Los hallazgos operatorios fueron significativos: aproximadamente 50 cc de sangre en cavidad pélvica secundarios a ruptura de quiste ovárico derecho y un absceso de aproximadamente 75 cc con contenido purulento fétido.
Por: Katherine Ardila
Una mujer de 26 años, acudió al servicio de emergencias manifestando dolor abdominal de siete días de evolución.
El cuadro comenzó con dolor periumbilical que posteriormente se generalizó a todo el abdomen inferior, acompañado de dos episodios de vómito, fiebre, anorexia y náuseas.
La paciente no presentaba alteraciones en el hábito intestinal ni síntomas urinarios o ginecológicos asociados. Su historial obstétrico incluía un parto vaginal sin complicaciones dos años atrás, con ciclos menstruales regulares y su último periodo ocurrido una semana antes del inicio de los síntomas.
Evaluación clínica inicial y hallazgos diagnósticos
Al ingreso, el examen físico reveló un estado general comprometido con signos vitales alterados: taquicardia a 112 lpm, presión arterial de 115/65 mmHg y temperatura axilar de 37.8°C.
El abdomen presentaba distensión marcada con dolor a la palpación, signos de irritación peritoneal y rigidez en todos los cuadrantes inferiores. Los estudios de laboratorio mostraron leucocitosis con predominio neutrofílico (13,000 células/µL con 84% de neutrófilos) y una prueba de embarazo negativa.
La ecografía abdominopélvica demostró la presencia de una lesión quística anecoica de 4.3 × 3.8 cm en el anexo derecho, junto con un apéndice dilatado de 10 mm no compresible con mínima colección líquida periapendicular.
Manejo quirúrgico y hallazgos intraoperatorios
Tras la estabilización inicial y el inicio de antibioticoterapia intravenosa, se procedió a intervención quirúrgica mediante laparotomía exploratoria.
Los hallazgos operatorios fueron significativos: aproximadamente 50 cc de sangre en cavidad pélvica secundarios a ruptura de quiste ovárico derecho sin sangrado activo, junto con un proceso inflamatorio masivo en fosa ilíaca derecha que envolvía el ciego, íleon terminal, colon sigmoides y epiplón.
A la disección meticulosa se identificó un absceso de aproximadamente 75 cc con contenido purulento fétido que había destruido parcialmente la base apendicular.
Estrategia terapéutica y evolución postoperatoria
El procedimiento quirúrgico incluyó drenaje completo del absceso, apendicectomía con sutura en bolsa de tabaco para el muñón apendicular remanente, y cistectomía ovárica. El postoperatorio transcurrió sin complicaciones, con retiro progresivo del drenaje quirúrgico al observar disminución del débito.
La paciente recibió antibioticoterapia intravenosa durante su estancia hospitalaria de siete días, mostrando mejoría clínica progresiva que permitió su reintegro a actividades cotidianas durante el seguimiento ambulatorio a tres meses.
Análisis clínico y revisión de la literatura
Este caso (Nurhussen, Ahemd et al), es un gran desafío diagnóstico por la presentación simultánea de dos patologías quirúrgicas que comparten manifestaciones clínicas similares.
La apendicitis aguda complicada con formación de absceso y la ruptura de quiste ovárico constituyen entidades que requieren abordajes distintos, siendo especialmente relevante en este caso el retraso en la consulta médica inicial.
La literatura reporta que solamente el 19.2% de los quistes ováricos rotos requieren intervención quirúrgica, mientras que los abscesos apendiculares siempre constituyen una indicación quirúrgica urgente.
Consideraciones finales y conclusiones
Este reporte destaca varios aspectos clínicos relevantes: la importancia del alto índice de sospecha en mujeres jóvenes con dolor abdominal atípico, la utilidad de la ecografía como herramienta diagnóstica inicial en entornos con recursos limitados, y la necesidad de abordaje quirúrgico inmediato ante la presencia de signos de sepsis abdominal.
La coexistencia de estas dos patologías, aunque extremadamente rara, debe considerarse en el diagnóstico diferencial de dolor abdominal agudo en mujeres en edad reproductiva.