La psicoterapia también tiene efectos secundarios y varias contraindicaciones, además puede generar cambios estructurales o funcionales en el cerebro de los pacientes.
Por: Pedro Felipe Cuellar
Pese a que el tratamiento de múltiples trastornos mentales como la depresión, ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno psicótico y los trastornos de la personalidad pueden incluir la psicoterapia, recientes estadísticas indican que, aunque es eficiente, cerca del 30 % de los pacientes no demuestra una respuesta positiva a este tipo de terapia y, por el contrario, un 10 % empeoran luego de acceder a ella.
Paradigmas explicativos
Sobre ello existen diversos paradigmas que explican el efecto de la psicoterapia en el cerebro. En el caso de los cognitivistas, el diálogo entre el terapeuta y paciente generará cambios en la interpretación de la realidad y, por lo tanto, de los síntomas. A su vez, causaría una hipoactivación de estructuras, principalmente en la amígdala o el córtex cingulado.
Por su parte, para los terapeutas psicodinámicos, lograr que el paciente se autoanalice y conozca sus propios mecanismos mentales es lo que desencadenará cambios en la actividad cerebral y la eficacia de la psicoterapia.
Los terapeutas que utilizan la meditación o el Mindfulness
Estos indican que el engrosamiento de la ínsula —un centro de red al que llegan multitud de conexiones del cuerpo, localizado en la profundidad de la cisura de Silvio— es producto de la integración de señales sensoriales y viscerales del presente, a costa de reducir las inútiles rumiaciones acerca del pasado y futuro.
Otros autores del campo de la terapia responderán que lo que ocurre en el cerebro es un hecho intrascendente, una mera correlación que no interesa siquiera conocer. Somos variados y diversos, es un hecho.
Cabe mencionar que todas estas perspectivas de la psicoterapia son incluidas por el movimiento integrador, el cual se basa en los aspectos comunes de este tipo de terapia y sus efectos en los pacientes.
En un metanálisis, Bruce Wampold desglosó el papel de los factores comunes y específicos de la terapia, concluyendo que es más relevante la empatía mostrada desde el inicio por el psicólogo o psiquiatra; el acuerdo genuino entre terapeuta y paciente acerca de las metas a conseguir; la alianza de trabajo; la validación de la experiencia del paciente y la capacidad para generar expectativas de cambio.
Nuevo paradigma por asumir
Por otro lado, el estudio de los mecanismos de acción de la psicoterapia se centra en conocer cómo esta relación terapéutica genera cambios en el cerebro, para pasar de la intolerancia al estrés, la desregulación emocional, la disociación o la conducta desadaptativa a un estado más cercano a la salud mental o una estabilidad de la misma.
Uno de los factores que aporta más claridad sobre las investigaciones, es que la mayoría del córtex se desarrolla de forma dependiente de la experiencia a través del apego, es decir, la experiencia interpersonal desencadena la transcripción de genes.
Así, el cerebro neuroplástico del niño se desarrolla en la medida en que interaccionan dinámicamente con sus figuras de apego, y existen factores que favorecen este desarrollo:
Una relación segura y basada en la confianza.
Un cierto estrés (el trauma frena el desarrollo infantil, pero la hiperprotección y la ausencia de estrés también).
Cierta activación emocional y cognitiva.
La co-construcción de una nueva narrativa personal.
Fuente consultada aquí.