Un estilo de vida saludable y la artritis reumatoide

Una dieta balanceada y un régimen de ejercicios de bajo impacto son el complemento indicado para un buen manejo de la artritis reumatoide.

Por: Denis Carolina Londoño


Llevar un estilo de vida saludable es vital para tener una buena salud, pero también lo es para una persona que padece de una condición crónica. En el caso de los pacientes de artritis reumatoide, la sana alimentación y el ejercicio van de la mano para integrar los tratamientos que controlen el desarrollo y los síntomas de la enfermedad.

De acuerdo a la licenciada Lilyana Figueroa, una alimentación balanceada es clave para complementar el tratamiento médico de un paciente con artritis reumatoide. “No se trata de metas a corto plazo, sino de algo más a largo plazo que el paciente debe incorporar en su estilo de vida  diario, con actividades físicas constantes si su condición se lo permite. Debe tener una alimentación balanceada, pero debemos tener mucho ojo con las porciones adecuadas, que se calculan a base de múltiples factores como el peso, la estatura, la edad, el sexo y condiciones preexistentes. Para pacientes de artritis específicamente (esa alimentación) es una combinación con alimentos antiinflamatorios”, explicó la nutricionista. 

Alimentos recomendados

Entre los alimentos que  Figueroa recomendó están: las frutas como el mango, la fresa y la papaya; vegetales como la espinaca, el brócoli y la calabaza; granos integrales, pescados como el salmón y la tilapia; así como beber agua y utilizar el aceite de oliva extra virgen que tiene mayor cantidad de Omega 3.  Es importante que estos alimentos se incluyan en la alimentación de los pacientes con artritis reumatoide, un tipo de artritis que causa inflamación en las articulaciones del cuerpo.

“Normalmente lo que a mí me gusta ver en los pacientes es muchas frutas, vegetales y granos integrales. Todos esos granos integrales van a aportar fibra y otros nutrientes o vitaminas que son bien importantes para combatir esta inflamación. (Sabemos que) la accesibilidad de alimentos cada vez es más difícil y para eso yo le digo los pacientes que utilicen  la planificación en el hogar y compren solamente una fruta o un vegetal que va a consumir toda esa  semana. También  buscar frutas congeladas o frutas envasadas en su propio jugo 100 % jugo para saber que no tienen ese sirope añadido o esa azúcar añadida que es perjudicial para los pacientes de artritis reumatoide”, recomendó Figueroa.

Alimentos que debes evitar

Por otro lado, aconsejó a los pacientes de esta enfermedad evitar alimentos con alto contenido de grasa saturada como los alimentos fritos, los refrescos y alimentos con alto contenido de sodio como la comida procesada y chatarra. “La comida rápida y la comida congelada tienen alto contenido de sodio. También hay un ingrediente añadido que debemos estar bien pendiente en la etiqueta de esos alimentos y es el alto contenido de Omega 6. Se habla mucho del Omega 3 como antiinflamatorio, pero no se habla mucho de la Omega 6 como pro inflamatorio. Tenemos que estar bien pendiente de si en los ingredientes tenemos aceite de maíz, aceite de girasol, aceite de soya, aceite de maní. Por ejemplo, tengo muchos pacientes que dicen yo como muchas nueces, por el omega 3 y lo que comen es maní, pues normalmente hay que redirigir ese paciente para que consuma  otras nueces, como lo son los pistachos o las almendras que tienen más contenido de omega 3 que de omega 6”, dijo la nutricionista.

El ejercicio para controlar el dolor 

Por su parte, la fisiatra y especialista en manejo de dolor Marianela Cuadrado, señaló que el ejercicio es un elemento importante para el manejo de la condición y que un paciente puede comenzar a realizar un programa de ejercicio sin que necesariamente la enfermedad esté muy desarrollada.  “La artritis reumatoide es una condición crónica. El ejercicio como tal es un elemento esencial en el control de la condición. Nos da calidad de vida entender cómo realizar un buen programa de ejercicio sin lastimar nuestro cuerpo  cuando padecemos de artritis reumatoide. No hay que esperar a que la condición esté muy avanzada para pensar en un buen programa de ejercicio. (Hay que) primero  entender cómo la artritis reumatoide afecta su cuerpo. El programa de ejercicio debe ser complementario al tratamiento médico que el profesional, ya sea reumatólogo o el fisiatra le esté proveyendo a cada paciente”, indicó la también directora del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación en el Hospital Ashford y del programa de Manejo de Dolor Crónico en el Hospital de Veteranos de Puerto Rico.

Entre los beneficios del ejercicio para el paciente de artritis reumatoide está la modulación de los dolores que puede sentir. “Muchos pacientes en dolor sienten temor a hacer ejercicios para no exacerbar y empeorar la condición de dolor. Se sabe que aquel paciente con artritis reumatoide que implemente un régimen estructurado semanal y sea consistente en su reacondicionamiento físico controla el dolor. Así que a través de un buen programa de ejercicio, reducimos dolor, reducimos inflamación, entumecimiento y fatiga. (Mientras que) aumentamos nuestro nivel de energía,  fuerza corporal y calidad de vida”, agregó la fisiatra. 

Comienza por ejercicios de bajo impacto

Según la doctora Cuadrado, el paciente debe comenzar con ejercicios de bajo impacto, de acuerdo a lo que conozca o le guste hacer. “El mejor ejercicio es el ejercicio que se hace. Tenemos que conocer qué es lo que nos gusta y realizar ejercicios de bajo impacto. Si usted nunca ha hecho  ejercicios y quiere comenzar, debe primero considerar ejercicios como caminar, bicicleta, ejercicios en agua. Y se debe de comenzar de una intensidad baja y poco tiempo. No tiene que ser todo de cantazo, no hay que caminar una hora para ejercitarse. Se puede estructurar el día y  hacer 15 minutos en la mañana y 15 minutos en la tarde. Puede ser tres veces en semana. Lo ideal serían 5 veces en semana, pero hay que conocer nuestro cuerpo y empezar por lo que nos guste”, reiteró. 

Evita ejercicios que inflamen las articulaciones

En cuanto a los ejercicios que todo paciente de artritis reumatoide debe evitar porque pueden empeorar la condición están los ejercicios de alto impacto como joguear, correr o todo aquel que involucre dar brincos. “A veces hay ejercicios que nos gusta hacer o que nos gustaría intentar porque otro lo está haciendo como  el CrossFit o ejercicios que están bien de moda. Pero realmente queremos evitar ejercicios que le pongan presión a nuestra coyuntura promoviendo la inflamación y el desgaste. Debemos de incorporar el ejercicio de bajo impacto que es ejercicio aeróbico o ejercicios de fortalecimiento. Se puede también iniciar de baja intensidad un programa estructurado con pesitas libres o bandas elásticas. El Colegio Americano de Reumatología recomienda ejercicios de fortalecimiento para pacientes con artritis reumatoide dos veces en semana”, concluyó.

Tanto la licenciada Figueroa como la doctora Cuadrado enfatizaron en que la combinación de una sana alimentación y un régimen adecuado de ejercicios son el complemento perfecto de un buen tratamiento para controlar el avance de la artritis reumatoide.  

Vea la entrevista completa: 





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