Ante la idea de que el planeta se encamina hacia su fin debido a los desastres naturales y los efectos del cambio climático, experto aclara que no se trata del fin del mundo, sino de una crisis provocada por la acción humana.
Por: Laura Guio
En el último año, desastres climáticos extremos como ciclones, olas de calor e inundaciones han afectado gravemente a diversas regiones del mundo, dejando millones de personas sin hogar, sin medios de vida y con la pérdida de seres queridos. Algunos interpretan estos fenómenos como señales del fin de los tiempos, según lo descrito en la Biblia.
Durante la Semana Santa, una época tradicionalmente asociada a la introspección espiritual y a las personas creyentes, un experto propone una reflexión adicional: la naturaleza que nos rodea y los estragos que enfrenta.
Por lo mismo, en una entrevista exclusiva de la Revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Carl Soderberg, exdirector regional de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en el Caribe, analiza los efectos del cambio climático, rechaza teorías apocalípticas y ofrece soluciones prácticas ante una crisis que, según afirma, es causada por nosotros mismos.
"Sobre todo la cuestión del cambio climático es mano del hombre, o sea, es culpa de los seres humanos y no es un castigo de Dios o un cumplimiento profético", aclaró desde el inicio de su intervención.
Frente a teorías virales que relacionan desastres naturales recientes con el supuesto "fin del mundo", Soderberg hizo un llamado a la racionalidad científica. "No es el fin del mundo, es lo que hicimos con él. No estamos viendo nada que no haya sucedido antes, con excepción del cambio climático, que sí es responsabilidad directa del ser humano."
Un planeta sobrecalentado por nuestras propias acciones
Soderberg, quien también ha sido portavoz del Comité Científico de Cambio Climático que asesora al gobierno de Puerto Rico, explicó que el calentamiento global no es más que una respuesta física a nuestras acciones desde la Revolución Industrial.
"Cuando nosotros sentimos frío, nos ponemos una frisa. Si aún tenemos frío, le ponemos una colcha. Y si todavía sentimos frío, añadimos un ´comforter´. Eso es lo que estamos haciendo con el planeta: lo estamos arropando demasiado. Por eso está sudando", ilustró con claridad.
El uso intensivo de combustibles fósiles ha provocado un aumento de gases de efecto invernadero que impiden que el calor escape de la atmósfera, generando el fenómeno conocido como efecto invernadero. "Eso es el calentamiento global, y a su vez causa el cambio climático. Es algo creado por el hombre y va a empeorar", advirtió.
Terremotos, volcanes y profecías: separar ciencia de creencia
A medida que eventos naturales como terremotos, erupciones volcánicas, incendios forestales y tormentas solares sacuden distintas partes del mundo, muchos los asocian con señales del "fin de los tiempos".
El Dr. Soderberg pide hacer una distinción clara: "El cambio climático no tiene que ver con las erupciones volcánicas ni con los terremotos... sí tiene que ver con lluvias extremas, aumento del nivel del mar, sequías, incendios forestales y tormentas más intensas".
Y recordó que muchos de estos fenómenos siempre han existido. "Los huracanes no son nuevos. Pero lo que estamos viendo ahora es un aumento en su intensidad y frecuencia, y eso sí se ha establecido como consecuencia del cambio climático".
También aclaró que fenómenos como tormentas solares o impactos de meteoritos no deben confundirse con el calentamiento global:
"Si viene por ahí un meteoro como el que eliminó a los dinosaurios... eso no es cambio climático. Son cosas diferentes, que también ha enfrentado la humanidad".
Crisis humanitaria: migraciones, hambre y muerte
Uno de los puntos más alarmantes de la conversación fue la advertencia sobre las consecuencias humanas del cambio climático.
"El Banco Mundial proyecta que para mediados de siglo, 20 millones de personas van a tener que emigrar de donde viven por el cambio climático", indicó Soderberg.
Esas migraciones, muchas veces forzadas por la pérdida de hogares debido al aumento del nivel del mar o a sequías extremas, ya están ocurriendo en África, y podrían replicarse en otras regiones vulnerables. "Eso genera campos de refugiados, crisis alimentaria y falta de acceso a servicios básicos", alertó.
Y agregó: "Van a haber muertes... van a haber más huracanes, sequías, falta de agua, escasez de alimentos... y todo eso va a recaer sobre la raza humana".
Cambios climáticos, cambios en la salud
El Dr. Soderberg y el equipo de la Revista Medicina y Salud Pública también abordaron el impacto del calentamiento global sobre la salud pública.
"El cambio climático va a provocar más enfermedades", advirtió. "Zonas templadas ahora sufrirán enfermedades típicas de zonas tropicales, y eso afectará no solo la salud sino también la agricultura. Y muchos países no están preparados para eso".
Se refirió a virus como el dengue, a enfermedades cardiovasculares y a problemas renales derivados del calor extremo. "Aquí en Puerto Rico, durante la ola de calor, murieron personas. Lo que pasa es que no lo vemos reflejado en las estadísticas porque no hay una casilla que diga ´calor extremo´ en el certificado de defunción".
Los adultos mayores son particularmente vulnerables: "Los mayores sudan menos, su corazón se fuerza más, y muchas veces no sienten sed. Si a eso le sumas diuréticos y apagones que cortan el agua, tenemos la tormenta perfecta. Y en Puerto Rico, es la tormenta perfecta al cuadrado".
Soluciones posibles, acciones urgentes
A pesar del panorama sombrío, el Dr. Soderberg destacó acciones concretas que pueden reducir el impacto del cambio climático, incluso desde el hogar:
Pintar techos de blanco: "Reduce la absorción de calor solar y mantiene los interiores más frescos".
Plantar árboles: "Aportan sombra, mejoran la calidad del aire y disminuyen la temperatura".
Usar inodoros eficientes: "Está establecido que los inodoros pueden representar hasta un 30% del consumo de agua en una vivienda. Cambiarlos por modelos de bajo flujo puede hacer una gran diferencia".
¿Estamos cerca del fin?
El mensaje de fondo de esta entrevista no fue apocalíptico, sino de conciencia colectiva:
"No es que el planeta va a desaparecer... Estamos en un preámbulo de mucho sufrimiento... provocado por nosotros mismos", concluyó Soderberg con seriedad.