Los espasmos del sollozo involuntarios se presentan casi siempre cuando el niño repentinamente resulta enfadado o sorprendido. El niño jadea un poco, luego exhala y dejar de respirar.
Los espasmos del sollozo son episodios en el que los niños dejan de respirar involuntariamente durante el llanto, llegando incluso a perder la conciencia. Este fenómeno se presenta por lo general en niños entre los 6 meses hasta los 6 años, aunque con frecuencia se presenta hasta los 2 años,
Aunque pueden ser aterradores y escenas preocupantes, la realidad es que estos cuadros no son perjudiciales para la salud de los niños ni a corto, ni a largo plazo. Por lo general suelen durar por unos segundos, hasta que el niño regresa en sí y recupera la respiración normal.
Tipos de espasmos del sollozoNo todos los espasmos son iguales, pues difieren en los factores que los causan; se dividen de la siguiente manera:
Espasmos de sollozo cianóticos: Es aquél en el que el pequeño deja de respirar hasta que la cara empieza a tomar una tonalidad azulada. Estos espasmos son una respuesta de disgusto por parte del niño a alguna reprensión o llamado de atención. Es de fácil identificación debido a la tonalidad de la cara.
Espasmos de sollozo pálidos: Son menos comunes y poco previsibles, ya que es una respuesta a un susto o sobresalto. A diferencia del espasmo cianótico, los niños que reaccionan de esta manera se quedan pálidos durante el espasmo.
¿Qué hacer si el niño se desmaya en un espasmo del sollozo?Cuando un niño pierde la conciencia en un espasmo, lo mejor es dejar al niño recostado hasta que recupere la normalidad de la respiración. Revisa que el niño no tenga alimentos ni ningún otro tipo de objeto en la boca que pueda favorecer un atragantamiento o asfixia durante el espasmo.
En muy pocos casos se pueden presentar convulsiones, sin embargo, procura mantener objetos o muebles que puedan estar al alcance de los niños durante el espasmo.
Esta reacción de los niños dura como máximo un minuto, si el niño no reacciona o no respira debidamente, llama al servicio de emergencias.
La mejor manera de prevenir estos episodios, es evitando provocarle al niño emociones fuertes. Puedes consultar con el médico del niño más información al respecto, y solicitar orientación en caso de que se llegue a presentar.