El movimiento coordinado de estorninos, la combustión del acero o neuronas activadas durante la formación de un recuerdo son algunos de los temas de las fotos ganadoras de FOTCIENCIA.
Por: Agencia SINC
Si 2022 se tuviese que resumir con imágenes, la ciencia y la tecnología quedarían representadas a través de las ocho seleccionadas en la 19ª edición de FOTCIENCIA. La cristalización de una solución de paracetamol, que parece un conjunto de plumas de ave tropical, es lo que retrata una de las fotografías escogidas entre las casi 600 presentadas. Se trata de la mayor participación de los últimos años en esta iniciativa del CSIC y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), con la colaboración de Fundación Jesús Serra, de Grupo Catalana Occidente.
Esta edición, FOTCIENCIA se ha unido al Acontecimiento de Excepcional Interés Público Año de Investigación Santiago Ramón y Cajal 2022 (Año Cajal), por lo que se ha incluido una nueva modalidad para imágenes que tengan que ver con las neurociencias. Cada participante ha podido adscribir su imagen a uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) declarados por Naciones Unidas.
Un comité formado por 14 profesionales relacionados con la ciencia, la microscopía, las artes visuales o la divulgación científica, entre otras especialidades, han valorado y elegido las fotografías más impactantes y que mejor describen algún hecho científico. Un gránulo de almidón de tapioca, las células del estigma de una flor de Freesia o las formaciones de pirolusitas son otros de los temas retratados en las imágenes que más han llamado la atención del comité.
Una más amplia selección de fotografías y sus respectivos textos formarán parte de una exposición itinerante que será inaugurada en primavera de 2023. Dos copias de la muestra recorrerán museos y centros culturales, educativos y de investigación de todo el país a lo largo del año. Además, todas las imágenes presentadas se publicarán en la web de FOTCIENCIA.
Fotos ganadoras:Modalidad ‘Micro’Imagen de la puerta de entrada de una flor de freesia, el estigma por el que acceden los pólenes. / Isabel Sánchez, Lola Molina y Concepción Hernández
Título: ‘Bosque encantado’ — Autoras: Isabel Sánchez, Lola Molina, Concepción Hernández
Esta es la puerta de entrada de una flor de freesia, es decir, el estigma por el que acceden los pólenes. Las células de su extremo conforman el Bosque encantado que vemos en la imagen, y que esconden en su tejido la sustancia clave para el éxito de la reproducción de la planta. Las zonas brillantes que se observan se deben a la distribución de elementos como el calcio, el fósforo y el sodio en la textura interna de las células. Aunque muchas especies de Freesia pueden encontrarse en jardines de todo el mundo, son originarias del Sur de África.
Estructuras formadas durante la cristalización de una solución de paracetamol. / María Jesús Redrejo, Eberhardt Josué Friedrich Kernahan
Título: ‘Plumas analgésicas’ — Autores: María Jesús Redrejo, Eberhardt Josué Friedrich Kernahan
Aunque creamos estar frente a plumas coloridas de algún ave tropical, en realidad vemos las estructuras formadas durante la cristalización de una solución de paracetamol. El proceso se lleva a cabo para analizar las impurezas (trazas metálicas) que puedan haber contaminado la muestra durante su proceso de síntesis. Esto forma parte de los controles de calidad que permiten establecer si los productos cumplen con los parámetros y requisitos legales requeridos.
Modalidad ‘General’Imagen del movimiento coordinado de estorninos en el aire. / Roberto Bueno
Título: ‘Murmullo atacado’ — Autor: Roberto Bueno
El ‘murmullo’, así se conoce al movimiento coordinado de estorninos en el aire por el inconfundible rumor que dejan a su paso. Los estorninos llegan a la península ibérica en los meses de invierno desde el centro y norte de Europa, buscando una mayor abundancia de insectos y semillas, y forman bandadas de cientos y hasta de miles de individuos. La inexplicable coordinación de sus frenéticas maniobras de vuelo hace pensar que se comportan como un único superorganismo, al igual que los cardúmenes en el océano o las colonias de hormigas en tierra. Pero en la imagen hay algo más: el ataque de un halcón peregrino a la bandada. Desde arriba lanza su veloz picado, el más rápido del mundo animal, que es difícilmente detectado por los estorninos, lo que dificulta una reacción a tiempo.
El acero puede arder porque en su composición lleva hierro, un elemento que reacciona de forma rápida con el oxígeno del aire cuando se acerca a una fuente de calor. / Sara María Rubio
Título: ‘Nada se resiste al poder del fuego’ — Autora: Sara María Rubio
¿Es posible que el acero arda? Esta imagen nos ofrece la respuesta, aunque es preciso preparar el escenario. El acero arde porque en su composición lleva hierro, un elemento que reacciona de forma rápida con el oxígeno del aire cuando se acerca a una fuente de calor como una llama o, incluso, una chispa. Pero es necesario que el acero esté formando una madeja ahuecada de finos hilos, como un penacho de lana de acero, que aumentan la superficie de contacto con el oxígeno del aire. La posición vertical dentro de una probeta facilita aún más la combustión. Un meticuloso espectáculo pirotécnico en un laboratorio de química.
Modalidad ‘Especial Año Cajal’Neuronas teñidas de un ratón activadas durante la formación de un recuerdo. / Miguel Fuentes
Título: ‘Recordando a Cajal’ — Autor: Miguel Fuentes
Esta imagen nos recuerda a algunos de los famosos dibujos de neuronas en el hipocampo realizados por Cajal hace ya más de un siglo. Sin embargo, la técnica usada en este caso ha sido bien distinta y, mientras Cajal se basaba en la tinción de Golgi, aquí se han teñido las neuronas de un ratón activadas durante la formación de un recuerdo, lo que se denomina engrama.
Modalidad ‘Alimentación y nutrición’Gránulo de almidón de tapioca, parcialmente gelatinizando por alta presión hidrostática, observado por criomicroscopía electrónica. / Antonio Diego Molina García
Título: ‘Galaxia polisacárida’ — Autor: Antonio Diego Molina
¿Galaxia remota en el centro del universo?, ¿ganglio cerebral de un calamar gigante?, ¿el “ojo de Sauron”? No, más simple y alimenticio: se trata de un gránulo de almidón de tapioca, parcialmente gelatinizando por alta presión hidrostática, observado por criomicroscopía electrónica de barrido. El almidón, biopolímero empleado por muchas plantas para almacenar azúcar de manera eficiente, forma gránulos empaquetados de forma muy ordenada y compacta, inaccesibles a la digestión. Para poder asimilarlo, se debe recurrir a tratamientos a alta temperatura o presión.
Modalidad ‘Agricultura sostenible’Un ácaro herbívoro deambulando sobre un pétalo de su planta nutricia . / José María Gómez Reyes
Título: ‘Interacciones ocultas’ — Autores: José María Gómez, Isabel Sánchez, Lola Molina, Daniel García-Muñoz
Muchas especies de invertebrados que se alimentan de las plantas del desierto son difíciles de diferenciar a simple vista. En esta imagen se observa un ácaro herbívoro (Tetranychus) que deambula sobre un pétalo de su planta nutricia (Moricandia arvensis). Podemos hacernos una idea de lo diminuto de su tamaño comparándolo con las células del pétalo, que son los polígonos que se muestran en la superficie del tejido vegetal. Este grupo de ácaros pueden expandirse rápidamente en cultivos, convirtiéndose en una amenaza para las plantaciones. El control sostenible de las plagas requiere una adecuada identificación de los organismos que las provocan, para poder erradicarlos de una forma que sea respetuosa con el medio ambiente.
Modalidad ‘La ciencia en el aula’Imagen de pirolusitas, unos minerales que cuando cristalizan sobre las rocas crean curiosas formaciones . / Carlos Pérez Naval
Título: ‘Fuegos artificiales petrificados’ — Autor: Carlos Pérez Naval
La naturaleza esconde formaciones que parecen sacadas de un cuaderno de artista. Pero lo que vemos en esta imagen es en esencia dióxido de manganeso (MnO2). Esta es la composición química de las pirolusitas, minerales que cuando cristalizan sobre las rocas se denominan pirolusitas dendríticas y crean estas formaciones tan curiosas e hipnóticas. Muchas veces están presentes en las paredes de las casas como piedras decorativas, pero pasan desapercibidas si no nos fijamos detenidamente en ellas.
Fuente: CSIC