Las acciones manuales se construyen combinando movimientos básicos o "sinergias cinemáticas", de manera similar a cómo se forman palabras a partir de letras.
Por: Katherine Ardila
Un reciente estudio ha descubierto que el cerebro humano utiliza un sistema similar a un alfabeto para coordinar los movimientos de las manos.
Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad de Coimbra revelaron que nuestras acciones manuales más complejas se construyen a partir de combinaciones de movimientos básicos, de manera similar a cómo formamos palabras combinando letras.
La investigación demostró que una región cerebral llamada giro supramarginal (SMG), ubicada en el lóbulo parietal inferior izquierdo, actúa como un centro de ensamblaje para estos movimientos. Esta zona combina lo que los científicos denominan "sinergias cinemáticas" (patrones básicos de coordinación de dedos, manos, muñecas y brazos) para crear el vasto repertorio de acciones humanas.
El mecanismo cerebral detrás de cada movimientoEl estudio reveló cómo el cerebro representa acciones que comparten posturas manuales similares, incluso cuando los objetos tienen funciones diferentes. Por ejemplo, la postura para usar tijeras es similar a la de usar alicates, aunque sus propósitos sean distintos.
Por el contrario, objetos con funciones similares como tijeras y cutters requieren posturas manuales muy diferentes.
Leyla Caglar, autora principal del estudio publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', explica esta analogía: "Al igual que las regiones del cerebro que soportan la función del lenguaje combinan sonidos, o fonemas, para formar palabras, el cerebro también combina sinergias cinemáticas para formar acciones complejas dirigidas a objetos".
Probables aplicaciones en robótica y medicinaEste descubrimiento abre nuevas posibilidades en el desarrollo de prótesis y interfaces cerebro-máquina.
Jorge Almeida, otro de los investigadores, señala el potencial de estos hallazgos: "Si podemos mapear estas sinergias directamente a partir de la actividad neuronal, podríamos construir interfaces cerebro-máquina más eficientes que permitan a los usuarios controlar las prótesis con mayor naturalidad, precisión y flexibilidad".
Además, el estudio también ofrece oportunidades para entender trastornos neurológicos como la apraxia, donde pacientes pierden la capacidad de usar objetos correctamente despite poder reconocerlos.
Almeida añade: "Al igual que un déficit en la capacidad de ensamblar correctamente los sonidos del lenguaje en palabras perjudica la función del lenguaje, el daño en esta zona del cerebro puede dificultar que las personas planifiquen y lleven a cabo acciones complejas con objetos".
Un sistema universal para la interacción humanaLa ubicación estratégica del giro supramarginal -aproximadamente una pulgada arriba y detrás de la oreja izquierda- le permite integrar múltiples tipos de información: visual, táctil, motora y conceptual.
Esta integración refleja cómo la experiencia individual se combina con estructuras evolutivas compartidas por todos los seres humanos.
A pesar de las diferencias en destreza manual o experiencias individuales con objetos, todos los humanos compartimos este sistema neuronal común para interacciones complejas. Este mecanismo es comparable a cómo los bebés, aunque no nacen hablando ningún idioma, poseen la capacidad innata de aprender cualquier lengua del mundo.