Un día cualquiera Jackeline Colón López, una estilista puertorriqueña, durante su jornada laboral sintió mucha inflamación en algunas partes de su cuerpo como las rodillas, los tobillos y los hombros. Nunca sospecho que se trataba de artritis.
Lorena Ramírez
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Un día cualquiera Jackeline Colón López, una estilista puertorriqueña, durante su jornada laboral sintió mucha inflamación en algunas partes de su cuerpo como las rodillas, los tobillos y los hombros. Nunca sospechó que se trataba de artritis.
De hecho, le adjudicó dicha inflamación a los químicos que utilizaba en el salón de belleza o por estar tantas horas de pie y moviendo los brazos.
Al pasar los días la inflamación de Jackeline no cedía, por lo que decidió visitar al médico. No obstante, a pesar de que le hicieron una serie de exámenes de laboratorio los médicos no pudieron diagnosticar qué enfermedad padecía.
Silla de ruedas
Al no recibir un tratamiento a tiempo, Jackeline lamentablemente terminó en una silla de ruedas y duró con ella aproximadamente un año, pues la inflamación era tanta que ya ni siquiera podía caminar.
Fue entonces dónde conoció a la doctora Amarilis Pérez de Jesús, quién a partir de una serie de estudios especializados pudo diagnosticar la artritis reumatoidea que Jackeline padecía. Este hallazgo se logró a partir de una muestra de líquido que se extrajo de la rodilla de la mujer.
Hoy en día a pesar de los reemplazos articulares a los que tuvo que someterse Jackeline y las grandes afectaciones que le causó la enfermedad tiene una calidad de vida bastante activa y funcional.
Auspiciado por Artritis Reumatoide.