La complejidad de ciertos procedimientos o cirugías ha hecho que los hospitales constantemente busquen utilizar las mejores técnicas quirúrgicas que favorezcan a sus pacientes.
Este es el caso del Centro Médico Espiscopal San Lucas de Ponce, institución hospitalaria que ofrece la angioplastía coronaria de arterias de oclusión total crónica (CTO, por sus siglas en inglés) para pacientes que necesiten de este tipo de intervención.
Cuando una persona tiene una arteria del corazón tapada u obstruida necesita que un cardiólogo le realice una angioplastía coronaria, un procedimiento que logre abrir las arterias y ayude a mejorar el flujo de sangre al corazón. En ocasiones, esas obstrucciones son parciales y otras veces, totales.
Si ocurre una oclusión total, el médico podría realizar una angioplastía coronaria compleja que se conoce como Chronic Total Occlusion o CTO. “Esta es la angioplastía que se hace a arterias que están tapadas ocluidas totales. Pacientes que tienen una arteria ocluida total por más de tres meses. La complejidad y la dificultad para abrir una obstrucción total crónica depende mucho del tiempo en que haya estado obstruida, que puede se más de tres meses o puede ser de hasta dos o tres años”, explicó el doctor Edgardo Bermúdez Moreno, cardiólogo intervencional.
Según indicó el médico, esta técnica se le realiza a pacientes con arterias tapadas totales que presenten síntomas como dolor de pecho persistente, fatiga, poca tolerancia al ejercicio y que le limite realizar sus actividades diarias.
“La angioplastía se hace dependiendo de la severidad de la lesión, de los síntomas que le esté dando al paciente y esos síntomas van a depender de cuán próxima sea la obstrucción en determinada arteria. Es decir, la arteria tiene una longitud, nace y se va distribuyendo como si fuera una rama de un árbol donde cada vez las ramas se van haciendo más pequeñas. Si la obstrucción está al principio de la arteria tiene más terriorio afectado que si está en la parte distal (lejana) de la arteria”, agregó el también director del Instituto Cardiovascular del Centro Médico Episcopal San Lucas.
Beneficios para el paciente
El proceso de la angioplastia CTO consiste en dilatar arterias para tratar las obstrucciones coronarias crónicas, lo que permite reducir los riesgos de complicaciones y que el paciente de enfermedad coronaria mejore mucho más rápido.
“Una vez que puedes cruzar y poner un stent o una malla a través de esa lesión que abriste, la arteria tiende a crecer alrededor de un 30% más. Entre los beneficios del CTO aparte de que este paciente disminuye los síntomas, es que se aumenta la tolerancia al ejercicio y tiene también una mejoría en el aspecto de sobrevida cuando comparas a un paciente similar que tiene la arteria obstruida. Las posibilidades de tener éxito para abrir un ostrucción total crónica oscilan entre 80 hasta 90% en centros sumamente especializados o con experiencia, que tengan volúmenes arriba de 100 casos por año”, indicó el galeno con 21 años de experiencia.
Sin embargo, pacientes con condiciones con morbilidad como obesidad extrema, diabetes con una enfermedad severa y pobres vasos sanguíneos para poder implantar un bypass coronario, regularmente no pueden someterse a un CTO. “Para estos pacientes el manejo es médico (medicamentos u otro tipo de terapia) y si el intervensionista puede hacer algo por él, se intenta abrir esa obstrucción total crónica. Los que tienen síntomas usualmente son los que se benefician de este procedimiento”, dijo el cardiólogo intervencional.
Personal calificado para hacer el CTO
De acuerdo a Bermúdez Moreno, una angioplastía CTOes un procedimiento complejo que en promedio puede durar dos horas o más y que conlleva un riesgo mayor que una intervención regular. Y como toda cirugía puede haber dificultades en el proceso.
“Los pacientes pueden tener de un 3 a un 5 % de complicaciones como hematomas, sangrado y ruptura de arteria. Mientras que las complicaciones fatales pueden ser menos del 1%. Estos procedimientos no se hacen en cualquier hospital, sino en hospitales comprometidos y con el equipo necesario para realizarlo. Para esto tenemos personal cualificado, tanto médico como de laboratorio. Hay que tener la experiencia suficiente como para poder determinar qué paciente se beneficia del proceso y cuál no. Y aquí entramos en la balanza de riesgo sobre beneficio. Un paciente que no va a tener un beneficio suficiente con este procedimiento no hay por qué someterlo al riesgo de pasar una complicación”, detalló.
El cardiólogo exhortó a los médicos primarios y de la comunidad de pacientes con enfermedad coronaria a que conozcan sobre intervenciones como el CTO para que puedan ser referidos y tener posibilidades de ayudarlos. “En el área sur el Centro Médico Episcopal San Lucas es el único hospital con más volumen en este tipo de pacientes. Y tenemos la experiencia de varios años haciendo este tipo de procedimientos”, concluyó.