Las investigaciones apuntan a que la activación de genes relacionados con la inflamación en células inmunes aumenta el riesgo de desarrollar lupus.
Por: Katherine Ardila
Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Stanford y el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de la Universidad París Cité revela una conexión intrigante entre la inactivación del cromosoma X y la susceptibilidad de las mujeres a desarrollar enfermedades autoinmunes.
Las enfermedades autoinmunes, caracterizadas por un mal funcionamiento del sistema inmunitario que lleva a que ataque las propias células del cuerpo, afectan desproporcionadamente a las mujeres en comparación con los hombres. Este fenómeno ha sido atribuido a las hormonas sexuales en el pasado, pero la nueva investigación sugiere que la inactivación defectuosa del cromosoma X puede desempeñar un papel crítico.
El papel crucial de la inactivación del cromosoma X en la patogénesis de enfermedades autoinmunes
El estudio de la Universidad de Stanford se centró en la molécula Xist, responsable de desactivar uno de los dos cromosomas X en las células femeninas. Descubrieron que la presencia de Xist en ratones macho modificados genéticamente desencadenaba respuestas autoinmunes cuando se combinaba con factores desencadenantes ambientales. Esto sugiere que la inactivación del cromosoma X podría ser un factor subyacente en el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Por otro lado, el estudio francés examinó ratones hembra con una inactivación imperfecta del cromosoma X, observando síntomas similares a los del lupus a medida que envejecían. Estos hallazgos respaldan la idea de que la inactivación defectuosa del cromosoma X podría estar relacionada con la autoinmunidad.
Si bien estos descubrimientos son prometedores, los investigadores enfatizan la necesidad de más estudios para comprender completamente el papel del cromosoma X en las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, este avance científico ofrece nuevas perspectivas sobre el origen y desarrollo de estas enfermedades, potencialmente allanando el camino hacia terapias y diagnósticos más efectivos en el futuro.
Vínculos entre el cromosoma X y el lupus
Los investigadores Claire Rougeulle y Céline Morey colaboraron en un estudio destinado a comprender los efectos de una inactivación incompleta del cromosoma X en ratones hembra. Para lograr esto, diseñaron ratones con una inactivación imperfecta del segundo cromosoma X, donde la mayoría de los genes estaban desactivados pero no todos. Esta estrategia se utilizó para evitar bloquear completamente la actividad del cromosoma X, lo cual sería letal para los ratones.
Aunque los científicos no anticipaban que los ratones desarrollaran enfermedades autoinmunes, quedaron sorprendidos al observar síntomas similares al lupus en las hembras manipuladas. Es importante destacar que estos síntomas no se manifestaron de inmediato, sino que surgieron a medida que los ratones envejecían, lo que sugiere un papel progresivo de la inactivación incompleta del cromosoma X en la autoinmunidad.
Este hallazgo respalda estudios anteriores, como el realizado por Guéry en 2018, que demostró que la activación de genes relacionados con la inflamación en células inmunes aumenta el riesgo de desarrollar lupus.
Tanto el estudio de Stanford como el estudio francés señalan una conexión entre la inactivación del cromosoma X y la autoinmunidad, lo que sugiere que este proceso puede ser un factor importante en la predisposición a enfermedades autoinmunes. Rougeulle enfatiza que los mecanismos relacionados con la inactivación del cromosoma X pueden explicar las diferencias de género observadas en enfermedades autoinmunes como el lupus y la enfermedad de Sjögren.
Los resultados de esta investigación subrayan la complejidad de las enfermedades autoinmunes y sugieren que múltiples mecanismos, incluida la inactivación del cromosoma X, pueden contribuir a su desarrollo.
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