Investigaciones evidencian que el cambio climático representa un factor de riesgo emergente para la oncología en Puerto Rico, al afectar tanto la incidencia de ciertos cánceres como la continuidad de los tratamientos durante eventos climáticos extremos.
Por: Katherine Ardila
El cambio climático no solo es una crisis ambiental, sino también una amenaza para la salud humana, con efectos cada vez más evidentes en enfermedades crónicas como el cáncer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2030 y 2050, el calentamiento global provocará aproximadamente 250,000 muertes adicionales anuales por desnutrición, malaria, diarrea y estrés térmico, pero también agravará factores de riesgo asociados al cáncer.
La contaminación del aire, libera carcinógenos como el benceno y los PM2.5, partículas finas vinculadas a tumores pulmonares y de vejiga. Además, el aumento de temperaturas y la radiación ultravioleta intensifican los casos de cáncer de piel. Los disruptores endocrinos en agua y alimentos —potenciados por sequías e inundaciones— están asociados a cánceres hormonodependientes, como el de mama o próstata.
Además, los ahora frecuentes fenómenos climáticos también ponen en riesgo la continuidad de algunos tratamientos o diagnósticos oncológicos.
Ahora bien, según estudios recientes, San Juan se posiciona como la ciudad estadounidense más afectada por este fenómeno global y ocupa el sexto lugar a nivel mundial. Por tal razón, desde la Revista MSP en el programa "Gobierno y Salud" Kenneth McClintock dialogó con los doctores Nancy Cardona, investigadora auxiliar - División de Control de Cáncer y Ciencias Poblacionales del Centro Comprensivo de Cáncer de la UPR y Pablo Méndez, Catedrático del Departamento de Salud Ambiental de la Escuela de Graduados de Salud Pública de la UPR, sobre esta problemática.
La conexión entre eventos climáticos extremos y el cáncer
Los investigadores del Centro Comprensivo de Cáncer en alianza con el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico y la universidad de las islas vírgenes, han identificado patrones preocupantes que vinculan directamente los fenómenos climáticos extremos con el deterioro en la atención y tratamiento del cáncer.
El doctor Méndez explica: "Estamos enfocados en entender cómo el cambio climático, sobre todo los eventos extremos como el calor extremo, sequías, inundaciones, huracanes poderosos y otras emergencias climáticas... afectan la calidad de vida y el bienestar de la población".
Este fenómeno quedó dramáticamente evidenciado tras el paso del huracán María, pues, en palabras del investigador, "lamentablemente tras el paso del huracán María, una de las principales causas de muerte que fueron estudiadas fueron los pacientes de cáncer".
Añade qué "se vieron unas interrupciones en el acceso a la salud que pudo haber afectado a que estas personas pudieran mantener una continuidad de operaciones tanto en el tratamiento o diagnóstico o en la detención. Eso pues sin duda puede aumentar la probabilidad de muerte en estos pacientes, deterioro en su calidad de vida y su bienestar".
Los Superfund Sites: Una bomba de tiempo ambiental
Uno de los hallazgos más alarmantes de las investigaciones recientes se centra en los llamados Superfund Sites, áreas identificadas por la EPA como zonas de alta contaminación que requieren limpieza urgente.
Esto, según la experta, "afecta la etiología del cáncer y va a aumentar los factores de riesgo que pueden estar asociados a que aumente la incidencia de cáncer en Puerto Rico".
Puerto Rico alberga 21 de estos sitios críticos, concentrados principalmente en el Corredor Norteño (Arecibo, Manatí, Vega Baja) y en zonas como Guánica y Vieques. La doctora Cardona advierte: "Durante eventos de lluvias extremas o inundaciones, los contaminantes de estos sitios pueden dispersarse a áreas pobladas, exponiendo a comunidades a sustancias carcinógenas".
Este riesgo se ha documentado en casos como el huracán Harvey en Texas, donde se comprobó la dispersión masiva de tóxicos desde áreas contaminadas.
El plan de adaptación climática: una respuesta integral
Ante esta crisis multifacética, un comité de expertos puertorriqueños presentó en abril de 2024 un Plan de Adaptación al Cambio Climático. Este documento, producto de cinco años de investigación y consultas con diversos sectores, propone medidas concretas para mitigar los impactos en la salud pública.
El doctor Méndez explica: "ya existe un plan de adaptación que considera múltiples sectores, desde la energía, el agua, la agricultura, la salud, el turismo y múltiples sectores que estaban establecidos por ley. Claramente, uno de los aspectos a considerar también fue el componente de cáncer".
Entre sus componentes clave se incluyen sistemas de alerta temprana específicos para eventos climáticos extremos y protocolos para garantizar la continuidad de tratamientos médicos esenciales durante emergencias.
La legislatura puertorriqueña tiene hasta el 30 de junio de 2024 para aprobarlo, proponiendo acciones concretas como el reforzamiento de la infraestructura hospitalaria, programas de educación comunitaria sobre riesgos climáticos y salud, y sistemas de monitoreo permanente de los Superfund Sites.