El seguimiento postoperatorio se extenderá por cinco años, con evaluaciones periódicas para detectar posibles recurrencias
Por: Katherine Ardila
El Hospital San Vicente Fundación de Medellín ha alcanzado un nuevo logro en la cirugía pediátrica colombiana al realizar con éxito una innovadora reconstrucción abdominal en Neymar, un niño de 7 años con secuelas de gastrosquisis, una rara malformación congénita donde los bebés nacen con los intestinos fuera del abdomen.
Según explica el doctor David Mejía Toro, cirujano líder del procedimiento, "la gastrosquisis es un defecto en la pared abdominal donde los músculos no llegan a la mitad del abdomen, por lo tanto, el intestino gana espacio y se produce una hernia ventral".
Esto generaba en el pequeño un visible abultamiento abdominal que afectaba su calidad de vida y lo exponía a complicaciones médicas y sociales, incluyendo bullying escolar.
Toxina botulínica y el neumoperitoneo
Lo que convierte este caso en un hito es la aplicación pionera en pediatría de dos técnicas combinadas y normalmente aplicadas en adultos: la toxina botulínica y el neumoperitoneo (inflado controlado del abdomen).
"Esa era la primera vez, por lo menos en Antioquia, en Colombia, que aplicábamos toxina botulínica asociado a un protocolo de neumoperitoneo", explica el doctor. El desafío fue adaptar protocolos de adultos a un paciente infantil, requiriendo ajustar dosis y volúmenes de insuflación.
Para garantizar el éxito, el equipo consultó con redes internacionales de especialistas en reconstrucción abdominal, confirmando que "entre el grupo internacional de pared abdominal llegamos a la conclusión de que sí se podía hacer".
Preparación para la cirugía: Un proceso de 6 meses
El procedimiento demandó una meticulosa preparación de seis meses. Incluyó una fase de "prehabilitación" con fisiatras y deportólogos para fortalecer la musculatura abdominal, seguida de la aplicación de toxina botulínica (que requiere cuatro semanas para alcanzar su efecto máximo de relajación muscular) y 15 días de insuflación progresiva del abdomen.
La cirugía en sí misma representó un desafío monumental. "Esta cirugía duró aproximadamente siete horas... Con un equipo multidisciplinario entre la anestesia, el cirujano infantil, el cirujano de pared y el cirujano plástico", relata el médico.
"Es una cirugía mayor... donde entre más tiempo quirúrgico, más probabilidad hay de que haya complicaciones", reconoce el cirujano, pero argumenta qué, en este caso, "los beneficios superan los riesgos", especialmente al mejorar aspectos psicosociales: "el niño estaba constantemente acosado por sus amiguitos, los dolores eran repetitivos ... esto afectaba también su calidad de vida".
Recuperación y seguimiento
El seguimiento postoperatorio se extenderá por cinco años, con evaluaciones periódicas para detectar posibles recurrencias. "El protocolo que tenemos es una vez dado el paciente de alta, se revisa a los ocho días, luego hacemos revisiones secuenciales de un mes, tres meses, seis meses y un año", detalla el Dr. Mejía.
Esto busca detectar posibles recurrencias y garantizar una recuperación integral que incluye el aspecto psicológico: "dentro de la valoración preoperatoria y posoperatoria, es de parte fundamental el psiquiatra y el psicólogo que están en acompañamiento continuo".
¿Se podrían replicar este tipo de cirugías?
Este avance tiene implicaciones importantes para otros pacientes pediátricos con condiciones similares.
El doctor asegura que la técnica es replicable y accesible dentro del sistema de salud colombiano: "La cobertura de este niño fue por su aseguradora, es una cirugía común y corriente", además menciona que "la idea es replicar este caso. Ya aprendimos cómo es que se aplica la toxina botulínica, cómo es que se aplica el neumoperitoneo, ya tenemos las mallas de última tecnología que son absorbibles".
Este logro pudo devolver la normalidad al paciente, pero también es un posible precedente para el tratamiento de malformaciones abdominales complejas en pediatría, demostrando que, es un proceso largo pero con resultados que valen la espera.