Dado que el 15 % de los adultos mayores presentan deterioro cognitivo leve, considerado el mayor factor de riesgo para la demencia o la enfermedad de Alzheimer, los resultados de la investigación podrían abrir nuevas vías para la prevención.
Por: Katherine Ardila
Un estudio dirigido por la Universidad de Exeter (Reino Unido) sugiere que las bacterias presentes en la boca y la lengua pueden estar vinculadas a cambios en la función cerebral a medida que las personas envejecen.
La investigación, apoyada por Wellcome y financiada parcialmente por el Centro de Investigación Biomédica de Exeter del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria y Asistencial (NIHR), identificó dos posibles mecanismos mediante los cuales estas bacterias podrían afectar la salud cerebral.
Bacterias en la boca podrían afectar al cerebroEn primer lugar, las bacterias nocivas pueden ingresar al torrente sanguíneo y causar daños directos en el cerebro. En segundo lugar, un desequilibrio entre bacterias beneficiosas y perjudiciales puede afectar la conversión del nitrato, presente en dietas ricas en vegetales, en óxido nítrico, una sustancia esencial para la comunicación neuronal y la formación de la memoria.
Los investigadores encontraron que las personas con niveles elevados de bacterias de los géneros Neisseria y Haemophilus mostraban mejor memoria, atención y capacidad para realizar tareas complejas, así como mayores niveles de nitrito en la boca.
En contraste, niveles altos de la bacteria Porphyromonas eran más comunes en individuos con problemas de memoria, mientras que el grupo bacteriano Prevotella estaba relacionado con niveles bajos de nitrito y era más frecuente en personas portadoras del gen de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, ApoE4.
Pruebas bacterianas para descartar deterioro cognitivoEl estudio, que analizó muestras de enjuague bucal de 110 participantes mayores de 50 años inscritos en el proyecto PROTECT, plantea la posibilidad de usar pruebas bacterianas rutinarias en revisiones dentales para detectar signos tempranos de deterioro cognitivo.
"Nuestros hallazgos sugieren que algunas bacterias podrían ser perjudiciales para la salud cerebral a medida que las personas envejecen", indicó Joanna L'Heureux, autora principal del estudio.
Dado que el 15 % de los adultos mayores presentan deterioro cognitivo leve, considerado el mayor factor de riesgo para la demencia o la enfermedad de Alzheimer, los resultados de la investigación podrían abrir nuevas vías para la prevención.
"Si ciertas bacterias favorecen la función cerebral mientras que otras contribuyen a su deterioro, los tratamientos que modifiquen el equilibrio bacteriano de la boca podrían formar parte de una solución para prevenir la demencia", destacó la profesora Anne Corbett, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter. Entre las estrategias sugeridas están cambios en la dieta, el uso de probioticos, la mejora de la higiene bucal y tratamientos específicos dirigidos a modular la microbiota oral.
Fuente consultada aquí.