Constantemente se están explorando nuevas tecnologías y técnicas para mejorar el tratamiento de la endometriosis.
Por: Mariana Mestizo Hernández
La cirugía mínimamente invasiva para la endometriosis es un procedimiento que se lleva a cabo mediante pequeñas incisiones y el uso de una cámara, con el objetivo de extraer o eliminar el tejido endometrial.
La Dra. Nuria Luna, especialista en cirugía mínimamente invasiva y experta en cirugía pélvica compleja avanzada, ofreció una explicación detallada sobre este tema. "Con cirugía mínimamente invasiva uno puede identificar lesiones mucho más específicas, ya que te deja evaluar áreas en la pelvis con magnificación".
La especialista señaló que este enfoque permite una mayor precisión en la excisión, además de reducir las complicaciones asociadas a la cirugía abierta, como el riesgo de infección y el sangrado. Asimismo, favorece una recuperación más rápida para el paciente.
Laparoscopia y cirugía robótica en la endometriosisLa experta explicó que tanto la laparoscopia como la cirugía robótica permiten una mayor precisión en la disección necesaria para tratar la endometriosis profunda. En estos casos, es común que estructuras que normalmente están separadas comiencen a adherirse entre sí o se identifiquen durante la cirugía, como el intestino, el uréter (que conecta la vejiga con el riñón) o incluso la propia vejiga.
El uso de técnicas de cirugía mínimamente invasiva facilita la disección de estas áreas y permite una escisión más precisa del tejido endometriósico, lo que mejora los resultados del procedimiento.
Diagnóstico y tratamiento de la endometriosis
La Dra. Luna indicó que el diagnóstico de endometriosis suele sospecharse a partir de la evaluación clínica y que el tratamiento principal consiste en la supresión hormonal mediante anticonceptivos o terapias hormonales para controlar los síntomas.
La cirugía mínimamente invasiva se recomienda en casos donde la terapia hormonal no logra mejorar la calidad de vida de la paciente o reducir el dolor pélvico de manera efectiva. También es una opción cuando estudios de imagen, como la ecografía o la resonancia magnética, revelan la presencia de quistes de gran tamaño que requieran intervención quirúrgica, "pero la cirugía no debe ser el primer rincón de una paciente cuando no sospecha endometriosis", agregó.
Importancia de la formación en cirugía mínimamente invasiva
La cirujana explicó que, durante la formación en cirugía mínimamente invasiva, uno de los aspectos clave es aprender a identificar las lesiones de endometriosis, ya que pueden presentar diversas características.
Para reducir el riesgo de recurrencia, es fundamental reconocer correctamente estos focos y eliminarlos de manera precisa. La cirugía mínimamente invasiva permite una mejor visualización y disección de las lesiones, lo que facilita su extirpación completa y mejora los resultados a largo plazo para la paciente.
"En mi caso, cuando yo sospecho que hay una lesión de endometriosis la identifico creo los márgenes que necesito quitar y entonces luego comienzo la escisión con la intención de llevar la patología para diagnóstico y disminuir la recurrencia y mejorar la calidad de vida del paciente", menciona.
Asimismo, señaló que el tiempo de recuperación tras una cirugía laparoscópica para la endometriosis varía según el tipo de procedimiento realizado, aunque en la mayoría de los casos oscila entre dos y cuatro semanas.
Al salir del procedimiento, es fundamental seguir las recomendaciones médicas para favorecer una recuperación adecuada. Estas pueden incluir el control del dolor con analgésicos, evitar actividades físicas intensas durante las primeras semanas, mantener una alimentación equilibrada y acudir a los controles postoperatorios para evaluar la evolución del paciente.
"Dependiendo del tipo de cirugía, algunos de mis pacientes se pueden ir para la casa el mismo día luego de una escisión de endometriosis. Y realmente mayormente lo que no se podría hacer es cargar cosas pesadas usualmente por dos semanas", enfatizó.
Por otra parte, la Dra. Luna, recomendó que los pacientes escuchen a su cuerpo durante la recuperación y utilicen los medicamentos para el dolor según las indicaciones médicas. Explicó que este período es una transición hacia la reincorporación a la vida cotidiana y que, en la mayoría de los casos, después de dos semanas es posible retomar actividades como la conducción, aunque se deben evitar esfuerzos físicos intensos hasta recibir la autorización médica.
En cuanto a la alimentación, generalmente no se requiere una dieta específica tras la cirugía para endometriosis. Sin embargo, el primer día se recomienda ingerir alimentos ligeros para minimizar el riesgo de náuseas o vómitos debido a la anestesia. Si la tolerancia es adecuada, la paciente puede retomar su alimentación habitual progresivamente.
Impacto en la fertilidad
Además, explicó que el impacto de la cirugía mínimamente invasiva en la fertilidad de mujeres con endometriosis es un tema que aún no cuenta con estudios concluyentes. Sin embargo, en los casos de endometriosis profunda, la escisión quirúrgica del tejido endometriósico puede mejorar las probabilidades de concepción, "alrededor de dos tercios de esas pacientes podrían concebir solitas y sin ayuda de un profesional de fertilidad y un tercio requiere ayuda o un doctor especialista en infertilidad", apunta.
La especialista mencionó que el manejo del dolor pélvico crónico en pacientes con endometriosis requiere un enfoque multimodal. Este tratamiento combina distintos componentes para abordar la enfermedad de manera integral.
Uno de estos componentes es la terapia hormonal, que ayuda a suprimir la actividad de la endometriosis. Otro es la cirugía, que se indica cuando es necesario eliminar el tejido endometriósico. Además, es fundamental evaluar el estado del piso pélvico, ya que si los músculos de esta zona están afectados, la cirugía por sí sola no será suficiente para aliviar el dolor.
En estos casos, puede ser necesario complementar el tratamiento con terapia especializada para el piso pélvico, "es un componente de ayuda, pero hay que tratar o trabajar con ese piso pélvico que usualmente envuelve una terapia pélvica y realmente es el componente de las tres cosas que nos pueden ayudar a mejorar la calidad de vida, no solamente cirugía".
Riesgos y planificación de la cirugía
La cirujana, hizo énfasis en que es natural que los pacientes sientan ansiedad o temor ante una cirugía, ya que se trata de un procedimiento mayor. Sin embargo, los riesgos asociados a la cirugía mínimamente invasiva para la endometriosis son bajos.
Las complicaciones más comunes incluyen infecciones y sangrado, ambos con una probabilidad inferior al 1%, según lo indica la experta. En casos excepcionales, un sangrado significativo podría requerir una transfusión de sangre, aunque esto es poco frecuente. Asimismo, el riesgo de daño a estructuras cercanas, como el intestino, el uréter o la vejiga, también es inferior al 1%.
Para minimizar estos riesgos, se realiza una planificación detallada antes del procedimiento. Esto puede incluir estudios de imagen como ecografías o resonancias magnéticas, que permiten mapear la ubicación de la endometriosis y evaluar posibles complicaciones, manteniendo el riesgo de daño en menos del 5%.
Desafíos en el acceso a la cirugía en Puerto Rico
Asimismo, la Dra. Luna indicó que en Puerto Rico hay pocos especialistas entrenados en el manejo quirúrgico de la endometriosis, lo que limita el acceso de los pacientes a este tipo de tratamiento.
Otro desafío importante es el costo asociado a estas cirugías. Muchos planes médicos cubren la cirugía laparoscópica, pero la cobertura de la cirugía robótica varía según la aseguradora. En algunos casos, el costo de este procedimiento puede recaer directamente en el paciente, lo que dificulta su acceso.
Avances tecnológicos en el diagnóstico
La cirujana también explicó que constantemente se están explorando nuevas tecnologías y técnicas para mejorar el tratamiento de la endometriosis.
Por ello, mencionó que uno de los avances más relevantes es el desarrollo de métodos de diagnóstico que no requieran cirugía, como el uso de ecografías y resonancias magnéticas más avanzadas, lo que facilita la identificación de la enfermedad sin necesidad de procedimientos invasivos. Además, se están investigando pruebas basadas en biomarcadores, como análisis de sangre o muestras menstruales, que podrían permitir una detección más temprana y precisa.
"Otra de las cosas es poder identificar endometriosis sin necesidad de una cirugía, ya sea con sangre o muestras menstruales, son de los productos así que están en vanguardia. Y es como, otra de las cosas que ha sido media interesante, El uso de inteligencia artificial para poder identificar esas lesiones es otra de las cosas que se está utilizando para dejar de saber al médico esta es la lesión que sospecha y poderla quitar", agregó.
Importancia de reconocer los síntomas
La Dra. Luna enfatizó que síntomas como dolor durante la menstruación, entre menstruaciones, durante las relaciones sexuales, al orinar o al evacuar no deben considerarse normales. Aunque no siempre indican la presencia de endometriosis, pueden generar sospecha sobre esta condición.
"Y muchas veces estos síntomas es suficiente para hacer el diagnóstico, algunas veces requerimos de imágenes o estudios para confirmar esa sospecha y más que normalizar el dolor o vivir con dolor con medicamentos, uno debería buscar una ayuda de un médico que le dé las herramientas para lidiar con el dolor y tener una mejor calidad de vida", concluyó.