Este avance prometedor abre una emocionante vía para la medicina regenerativa y proporciona una ventana artificial para el estudio del desarrollo del riñón humano.
Por: Mariana Mestizo Hernández
En un estudio realizado por un equipo de investigadores chinos, se ha logrado un avance significativo en la medicina regenerativa al cultivar riñones parcialmente humanos en embriones de cerdo en una etapa temprana de desarrollo. Esta innovadora investigación abre nuevas perspectivas para abordar la crítica escasez de órganos disponibles para trasplantes.
Trasplante de órganos heterólogos
El trasplante de órganos heterólogos, es decir, la implantación de órganos de una especie en otra, se ha considerado durante mucho tiempo una vía efectiva para reemplazar la función de los órganos dañados o insuficientes en los seres humanos. Sin embargo, la falta de órganos disponibles ha sido un obstáculo significativo en este campo.
Embriones de cerdo
Para abordar este desafío, los investigadores chinos se centraron en la posibilidad de generar órganos humanos en embriones de cerdo mediante la complementación de células humanas en el desarrollo de estos animales. Si bien esta idea es innovadora, ha enfrentado numerosos obstáculos, especialmente en lo que respecta a la integración efectiva de las células humanas en los tejidos receptores.
Para superar los retos que esto implica, el equipo de investigación combinó condiciones de cultivo optimizadas para células madre pluripotentes con la sobreexpresión inducible de dos genes, MYCN y BCL2, que favorecen la supervivencia celular. Este enfoque permitió la generación de células humanas con una mayor capacidad de supervivencia en el entorno de embriones quiméricos entre especies.
Resultados relevantes
El resultado fue logró que las células humanas tuvieran una notable mejora en la viabilidad dentro de los embriones de cerdo, y se logró la formación exitosa de estructuras quiméricas de riñón en una etapa intermedia (mesonefros) del desarrollo. Este logro se llevó a cabo en embriones de cerdo que carecían de los genes SIX1 y SALL1, que están relacionados con el desarrollo nefrítico.
Los hallazgos de esta investigación representan una prueba de principio de la posibilidad de generar órganos humanos primordiales en cerdos que tienen discapacidades en el desarrollo de órganos. Este avance prometedor abre una emocionante vía para la medicina regenerativa y proporciona una ventana artificial para el estudio del desarrollo del riñón humano.
Es importante destacar que este estudio marca un hito histórico, ya que es la primera vez que se logra cultivar un órgano humano sólido en un animal, lo que potencialmente podría abordar la crónica escasez de órganos para trasplantes y salvar innumerables vidas en el futuro.
"Prueba de principio"
El investigador principal, Liangxue Lai, subdirector del Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa del Sur de China, describió estos resultados como una "prueba de principio" que abre nuevas y emocionantes posibilidades en el campo de la medicina regenerativa.
Este avance también ha sido elogiado por expertos en el campo, como Massimo Mangiola, director del Laboratorio de Inmunogenética del Instituto de Trasplantes Langone de la Universidad de Nueva York, quien destacó la importancia de este paso inicial hacia la generación de órganos humanos completamente funcionales en cerdos.
Retos futuros
A pesar de estos logros prometedores, los investigadores reconocen que todavía hay desafíos significativos por delante. El próximo paso implica permitir que los riñones se desarrollen durante un período más prolongado para determinar si las células humanas continúan prevaleciendo sobre las células de cerdo durante el desarrollo. Además, el equipo está trabajando en la generación de otros órganos humanos en cerdos, como el corazón y el páncreas.
El objetivo a largo plazo de esta investigación es crear órganos humanos completamente desarrollados en cerdos que estén listos para ser trasplantados a pacientes necesitados. Sin embargo, se reconoce que este proceso será complejo y requerirá tiempo, ya que implica superar la complejidad genética y los desafíos relacionados con la competencia celular y el rechazo.
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