En 2021, 113 personas estuvieron expuestas a la bacteria de Tuberculosis a través de operaciones de columna con productos de reparación ósea infectados.
Por: María Camila Sánchez
En 2023, las autoridades sanitarias alertaron de un brote de tuberculosis relacionado a la donación de injertos óseos infectados que afectó a docenas de personas, resonando con un brote más extenso ocurrido en 2021.
Reciente informe sobre morbilidad y mortalidad (MMWR) de los Centros para el Control y Prevención de EnfermedadesEstos hechos ponen en relieve la necesidad de mejorar el proceso de examinación que se realizan a los tejidos donados para detectar a tiempo las bacterias causantes de tuberculosis, antes de usarlos en procedimientos médicos, según afirman los científicos en un informe sobre morbilidad y mortalidad (MMWR) publicado el pasado 5 de enero por los CDC.
En 2021, 113 personas que se sometieron a operaciones de columna estuvieron expuestas a Mycobacterium tuberculosis, la bacteria causante de la tuberculosis, a través de un producto de reparación ósea, denominado FiberCel, derivada de tejido óseo humano donado que contiene células vivas.
Pero en el brote de 2023, que se presentó de forma similar, se dio a conocer cuando dos agencias sanitarias estatales informaron de infecciones tuberculosas en dos pacientes que se habían sometido a operaciones de columna. Ambos pacientes habían estado expuestos al producto de reparación ósea, y ambos fallecieron a causa de la infección.
Y a pesar de que la tuberculosis, al día de hoy, es curable con antibióticos de meses de duración, no hay informes por parte del MMWR sobre la fecha de inicio del mismo, si hubo interrupciones, ni otros motivos que justificaran el fallecimiento de estos pacientes.
Distribución del lote contaminado y respuesta de salud pública
Los CDC, en trabajo conjunto con la FDA, iniciaron una investigación respecto a estos casos, lo que culminó en la retirada voluntaria de los productos de "matriz ósea viable" por parte del fabricante, incluido el material contaminado. Asimismo, y a petición de estas dos entidades, la empresa también puso en cuarentena todo el producto del lote infectado que no alcanzó a ser distribuido.
Sin embargo, el fabricante había distribuido parte del lote contaminado a ocho hospitales dentales de siete estados distintos. Los funcionarios sanitarios federales contactaron estos centros y conocieron que, incluidos los dos casos notificados anteriormente, el total de pacientes que se habían sometido a procedimientos con estos productos era de 36.
Cinco de estas personas fueron diagnosticadas de tuberculosis mediante pruebas de laboratorio, mientras que otras mostraron signos menos definitorios de infección. A pesar de ello, los CDC recomendaron que todos los pacientes expuestos recibieran rápidamente tratamiento antituberculoso, y no se notificaron más decesos.
Antes de presentarse el brote de 2023, la empresa fabricante había analizado sus productos en busca de M. tuberculosis mediante una prueba conocida como amplificación del ácido nucleico, que busca material genético de la bacteria. Esta prueba sugirió que el lote contaminado era negativo para el patógeno cuando, en realidad, no lo era.
"Aunque son extremadamente útiles para diagnosticar la tuberculosis, las pruebas de amplificación del ácido nucleico son menos sensibles que las pruebas más lentas basadas en cultivos para identificar M. tuberculosis", señala el MMWR.
Además, los historiales médicos de los donantes de tejidos deberían examinarse cuidadosamente en busca de indicios de una posible infección tuberculosa.
Desarrollo de sepsis en donantes sin diagnóstico de tuberculosis
Los donantes vinculados a los brotes de 2021 y 2023 no tenían diagnóstico documentado de la enfermedad. Sin embargo, ambos desarrollaron sepsis, que puede estar causada por la tuberculosis, y el último presentaba algunos síntomas clínicos que pueden ser desencadenados por la infección.
La tuberculosis puede no diagnosticarse cuando una persona tiene la enfermedad "latente", que no causa síntomas, o porque los síntomas de la tuberculosis "activa" se solapan con los de muchas otras enfermedades y pueden no reconocerse. Las pruebas de diagnóstico de la enfermedad también son imperfectas y pueden no detectar todos los casos.
Llamado a la seguridad en trasplantes de tejidos
"Las personas que presenten signos de sepsis deben ser declaradas no aptas para la donación de tejidos", afirma el MMWR. Además, la FDA ha publicado recientemente otras directrices sobre el protocolo adecuado para examinar los tejidos de los donantes en busca de M. tuberculosis.
La probabilidad de contraer tuberculosis a partir de un injerto óseo es muy, muy baja, pero a medida que crece el sector de los trasplantes de tejidos, es preciso colmar esta laguna de seguridad, afirma el MMWR.
"Dado que los aloinjertos tisulares que contienen células vivas se almacenan congelados y tienen fechas de caducidad meses o incluso años después de su fabricación, existe tiempo suficiente para realizar pruebas basadas en cultivos y un examen adicional de los historiales médicos de los donantes", añade el informe.
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