Los síntomas del linfoma linfocítico pequeño (SLL) pueden ser leves, y muchos pacientes no experimentan ningún síntoma hasta una etapa avanzada de la enfermedad.
Por: Mariana Mestizo Hernández
El linfoma linfocítico pequeño (SLL, por sus siglas en inglés) es una variedad de cáncer que se origina a partir de células inmunológicas especializadas conocidas como Células B. Este tipo de enfermedad a menudo afecta a pequeños órganos inmunológicos denominados ganglios linfáticos, aunque puede encontrarse en cualquier órgano sólido del cuerpo.
Síntomas
Los síntomas del linfoma linfocítico pequeño (SLL) pueden ser leves, y muchos pacientes no experimentan ninguno hasta una etapa avanzada de la enfermedad. En ocasiones, la afección se detecta durante análisis de sangre de rutina.
Los signos y síntomas comunes de SLL incluyen:
- Aumento de tamaño de ganglios linfáticos palpables en el cuello, ingle o axila.
- Bazo agrandado.
- Fatiga, pérdida de peso, fiebre o sudores nocturnos.
- Infecciones frecuentes y prolongadas.
- Mayor propensión a hematomas o sangrado.
Diferencias entre el SLL y la CLL
El linfoma de linfocitos pequeños (SLL) y la leucemia linfocítica crónica (CLL) comparten similitudes en la apariencia de las células tumorales al examinarse bajo el microscopio. La diferencia fundamental radica en la ubicación de estas células tumorales.
Cuando se encuentran en ganglios linfáticos y órganos sólidos, se diagnostica como SLL, mientras que si se encuentran en la sangre, se clasifica como CLL. A menudo, los pacientes pueden desarrollar ambas condiciones simultáneamente o una después de la otra, lo que lleva a que se describa la enfermedad como CLL / SLL.
Diagnóstico
El diagnóstico de SLL se establece mediante una biopsia o extracción de una pequeña muestra de tejido. En particular, los ganglios linfáticos agrandados se someten comúnmente a este procedimiento para confirmar la presencia de SLL.
Al examinar el tejido del linfoma de linfocitos pequeños bajo el microscopio, se observan células tumorales de tamaño reducido, que tienden a reemplazar el tejido linfático normal en el caso de ganglios linfáticos afectados. Se pueden identificar células tumorales más grandes agrupadas en centros de proliferación.
Para confirmar el diagnóstico de linfoma linfocítico pequeño, los patólogos realizan pruebas adicionales, como la inmunohistoquímica.
Esta prueba permite evaluar las proteínas producidas por las células en la muestra de tejido. En el caso de SLL, las células cancerosas suelen expresar proteínas específicas como CD20, CD19, PAX5 y CD79a, junto con otras marcadores como CD5, CD23, CD43 y LEF1. Estos resultados ayudan a distinguir SLL de otras enfermedades con características similares.
La citometría de flujo es otra prueba utilizada para analizar las células inmunológicas en muestras de sangre, médula ósea o tejido. Esta prueba proporciona información sobre el tamaño, la forma y las proteínas producidas por cada célula. En SLL, las células tumorales suelen mostrar una fuerte expresión de la proteína CD200, y la expresión de CD38 en más del 30% de las células tumorales puede indicar una enfermedad más agresiva.
Además, se realizan pruebas moleculares para detectar cambios en los cromosomas y genes asociados con SLL. La hibridación in situ por fluorescencia (FISH) puede revelar alteraciones cromosómicas comunes, como trisomía 12, deleción 13q, 11q23 o ATM, y deleción 17p. Estos cambios genéticos pueden influir en la agresividad del tumor y su pronóstico.
Linfomas agresivos
Con el tiempo, el SLL puede transformarse en linfomas más agresivos, como la transformación prolinfocitoide, el linfoma difuso de células B grandes o el linfoma de Hodgkin clásico. Esta transformación es un aspecto importante a considerar en el tratamiento, ya que requiere enfoques terapéuticos distintos a los utilizados para la CLL / SLL sin transformación.
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