un componente genético, aunque no siempre es así, las manifestaciones pueden desarrollarse de manera diferente en cada paciente. 

    Tratamientos para la colitis ulcerosa y otras EII

    En su experiencia en la atención de pacientes, Rivera señala que dependiendo del patrón de la enfermedad, hay pacientes que ingieren 4 o 5 pastillas al día y logran una estabilidad, “es lo que llamamos ‘remisión’, es cuando la enfermedad está presente, pero desaparecen las manifestaciones y esa es la meta, llevar a los tejidos a que se vean normales, mejorar al paciente y por ende su calidad de vida”.

    Al comparar los síntomas y tratamientos para esto, ejemplifica afirmando que es como una inflamación que no se apaga, entonces lo que se busca es apagar algunas de las mechitas que están prendidas y eso se hace con distintas moléculas y receptores. Allí la medicina es indispensable para lograr que los pacientes entren en remisión, además de verificar si los medicamentos están siendo efectivos.

    En cuanto al avance médico en la gastroenterología, afirma que anteriormente solo tenían dos pastillas para recetar y una de ellas trata todo proceso inflamatorio, en cambio, hoy día la medicina es mucho más amplia. “Muchos de los medicamentos que usamos nosotros se usan en los campos de la reumatología, por los procesos inflamatorios que afectan los huesos, se usan efectivamente” destacó.

    También explicó lo que sucede con los tejidos afectados, “esos procesos inflamatorios dejan cicatrices en los tejidos y un tejido cicatrizado no funciona como un tejido que entra en remisión antes de un proceso de cicatrización”.

    Finalmente, recomienda educarse sobre estas condiciones, además del apoyo multidisciplinario para los pacientes y evitar la automedicación.  Es optimista en cuanto al panorama de las EII, ya que afirma que “en los últimos años hemos logrado y en los próximos años vamos a lograr exponencialmente, que las medicinas ayuden a más pacientes a entrar en remisión”.

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