El nuevo estudio revisó 63 investigaciones publicadas entre 1994 y 2022, abarcando participantes de 22 países, y no encontró evidencia que apoye la relación entre la exposición a radiofrecuencias de los teléfonos móviles y un mayor riesgo de cáncer.
Por: Katherine Ardila
Un reciente estudio internacional, liderado por Ken Karipidis, director adjunto de Evaluación del Impacto en la Salud de la Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear, ha concluido que la exposición a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles no está relacionada con un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer cerebral.
Esta investigación es un avance en la comprensión de los posibles efectos de las radiaciones no ionizantes en la salud humana y desmiente una preocupación que ha persistido durante más de una década.
¿Podría ser posiblemente cancerígena esta radiofrecuencia?
La polémica en torno a la posible relación entre el uso de teléfonos móviles y el cáncer cerebral surgió en 2013, cuando la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó las radiofrecuencias como "posiblemente cancerígenas" para los seres humanos (grupo 2B). Esta clasificación se basó en pruebas limitadas provenientes de estudios en humanos y animales, así como en datos mecanísticos insuficientes.
En su momento, dos grandes estudios de casos y controles realizados en 2011 mostraron asociaciones positivas entre el uso de teléfonos móviles y la aparición de glioma y neuroma acústico, lo que impulsó la evaluación de la IARC.
Nuevo estudio niega la relación entre la exposición a radiofrecuencias de los teléfonos móviles y un mayor riesgo de cáncer
Sin embargo, el nuevo estudio revisó 63 investigaciones publicadas entre 1994 y 2022, abarcando participantes de 22 países, y no encontró evidencia que apoye la relación entre la exposición a radiofrecuencias de los teléfonos móviles y un mayor riesgo de glioma, meningioma, neuroma acústico, tumores hipofisarios, tumores de las glándulas salivales o tumores cerebrales en niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Asimismo, no se observó un aumento significativo en el riesgo de estas neoplasias con el tiempo de uso acumulado de los teléfonos móviles, el número de llamadas realizadas o la duración de estas.
Otro tipo de radiaciones que no provienen del celular tampoco muestran relación
Además, el estudio evaluó la exposición a radiaciones procedentes de transmisores fijos, como antenas de radiodifusión y estaciones base, y concluyó que tampoco existe una asociación significativa con el riesgo de leucemia infantil o tumores cerebrales pediátricos, independientemente del nivel de exposición. De igual manera, no se detectó un aumento en el riesgo de glioma tras la exposición ocupacional a radiofrecuencias.
La investigación también aborda las implicaciones para la salud pública, señalando que si realmente existiera un vínculo entre la exposición a radiofrecuencias y el cáncer, las consecuencias serían graves y requerirían la implementación de estrategias preventivas a nivel poblacional.
Esto incluiría la revisión de los umbrales actuales de exposición a radiaciones no ionizantes en el rango de radiofrecuencia.
Fuente consultada aquí.