Muchas personas enfrentan un malestar emocional que va más allá de la tristeza, melancolía y ansiedad, se trata de la depresión navideña.
Por: Laura Guio
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública, con la Dra. Ana Plaza, catedrática asociada del Colegio de Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad de la Pontificia Universidad Católica, explica los factores y consecuencias de este trastorno y ofrece recomendaciones para quienes atraviesan este difícil momento.
La Dra. Ana Plaza comienza aclarando que, aunque la navidad es una época que se asocia con la felicidad y la celebración, existen personas que experimentan una profunda tristeza. Este trastorno, conocido como "depresión navideña" o "blues de Navidad", no debe confundirse con la melancolía.
Según la Dra. Plaza, "la depresión navideña es mucho más que un sentimiento de tristeza o añoranza, es una sintomatología invasiva que afecta el funcionamiento de la persona".
Esta depresión se ve intensificada por la reflexión sobre lo no alcanzado durante el año y las ausencias, ya sean por pérdidas familiares o distanciamientos emocionales. "Se espera que las personas en la época de Navidad estén felices, pero muchas no lo pueden lograr porque implica afrontar conflictos no resueltos o relacionarse con personas que les resulta difícil enfrentar", agrega la Dra. Plaza.
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La navidad y el aislamiento social
Uno de los mayores riesgos de la depresión navideña es el aislamiento social. La experta señala que, mientras la mayoría de las personas se encuentra celebrando y compartiendo, otras optan por encerrarse, lo que agrava su condición.
"El aislamiento no ayuda absolutamente para nada. Durante la Navidad, las personas se sienten presionadas a ser felices, lo que puede llevar a que busquen alejarse de todo y de todos, lo que a menudo conduce a la depresión".
Además de los conflictos familiares no resueltos, el estrés financiero es otro factor significativo que incide en este trastorno. Según la Dra. Plaza, "el estrés por los gastos de la Navidad, las expectativas de hacer frente a una gran celebración, y las dificultades económicas pueden aumentar los niveles de angustia, lo que contribuye a la depresión navideña".
Efectos físicos y psicológicos
La Dra. Plaza también señala que los síntomas de la depresión navideña incluyen alteraciones en el sueño, el apetito y un aumento en la irritabilidad. "Una persona que experimenta lo que es el blues de Navidad puede estar más irritable, menos tolerante ante las situaciones. Le molesta todo, incluso cosas que normalmente no la afectarían".
Ell ruido de pirotecnia puede ser especialmente perturbador para quienes están aislados y tratando de descansar: "Eso me imagino que debe ser bastante incómodo. Si una persona está tratando de aislarse, se mete en su cuarto y lo que ve son petardos por doquier, mientras todo el mundo celebra fuera. Eso puede ser un detonante para una crisis emocional".
Un factor central en la depresión navideña es la sensación de soledad, especialmente en los adultos mayores. "Muchas veces, la soledad se vuelve más palpable en esta época del año, especialmente para quienes han perdido a seres queridos o no tienen familia con quien compartir", explica la Dra. Plaza.
En este contexto, el acompañamiento emocional es clave. "El remedio para la soledad es la compañía, el mantenerse en comunicación, ya sea con amigos o familiares. El aislamiento no ayuda en absoluto", añade.
¿Quiénes son más vulnerables?
Contrario a lo que muchos podrían pensar, no son solo los adultos mayores los más afectados por la depresión navideña. La Dra. Plaza subraya que los jóvenes entre 18 y 30 años son también un grupo vulnerable.
"Son más vulnerables porque a menudo enfrentan conflictos no resueltos, como la frustración de no haber alcanzado las metas del año", dice la Dra. Plaza.
La especialista también resalta que no existen estadísticas confiables sobre la prevalencia de la depresión navideña en Puerto Rico, aunque algunos estudios en Estados Unidos sugieren que este fenómeno afecta principalmente a personas jóvenes.
Tratamiento y prevención:
La Dra. Plaza ofrece una serie de recomendaciones para quienes experimentan depresión durante las fiestas.
"Es importante realizar estrategias de autocuidado, como reflexionar, escribir o realizar actividades que no se pudieron realizar durante el año", explica. También es esencial evitar el aislamiento y mantenerse en contacto con seres queridos.
Además, sugiere que las personas establezcan límites en cuanto a las actividades que desean realizar. "No tenemos que ir a todas las actividades de Navidad. Es importante seleccionar aquellas que realmente nos beneficien".
De igual forma, el ejercicio, una alimentación balanceada y la participación en actividades religiosas también pueden ayudar. "Participar en actividades tradicionales y religiosas, como la misa de aguinaldo o las posadas, puede ser una forma efectiva de conectar con el espíritu navideño de una manera menos agobiante", asegura la Dra. Plaza.
La Dra. Plaza enfatiza la importancia de buscar ayuda profesional. "Si pasan dos semanas y los síntomas no mejoran, es urgente consultar con un profesional de salud mental", concluye la experta.