La exposición al dióxido de azufre y otras partículas finas puede irritar las vías respiratorias y empeorar condiciones como el asma, la bronquitis crónica y otras enfermedades pulmonares.

Por: Katherine Ardila

En su primera entrevista tras su nombramiento como nuevo Secretario de Salud de Puerto Rico, el Dr. Víctor Ramos Otero reconoció la creciente preocupación por la calidad del aire en la zona metropolitana de San Juan.

Esta situación, ha sido abordada recientemente por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA). La EPA ha identificado que las áreas de San Juan y Guayama-Salinas no cumplen con las normas de calidad del aire para el dióxido de azufre (SO2), un contaminante conocido por su impacto negativo en la salud respiratoria. 

Según la EPA, este incumplimiento se debe a las emisiones de tres instalaciones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE): San Juan, Palo Seco y Aguirre. 

Puedes ver la entrevista completa aquí. 

 El uso de carbón y diésel como factores de contaminación

Este panorama ha llevado a un debate sobre las fuentes de energía que están contribuyendo a la contaminación. En particular, el uso de carbón y diésel en las plantas de energía ha generado preocupaciones. 

Sin embargo, la ley actual establece que la operación de las plantas de carbón debe finalizar en 2027, el Dr. Ramos fue claro al decir: "Hasta ahora hay una ley que dice que va a terminar en 2027, mientras eso no cambie. Esa es la ley". 

La gobernadora de Puerto Rico también ha planteado medidas para abordar la situación. En su orden de emergencia eléctrica, se propone una transición hacia el uso de gas y energías renovables, con el objetivo de reducir el uso de combustibles fósiles. 

"La gobernadora quiere establecer plantas que sean en gas, en ruta hacia tener energías renovables también, pero que el país no tenga problemas de electricidad", explicó el Dr. Ramos.

Además, el Secretario de Salud mencionó que una mayor adopción de energías renovables contribuirían a mejorar la calidad del aire y el clima en Puerto Rico. "Mientras más eliminemos el diésel, el petróleo, el carbón y lo que vamos a hacer en energías renovables, vamos a estar mucho más saludables", afirmó.

La contaminación del aire en la isla tiene diversas consecuencias negativas para la salud pública, especialmente debido a la presencia de contaminantes como el dióxido de azufre (SO2), partículas finas (PM2.5) y óxidos de nitrógeno (NOx). 

Estos contaminantes están asociados con una serie de problemas de salud, tanto a corto como a largo plazo. Algunas de las principales consecuencias incluyen:

Enfermedades respiratorias: La exposición al dióxido de azufre y otras partículas finas puede irritar las vías respiratorias y empeorar condiciones como el asma, la bronquitis crónica y otras enfermedades pulmonares.En Puerto Rico, donde los índices de asma son elevados, la contaminación puede empeorar la situación.

Aumento de hospitalizaciones y emergencias: Las personas expuestas a niveles altos de contaminación del aire corren un mayor riesgo de sufrir crisis asmáticas y otros problemas respiratorios, lo que puede resultar en un aumento de hospitalizaciones y visitas a salas de emergencia.

Impactos cardiovasculares: La contaminación del aire también está relacionada con problemas cardiovasculares, como infartos y enfermedades del corazón. El contacto con contaminantes del aire puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente en personas con factores de riesgo como la hipertensión o diabetes.

Efectos en la salud de los niños: Los niños son particularmente susceptibles a los efectos de la contaminación del aire, ya que sus pulmones aún están en desarrollo. La exposición continua puede generar problemas respiratorios crónicos, alteraciones en el desarrollo pulmonar e incluso disminuir su capacidad cognitiva a largo plazo.

Empeoramiento de enfermedades preexistentes: Las personas que sufren de enfermedades como la diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón o problemas respiratorios, como la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), pueden experimentar un agravamiento de sus condiciones de salud debido a la contaminación del aire.

Mortalidad prematura: La exposición prolongada a niveles elevados de contaminación del aire está relacionada con un aumento en la mortalidad prematura debido a enfermedades respiratorias, cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Las acciones propuestas, como reducir las emisiones de dióxido de azufre y avanzar hacia energías renovables, buscan proteger la salud pública y reducir las consecuencias negativas de la contaminación en la población.

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