Sexualidad y artritis: ¿Cómo la enfermedad puede afectar la libido y la función sexual?

El cambio en la apariencia, el peso o la movilidad puede afectar la autoestima y generar ansiedad en ambas partes.

Por: Mariana Mestizo Hernández


La sexualidad, una parte esencial de la experiencia humana, guarda una estrecha relación con la calidad de vida y la propia identidad. No obstante, la artritis, una enfermedad que conlleva dolor, rigidez, fatiga, movimientos limitados, pérdida de fuerza y a menudo, depresión, puede impactar significativamente la capacidad de una persona para disfrutar de su sexualidad y placer.

El impacto de la artritis en la sexualidad

  • El efecto de la artritis en la expresión sexual se ve influido por diversos factores, entre ellos:
  • Gravedad de la enfermedad: La intensidad de la artritis puede variar ampliamente y afectar la función sexual en consecuencia.
  • Nivel de cansancio: La fatiga asociada con la enfermedad puede reducir el deseo y la energía para la actividad sexual.
  • Intensidad del dolor: El dolor crónico puede disminuir el interés en el sexo y dificultar la intimidad.
  • Limitaciones físicas: Las restricciones físicas pueden hacer que ciertas posiciones o movimientos sean incómodos o imposibles.
  • Incomodidad durante el movimiento y el contacto: La sensación de incomodidad puede inhibir el deseo y la satisfacción sexual.
  • Autoimagen, autoestima y actitud emocional: La artritis puede afectar la percepción de uno mismo y la confianza en la intimidad.
  • Efectos secundarios de medicamentos y cirugías: Algunos tratamientos pueden influir en la función sexual.

Se ha observado que cuanto más grave es el dolor, la discapacidad física y la depresión, mayor es el impacto de la enfermedad en la sexualidad, independientemente del género. Personas que sufren enfermedades reumáticas como el lupus, la fibromialgia, la esclerodermia, la osteoartritis, la artritis reumatoide y otras, también pueden experimentar problemas como disminución del atractivo sexual, falta de deseo y satisfacción sexual, dificultad para la excitación y otros desafíos relacionados con la intimidad.

Interacción farmacológica

En lo que respecta a los medicamentos, en general, no parecen afectar el funcionamiento sexual, pero hay casos reportados de disfunción eréctil en personas que toman metotrexato, sulfasalazina o hidroxicloroquina. Algunos medicamentos pueden influir en la libido y la función sexual. Los antidepresivos, por ejemplo, a menudo se asocian con la pérdida de deseo y dificultades para alcanzar el orgasmo.

Prácticas que pueden mejorar la sexualidad

Para mantener el bienestar sexual a pesar de la artritis, se pueden tomar medidas prácticas, las cuales incluyen:

  • Planificar el sexo con anticipación: Identificar momentos del día con menor fatiga y rigidez para la actividad sexual.
  • Descanso previo: Tomar una siesta antes del sexo puede aumentar la energía y reducir la fatiga.
  • Alivio de la rigidez y el dolor: Usar duchas calientes, almohadillas térmicas o frazadas eléctricas antes del sexo para aliviar la rigidez y el dolor.
  • Optimizar la medicación: Programar la toma de medicamentos para el dolor de modo que surtan efecto durante la actividad sexual.
  • Masajes: Los masajes pueden ayudar a relajar los músculos y las articulaciones, incluso como parte del juego previo.
  • Apoyo para las articulaciones: Utilizar almohadas o sábanas enrolladas para dar soporte a las articulaciones durante el sexo.
  • Moderar el ritmo diario: Reservar energía al reducir la actividad cotidiana tanto para uno mismo como para la pareja.
  • Lubricantes a base de agua: Para las mujeres con sequedad vaginal, utilizar lubricantes a base de agua puede aliviar el dolor durante la estimulación.
  • Comunicación abierta y honesta: Hablar con la pareja sobre desafíos y preferencias sexuales es esencial para mejorar la experiencia.
  • Creatividad y paciencia: La intimidad sexual puede requerir un enfoque más lento y creativo para adaptarse a las limitaciones físicas.
  • Buscar ayuda profesional: En casos significativos, consultar a un terapeuta ocupacional puede ser beneficioso para abordar aspectos prácticos relacionados con la actividad sexual.

Es importante destacar que la sexualidad no se trata solo de alcanzar el orgasmo rápidamente, sino de la intimidad, el respeto y la conexión emocional entre parejas. Comunicarse abierta y honestamente sobre los temores y preocupaciones relacionados con la enfermedad es fundamental. El cambio en la apariencia, el peso o la movilidad puede afectar la autoestima y generar ansiedad en ambas partes.


Fuente consultada aquí.




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