El dolor es un fenómeno complejo y multidimensional en el cual una persona no solo experimenta sensaciones perceptivas, sino también emocionales.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Las enfermedades reumáticas pueden influir en aspectos psicológicos debido a los síntomas que conllevan, como el dolor, lo cual puede desencadenar cuadros de depresión y ansiedad en un gran número de pacientes. En este contexto, el Dr. Ángel Alemán, psicólogo clínico y experto en neuropsicología, proporciona una visión esclarecedora sobre esta compleja situación.
"Empezando con el dolor crónico, que producen este tipo de condiciones, no sólo tiene un origen físico, sino que tiene un origen que involucra el cerebro, el cual desempeña un papel sumamente importante en lo que es la percepción de esa sensación a través de las vías periféricas", manifestó.
Comprender el dolor puede ayudar en el tratamiento
Asimismo, el especialista explicó que a nivel cerebral, los nociceptores desempeñan un papel fundamental en la percepción del dolor. Enfatizando que comprender cómo el cerebro procesa y responde a esta sensación puede contribuir a la comprensión y mejora de los síntomas.
Cuando los tratamientos convencionales no surten efecto, se busca una aproximación más amplia, involucrando a diversos profesionales para abordar los aspectos de la vida de la persona que podrían estar influyendo directamente en el malestar crónico, el cual puede afectar negativamente la calidad de vida del paciente.
Factor psicológico del dolor
El dolor es un fenómeno complejo y multidimensional en el cual una persona no solo experimenta sensaciones perceptivas, sino también emocionales, influenciadas por diversos elementos interactivos, que van desde factores biológicos y psicológicos hasta socioculturales.
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Dentro de estas variables, las emociones y cogniciones, en particular la ansiedad, tristeza e ira, parecen jugar un papel crucial en la percepción y tolerancia al dolor, superando en relevancia a los factores de personalidad así como las diferencias individuales. Además, la falta de expresión emocional se ha asociado directamente con un aumento en la intensidad de la experiencia dolorosa.
El dolor se puede experimentar con un conjunto de emociones
El dolor, cuando se experimenta, a menudo se acompaña de una serie de sensaciones negativas como el mal humor, la ansiedad y la pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras. Con el tiempo, esto puede llevar a un aislamiento social, reducción de las actividades y un estrechamiento de nuestro entorno vital, ya que el dolor llega a dominar nuestras vidas.
Es importante destacar que cualquier tipo de dolor lleva consigo un componente psicológico. La ansiedad, en particular, es un factor emocional común en el dolor crónico, ya que las personas con altos niveles de ansiedad tienden a concentrarse en las sensaciones corporales que definen su dolor, lo que puede mantener o incluso aumentar su nivel de dolor percibido.
La tristeza, la desesperanza y el pesimismo también contribuyen a que una persona sienta su dolor con mayor intensidad. Por tanto, el abordaje integral del dolor debe considerar estos aspectos psicológicos para lograr una gestión efectiva del malestar.
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Neurología del sistema inmune
El experto hizo hincapié en la existencia de la psicoinmunología, una disciplina que ha estado presente durante mucho tiempo, y que se dedica a investigar cómo los factores cognitivos, emocionales y conductuales afectan a pacientes con diversas condiciones médicas, incluyendo el dolor crónico causado por enfermedades reumáticas.
"No todos experimentamos el dolor de la misma manera y no todos tenemos la misma sensibilidad en ese sistema nervioso central, a través del sistema periférico. Ahora estamos abordando como el estrés puede influir, la depresión o en esos dolores", añadió.
El Dr. Alemán resaltó la relevancia de este enfoque, ya que se centra en un factor que involucra las emociones, conducta y procesos cognitivos, y cómo estos impactan directamente en la experiencia de cada persona. Esto proporciona herramientas tanto en el ámbito de la rehabilitación como en la valoración del papel crucial de los profesionales de la salud mental en enfermedades de esta naturaleza.
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