Esta condición, se asocia con alergias alimentarias y otras enfermedades alérgicas, aunque existe una predisposición, la relación no es tan significativa como se cree.

Por: Katherine Ardila

En Puerto Rico, las enfermedades alérgicas, incluida la dermatitis atópica, representan un importante desafío de salud pública. Según datos del Departamento de Salud de Puerto Rico, se estima que entre el 15% y 20% de los niños en la isla padecen dermatitis atópica.

Además, algunos estudios han señalado que la prevalencia de alergias alimentarias en la población pediátrica puertorriqueña es significativamente alta, con alimentos como el huevo, la leche y el maní entre los principales desencadenantes.

En este contexto, el Tercer Simposio Internacional de Dermatitis Atópica en Puerto Rico reunió a expertos en el campo, como el Dr. Arnadi Agosto, Alergista Inmunólogo, para analizar esta condición y su relación con las alergias. 

Dermatitis atópica: Una condición crónica

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que no es síntoma de otras condiciones, sino una entidad por sí misma. Se caracteriza por picor intenso, enrojecimiento, sequedad y una alteración de la barrera cutánea, lo que facilita la entrada de alérgenos y otros irritantes.

En palabras del experto: "La dermatitis atópica es una condición solita. No es causada por otras enfermedades, pero puede asociarse con otras condiciones alérgicas, como el asma o la rinitis alérgica."

Esto significa que, aunque no es causada por otras enfermedades, puede coexistir con ellas.

Durante el simposio, el experto explicó el concepto de la "marcha atópica", destacando que "uno empieza con dermatitis atópica, después de la rinitis y después de la asma. Pero eso no pasa en todo el mundo, al contrario, menos de una tercera parte de la gente la presenta".

Esta secuencia describe una progresión en la que algunos pacientes, especialmente niños, desarrollan primero dermatitis atópica, luego rinitis alérgica y finalmente asma. Sin embargo, como bien aclara el alergista, este patrón no es universal.

Ciertamente esta característica está relacionada con una predisposición genética y una respuesta inmunológica alterada.

Uno de los temas más relevantes discutidos fue la relación entre la dermatitis atópica y las alergias alimentarias. El Dr. Agosto explicó: "Aunque existe una asociación, no es tan fuerte como muchos creen. Los pacientes con esta condición tienen mayor predisposición a desarrollar alergias alimentarias, especialmente a alimentos como el huevo, la leche, el maní y el sésamo". 

Sin embargo, la sensibilización a un alimento no siempre significa que el paciente tendrá una reacción alérgica clínica. 

El experto aclaró: "La piel es una barrera y, cuando está dañada, los alérgenos pueden entrar fácilmente y el cuerpo puede reaccionar de manera inapropiada. Pero esto no significa que todas las personas con dermatitis atópica tengan alergias alimentarias". 

 Importancia de la historia clínica

Ahora bien, para finalizar, se comentó sobre el diagnóstico de alergias alimentarias. Este, debe basarse en la historia clínica del paciente, no solo en pruebas de laboratorio. 

"La historia lo es todo. Si comes algo y te da problemas, eres alérgico. No importa lo que diga un laboratorio. Las pruebas ayudan, pero la historia clínica es la base", concluyó el Dr. Agosto. 

Tal como lo plantea el alergista, este enfoque evita diagnósticos erróneos y tratamientos innecesarios, asegurando que las decisiones médicas se tomen con base en la experiencia real del paciente.

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