Especialista advierte que la reconstrucción tomará entre 10 y 15 años y alerta sobre el impacto en la salud pública de los 2.1 millones de habitantes de la franja.
Por: Laura Guio
Mientras se discute el acuerdo de paz entre Israel y Hamas, expertos advierten sobre la magnitud de la devastación en Gaza y los enormes desafíos que enfrentará la población para recuperarse de dos años de conflicto.
El Dr. Samuel Pagán, teólogo, profesor e investigador que vivió en Jerusalén por muchos años, conversó en exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, ofreciendo un análisis detallado de la situación humanitaria y sanitaria en la franja palestina.
El intercambio de más de 40 rehenes, algunos fallecidos, por cerca de 2,000 presos palestinos marca apenas el inicio de un largo proceso de recuperación. Según el Dr. Pagán, quien ha visitado Gaza en numerosas ocasiones, la transformación del territorio será un proyecto de largo aliento.
"La transformación y renovación de Gaza, algunos estiman que es un proyecto de 10, algunos 15 y hasta más años", explicó el experto durante la entrevista.
Crisis sanitaria de proporciones catastróficas
El Dr. Pagán detalló las graves consecuencias para la salud pública que enfrenta la población gazatí. La infraestructura hospitalaria ha sido prácticamente aniquilada: "Creo que habían 11 hospitales, 12 hospitales, quedan funcionando dos", señaló.
El colapso del sistema de agua potable representa uno de los mayores peligros: "El sistema de agua potable está destruido, o sea, uno de los grandes problemas que tienen es de agua y sin agua no se puede vivir".
A esto se suma la destrucción del sistema eléctrico, que el experto calificó como "precario, muy muy difícil", y una situación de vivienda insostenible, con la gran mayoría de las casas "destruidas por completo" en lugares específicos.
El círculo vicioso de pobreza y violenciaPagán advirtió sobre las consecuencias a largo plazo del conflicto, particularmente para los jóvenes: "Los altos niveles de desempleo, especialmente entre jóvenes, jóvenes sin hacer nada, lo más fácil es dedicarse a la violencia".
El experto expresó su preocupación por el futuro: "Si esta situación sigue, estos niños que están sufriendo el día de hoy se van a convertir en los próximos guerrilleros, en los próximos, porque quieren la salud social y aumenta el resentimiento, aumenta la hostilidad y se perpetúa la guerra".
Una población traumatizadaLos 2.1 millones de habitantes de Gaza enfrentan no solo la destrucción física, sino también un trauma colectivo. El Dr. Pagán destacó que paradójicamente, "la tasa de mortalidad es altísima, pero también la tasa de nacimientos", lo que agrava aún más la crisis humanitaria.
Sobre los rehenes que serán liberados, el experto fue contundente: "2 años de martirio, 2 años de desesperanzas, 2 años de mala alimentación, 2 años de esto deja un dolor emocional y espiritual que va a durar el resto de la vida a esas personas".
La propuesta turística de Trump: inviableCuando el presidente Donald Trump sugirió que en Gaza "no se puede vivir" y propuso convertirla en una zona de desarrollo turístico, el Dr. Pagán rechazó categóricamente la idea: "Eso no va porque el mundo del Oriente Medio es un mundo que se orienta y se fundamenta en la dignidad y en la herencia".
El experto subrayó el arraigo de la población: "Las personas que viven en Gaza no se van a mudar voluntariamente a ningún sitio. Se mueven de un lado a otro por las guerras, por los bombardeos, pero quieren regresar a sus lugares donde nacieron, donde vivieron sus antepasados".
Las prioridades para la reconstrucciónPese al panorama devastador, el Dr. Pagán mantiene esperanza en un proceso de restauración:
"Hay que renovar los hospitales, hay que renovar las escuelas, prioridad, hay que renovar el sistema de aguas, el sistema de luz, el sistema médico, el sistema de transportación. Hay que empezar en cero en muchos de los lugares".
El experto concluyó con un mensaje de realismo sobre el futuro de la región: "No importa los acuerdos que hagan tanto Israel como Palestina, están sentenciados a vivir uno al lado del otro y no pueden evitar esa realidad. Aunque los grupos extremistas de los dos lados no quiere al otro, la realidad es que están allí por siglos y nadie se va a ir".
Un dolor compartidoPagán enfatizó que el sufrimiento trasciende las divisiones políticas: "Es un dolor que comparten tanto palestinos como judíos", reconociendo que tanto las familias de los rehenes israelíes como la población palestina han vivido años de angustia insoportable.
Mientras las Naciones Unidas prepara posiblemente una delegación para evaluar la situación en Gaza, la comunidad internacional enfrenta el desafío de diseñar e implementar un plan de reconstrucción integral que atienda no solo la infraestructura física, sino también las profundas heridas emocionales y sociales de una población que ha vivido bajo el terror de la guerra.